Con el inicio del curso escolar se incrementan los ingresos hospitalarios de menores por asma un 25%
Madrid (20/09/2012) - Carmen Villodres
• Según los doctores Adelaida Lamas, responsable de la Sección de Neumología Pedíatrica del Hospital Ramón y Cajal y Claudio Fragola, otorrinolaringólogo en la Unidad de Rinología del Servicio de ORL, del citado Hospital, cerca de un 70 por ciento del coste de la enfermedad está determinado por su mal control y manejo
• En rueda de prensa, organizada por MSD, ambos expertos hablaron de la prevención, buenas prácticas y tratamiento, en la escuela infantil "Mi primer Cole"
El 71 por ciento de los asmáticos, atendidos en consulta de Neumología, sufre también rinitis, y un 44,9 de los niños tratados en los distintos departamentos de Alergología de nuestro país sufre asma. Así lo pusieron de manifiesto en rueda de prensa, organizada por MSD, los doctores, Adelaida Lamas, responsable de la Sección de Neumología Pediátrica del Hospital Ramón y Cajal y Claudio Fragola, otorrinolaringólogo en la Unidad de Rinología del Servicio de ORL del citado Hospital.
Pérdida de días lectivos para los menores y de jornada laboral para los adultos
La doctora Adelaida Lamas puso de relieve la importancia de que el paciente asmático o sus familiares reciban conocimientos sobre su enfermedad con el objetivo de evitar las visitas a urgencias e ingresos hospitalarios, que incrementan el gasto sanitario. Ocurre especialmente en el mes de septiembre, que coincidiendo con el comienzo del curso escolar, el estrés que provoca en los niños, los alérgenos ambientales y las consiguientes afecciones respiratorias, provocan entre un 20 y un 25 por ciento de hospitalizaciones infantiles por sibilancias.
Estas patologías provocan que los niños con asma pierdan de dos a cinco días más de clases que aquellos que no la presentan. Pero el coste es mucho mayor si cuantificamos que alguno de los progenitores pierden jornada laboral al verse obligados a quedarse en casa a atender a sus pequeños y con frecuencia son contagiados por éstos. Incide la doctora en que "los menores introducen en sus familias las infecciones por rinovirus tres veces más que los adultos". Se trata de un efecto dominó difícil de cuantificar pero que se supone muy alto en gasto sanitario y pérdida de horas de trabajo.
Además de las condiciones medioambientales, otra de las causas del repunte de las crisis asmáticas que pusieron de relieve es que en el verano apenas se emplea la medicación para el asma ya que los niños se suelen encontrar bien.
Tratamientos rápidos y de mantenimiento
Según los doctores, para conseguir el control del asma en cualquier época del año existen tratamientos de alivio o "rescate", empleados para tratar la broncoconstricción de forma rápida y otros tratamientos de control o mantenimiento que se administran a diario durante periodos prolongados. Dentro de los tratamientos de control o mantenimiento se refirieron a los inhibidores de los leucotrienos, como montelukast, y los corticoides inhalados como medicación antiinflamatoria, como mometasona furoato.
Otra circunstancia que mejoraría la calidad de vida de estos pequeños y disminuiría el gasto sanitario sería que los educadores o profesores supieran como actuar en los primeros momentos en que se produce la crisis respiratoria, dada la cantidad de tiempo que los menores pasan en el centro escolar. Y al respecto, la doctora Lamas aseguró que "el 64 por ciento de los profesores admite no estar preparado para afrontar la crisis asmática de un niño, pero que sin embargo, tres de cada diez han tenido que atender a algún alumno en horario lectivo".
Otro punto candente que señalaron ambos especialistas es el de las crisis asmáticas inducidas por el ejercicio físico. Se suelen dar entre el 80 ó 90 por ciento de los asmáticos y son especialmente problemáticas en menores que participan en actividades no planificadas. Por eso la doctora Lamas aconseja que los niños aquejados de esta enfermedad no realicen actividades físicas intensas y eviten ambientes fríos y secos.
