TRIBUNA. LA SEGURIDAD SE HA CONVERTIDO EN UNA ASIGNATURA FUNDAMENTAL EN EL SISTEMA HOSPITALARIO
La gestión integrada de los riesgos en un hospital y la forma de implantarla
Si no se puede planear, organizar, comunicar y medir, menos aún se va a poder realizar adecuadamente. En un contexto en el que, por motivos lógicos, la seguridad es cada vez más importante, la gestión integrada de los numerosos riesgos que sobrevuelan un hospital es muy necesaria y debe estar basada en un sistema de gestión de riesgos.
Manuel Carmona. Jefe del Servicio de Gestión Ambiental del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid | 17/09/2012 00:00
Una vez superados los problemas básicos de subsistencia, la sociedad, especialmente aquella parte que disfruta de niveles más altos de desarrollo, muestra una preocupación cada vez mayor por la seguridad, también en los centros sanitarios.El producto hospitalario por excelencia es la salud, y la finalidad de la empresa de servicios sanitaria sería evitar la enfermedad, diagnosticarla precozmente, curarla y rehabilitar o recuperar sus consecuencias. Existen otros procesos productivos fundamentales finalistas, como la docencia y la investigación sanitaria, que junto a la asistencia constituyen las funciones del hospital.
- El coordinador debe reunir los conocimientos, comprensión y habilidades requeridas para la tarea que se le encomienda, y deberán quedar definidas las responsabilidades y su autoridad explicitada
En el desarrollo de la actividad hospitalaria se hacen presentes una variada gama de factores de riesgo que hemos de ser capaces de situar en términos aceptables. Riesgos para profesionales, pacientes, familiares, visitantes y para la salud pública. Entre estos riesgos están los laborales, eléctricos, alimentarios, de eventos adversos, ambientales…, incluso sobre la seguridad animal en los centros que disponen de cirugía experimental.
Cuestión de confianza
Además de asegurar los riesgos en términos soportables, nuestras organizaciones deben dar sensación de confianza. Hay que transmitir que, aunque hay riesgos inherentes a la actividad asistencial, la organización actúa de manera ordenada para evitar la vulnerabilidad. También es imprescindible tener en cuenta las preocupaciones que en este sentido tiene la población que atendemos, aunque en ocasiones pudieran estar basadas en una percepción poco fundamentada sobre el grado de riesgo asociado a nuestra actividad. Unas acertadas políticas de comunicación e información son las mejores herramientas para propiciar un clima de confianza que facilite la implantación de las soluciones adecuadas.
- Con un sistema de gestión de seguridad integral plantearemos toda la seguridad con un mismo objetivo, pero sin olvidar contemplar las peculiaridades de cada área de riesgos
Nosotros entendemos que este desempeño necesita estar amparado en un sistema de gestión integrado con todas y cada una de las áreas de riesgo, que permita a la organización desarrollar una política de seguridad global, establecer objetivos y procesos para alcanzar los compromisos de su política y el cumplimiento legal.
El sistema requiere que, inicialmente, los riesgos estén identificados, evaluados, analizados y concretados por clase de riesgo, con su estudio y evaluación y la correspondiente propuesta de actuación específica. El sistema de gestión integrado nos ha de permitir la dirección eficaz de la seguridad hospitalaria, homogeneizando medios y procedimientos, facilitando la interrelación entre áreas de riesgos, que bien podríamos definir como mutualismo, es decir, que beneficia a todas las partes interesadas.
Con un sistema de gestión de seguridad integral plantearemos la seguridad de forma plena, pero sin olvidar contemplar las peculiaridades de cada área de riesgos, actuando bajo el mismo objetivo: garantizar que todos los riesgos de la organización cumplen con los estándares establecidos previamente. Será también un aglutinante de las áreas de riesgos. En este sistema de gestión, a la dirección le corresponden unos pasos básicos:
- Definir la política de seguridad del centro, asegurándose de que es apropiada a la magnitud de los riesgos.
- Asegurarse de la disponibilidad de recursos esenciales para mantener y mejorar el sistema.
- Crear el órgano que aglutine todas las áreas de riesgo.
- Nombrar un miembro de la dirección para presidir dicho órgano.
- Convocar a dicho órgano a intervalos planificados.
- Identificarán prioridades y establecerán objetivos y metas de prevención apropiados.
- Facilitarán la planificación, el control, y el seguimiento de las acciones correctivas y preventivas.
- Se establecerán los recursos disponibles, la formación necesaria, los procedimientos que implantar y mantener en la comunicación interna, así como las comunicaciones pertinentes con las partes interesadas externas.
- Se evaluará el cumplimiento de los requisitos legales aplicables y de otros requisitos que la organización haya suscrito.
- Se darán a conocer los conatos, incidentes, accidentes que se hayan producido, valorando acciones correctivas, si procede.
Necesidad
Si aceptamos que la complejidad organizativa de la prevención de riesgos en un hospital es extraordinaria y transversal a la actividad del centro, que su encauzamiento ha de estar planificado, organizado, implantado, divulgado y evaluado bajo los requisitos de un sistema de gestión que permita la debida eficacia y eficiencia de los recursos, que la implantación con éxito de un sistema de gestión de riesgos requiere de un compromiso iniciado en los niveles superiores de dirección, que debe existir un aglutinante que posibilite la interrelación entre áreas de riesgos, y que trabajar en equipo es la forma adecuada de llevar adelante un proyecto complejo. Si aceptamos todo lo anterior, estaremos coincidiendo en la necesidad de contar con un sistema integrado de gestión de riesgos en el hospital.
Además, entiendo que no será especialmente enrevesada su implantación, puesto que los hospitales cuentan con profesionales con suficiente experiencia en proyectos de esta complejidad, y seguro que aparecen el liderazgo, los conocimientos, las herramientas y la paciencia necesarios para dotarlo de un tiempo prudente de recorrido.
Ahora bien, si empiezan a aparecer frases como Nos hemos arreglado bien hasta ahora, En nuestro caso el tema es diferente y Ahora no es el momento, mejor dejarlo. Que continúen haciendo lo que se pueda, aunque poco tenga que ver con la calidad y la prevención de los riesgos debidamente planificada.
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