El reportaje que destapó los abortos marca el juicio al doctor Morín
La fiscalía pide que un vídeo grabado con cámara oculta se valore como prueba
El acusado dice que se limitó a "ejercer la voluntad de la mujer"
Jesús García Barcelona15 SEP 2012 - 00:49 CET
El reportaje televisivo que destapó el caso de los abortos ilegales en las clínicas del doctor Carlos Morín acaparó ayer el protagonismo en la primera sesión del juicio. La fiscalía y las acusaciones populares, que piden más de 300 años de cárcel para Morín, pidieron que el vídeo sea reproducido durante la vista y que sirva como prueba. Los abogados de los acusados, en cambio, pidieron a los magistrados que mantengan su criterio: el pasado febrero, consideraron que se trataba de una prueba ilícita al haber sido obtenida con cámara oculta.
Donde otras denuncias similares habían fracasado, la querella presentada en 2006 por E-Cristians —que se apoyaba, en buena medida, en el trabajo de la televisión pública danesa— siguió adelante. Y fue el origen de una prolongada investigación con pinchazos telefónicos y registros domiciliarios que, en 2007, se saldó con la detención de Morín y sus colaboradores; entre ellos, su mujer, María Luisa Duran.
En el juicio, que ha vuelto a poner en primer plano la batalla sobre el aborto, los abogados relataron que Morín informó a la Generalitat de que había recibido la visita de una “falsa paciente”: la periodista embarazada que le visitó en la clínica fingiendo interés en someterse a un aborto. El 19 de septiembre de 2006, Morín comunicó a la Dirección General de Recursos Sanitarios que, tras una visita, le dijo a la mujer que no podía ser atendida porque podría vulnerar la ley.
Según el relato de Morín, al que ha tenido acceso este diario, un compañero de la mujer se presentó al día siguiente en el despacho y le recriminó por “inmoralidad, situación no cristiana y promoción del turismo”. Morín se defendió entonces con el mismo argumento que desgranó ayer ante la cámara de TVE a la salida de la sesión: dijo que se limitó a “ejercer la voluntad de la mujer”. Morín, cuya declaración está prevista para el martes, se mostró “muy tranquilo” y expresó su “confianza” en la justicia”.
Las defensas solicitaron la nulidad del proceso porque consideran que se han vulnerado derechos fundamentales de los 12 profesionales que se sientan en el banquillo de los acusados. La fiscal matizó que el reportaje de la TV danesa fue “un mero elemento adicional” para poner en marcha la investigación y que existen otras muchas pruebas. La legalidad del proceso, remachó la fiscal, está fuera de toda duda.
Donde otras denuncias similares habían fracasado, la querella presentada en 2006 por E-Cristians —que se apoyaba, en buena medida, en el trabajo de la televisión pública danesa— siguió adelante. Y fue el origen de una prolongada investigación con pinchazos telefónicos y registros domiciliarios que, en 2007, se saldó con la detención de Morín y sus colaboradores; entre ellos, su mujer, María Luisa Duran.
En el juicio, que ha vuelto a poner en primer plano la batalla sobre el aborto, los abogados relataron que Morín informó a la Generalitat de que había recibido la visita de una “falsa paciente”: la periodista embarazada que le visitó en la clínica fingiendo interés en someterse a un aborto. El 19 de septiembre de 2006, Morín comunicó a la Dirección General de Recursos Sanitarios que, tras una visita, le dijo a la mujer que no podía ser atendida porque podría vulnerar la ley.
Según el relato de Morín, al que ha tenido acceso este diario, un compañero de la mujer se presentó al día siguiente en el despacho y le recriminó por “inmoralidad, situación no cristiana y promoción del turismo”. Morín se defendió entonces con el mismo argumento que desgranó ayer ante la cámara de TVE a la salida de la sesión: dijo que se limitó a “ejercer la voluntad de la mujer”. Morín, cuya declaración está prevista para el martes, se mostró “muy tranquilo” y expresó su “confianza” en la justicia”.
Las defensas solicitaron la nulidad del proceso porque consideran que se han vulnerado derechos fundamentales de los 12 profesionales que se sientan en el banquillo de los acusados. La fiscal matizó que el reportaje de la TV danesa fue “un mero elemento adicional” para poner en marcha la investigación y que existen otras muchas pruebas. La legalidad del proceso, remachó la fiscal, está fuera de toda duda.
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