El asma y la rinitis, presentes en el 71 por ciento de los casos
El doctor Fragola, en su calidad de otorrinolaringólogo, puso de relieve que el 71 por ciento de los asmáticos atendidos en consulta de neumología sufre también rinitis. "Ambas enfermedades-matiza Fragola- tienen una base fisiopatológica común dado que el componente inflamatorio a nivel pulmonar es equiparable al que se presenta a nivel nasal, ya que existe una vía aérea única, aunque en muchas ocasiones lo manejamos por separado". Y subrayó que el asma, unido tan frecuentemente a la rinitis, influye en el rendimiento escolar, ya que afecta al sueño de los niños, provocando cansancio y somnolencia durante el día. Por ello insistió en que la prevención disminuye tanto el número como la duración e intensidad de las crisis que tanto afecta a la calidad de vida de este tipo de pacientes.
Pérdida de días lectivos para los menores y de jornada laboral para los adultos
La doctora Adelaida Lamas puso de relieve la importancia de que el paciente asmático o sus familiares reciban conocimientos sobre su enfermedad con el objetivo de evitar las visitas a urgencias e ingresos hospitalarios, que incrementan el gasto sanitario. Ocurre especialmente en el mes de septiembre, que coincidiendo con el comienzo del curso escolar, el estrés que provoca en los niños, los alérgenos ambientales y las consiguientes afecciones respiratorias, provocan entre un 20 y un 25 por ciento de hospitalizaciones infantiles por sibilancias.
Estas patologías provocan que los niños con asma pierdan de dos a cinco días más de clases que aquellos que no la presentan. Pero el coste es mucho mayor si cuantificamos que alguno de los progenitores pierden jornada laboral al verse obligados a quedarse en casa a atender a sus pequeños y con frecuencia son contagiados por éstos. Incide la doctora en que "los menores introducen en sus familias las infecciones por rinovirus tres veces más que los adultos". Se trata de un efecto dominó difícil de cuantificar pero que se supone muy alto en gasto sanitario y pérdida de horas de trabajo.
Además de las condiciones medioambientales, otra de las causas del repunte de las crisis asmáticas que pusieron de relieve es que en el verano apenas se emplea la medicación para el asma ya que los niños se suelen encontrar bien.
Tratamientos rápidos y de mantenimiento
Según los doctores, para conseguir el control del asma en cualquier época del año existen tratamientos de alivio o "rescate", empleados para tratar la broncoconstricción de forma rápida y otros tratamientos de control o mantenimiento que se administran a diario durante periodos prolongados. Dentro de los tratamientos de control o mantenimiento se refirieron a los inhibidores de los leucotrienos, como montelukast, y los corticoides inhalados como medicación antiinflamatoria, como mometasona furoato.
Otra circunstancia que mejoraría la calidad de vida de estos pequeños y disminuiría el gasto sanitario sería que los educadores o profesores supieran como actuar en los primeros momentos en que se produce la crisis respiratoria, dada la cantidad de tiempo que los menores pasan en el centro escolar. Y al respecto, la doctora Lamas aseguró que "el 64 por ciento de los profesores admite no estar preparado para afrontar la crisis asmática de un niño, pero que sin embargo, tres de cada diez han tenido que atender a algún alumno en horario lectivo".
Otro punto candente que señalaron ambos especialistas es el de las crisis asmáticas inducidas por el ejercicio físico. Se suelen dar entre el 80 ó 90 por ciento de los asmáticos y son especialmente problemáticas en menores que participan en actividades no planificadas. Por eso la doctora Lamas aconseja que los niños aquejados de esta enfermedad no realicen actividades físicas intensas y eviten ambientes fríos y secos.
El asma y la rinitis, presentes en el 71 por ciento de los casos
El doctor Fragola, en su calidad de otorrinolaringólogo, puso de relieve que el 71 por ciento de los asmáticos atendidos en consulta de neumología sufre también rinitis. "Ambas enfermedades-matiza Fragola- tienen una base fisiopatológica común dado que el componente inflamatorio a nivel pulmonar es equiparable al que se presenta a nivel nasal, ya que existe una vía aérea única, aunque en muchas ocasiones lo manejamos por separado". Y subrayó que el asma, unido tan frecuentemente a la rinitis, influye en el rendimiento escolar, ya que afecta al sueño de los niños, provocando cansancio y somnolencia durante el día. Por ello insistió en que la prevención disminuye tanto el número como la duración e intensidad de las crisis que tanto afecta a la calidad de vida de este tipo de pacientes.
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