jueves, 14 de agosto de 2014

Una nueva prueba descarta que la religiosa repatriada tenga ébola | Sociedad | EL PAÍS

Una nueva prueba descarta que la religiosa repatriada tenga ébola | Sociedad | EL PAÍS



Una nueva prueba descarta que la religiosa repatriada tenga ébola

Juliana Bohé continuará ingresada en el hospital Carlos III de Madrid hasta finales de agosto, cuando acaba el periodo de incubación de 21 días





Una vecina de la localidad navarra de Mélida donde Juliana Bonoha pasa sus vacaciones muestra una fotografia de la misionera. / VILLAR LÓPEZ (EFE)


El hospital madrileño de La Paz ha descartado este jueves que Juliana Bohé, la religiosa española de 65 años repatriada desde Liberia con el padre Miguel Pajares, esté contagiada de ébola. Bohé "no presenta sintomatología de la enfermedad", según el parte facilitado por el centro hospitalario, que indica que el segundo test realizado en el centro ha sido negativo. La religiosa "se encuentra con buen estado general y estable hemodinámicamente", añade el documento.
Bohé permanece ingresada en la sexta planta del hospital público Carlos III de Madrid. Estará en observación "hasta que transcurra el periodo de incubación de 21 días" que fija el protocolo de aislamiento establecido por el centro hospitalario. Ese periodo se cumple el próximo 28 de agosto, cuando previsiblemente será dada de alta. El virus, que acabó con la vida de su compañero de viaje, lleva ya más de un millar de víctimas en África desde que se desató la última epidemia el pasado marzo.
Bohé, de origen ecuatoguineano, permanece desde el 7 de agosto ingresada y aislada en el hospital Carlos III de Madrid, un centro del que fueron trasladados todos los pacientes para acoger a los dos religiosos. La hermana dio negativo en la primera prueba que se realizó en Liberia. Cuando llegó a Madrid el pasado día siete, superó un segundo test, aunque se le diagnosticaron fiebres tifoideas, y ésta es la tercera ocasión en la que se constata que está libre de la patología.
Miguel Pajares, de 75 años, falleció el martes a consecuencia del virus del ébola, que contrajo mientras cuidaba al director del hospital católico de San José de Monrovia, Patrick Nshamdze, que cayó enfermo, aunque las primeras pruebas no detectaron el contagio por el virus. Fue despedido en un funeral multitudinario el miércoles.
En los últimos días han muerto en Monrovia dos compañeros de Pajares, George Combey y Chantal Pascaline, que trabajaban con él en el hospital católico que ha sido cerrado. La orden está pendiente de la salud de la hermana Paciencia Melgar, también contagiada por el virus.

El personal, 21 días en observación 

Tras el fallecimiento de Pajares, el miércoles comenzaron las labores de limpieza y biodescontaminación de la estancia que ocupaba, de los conductos de ventilación y de los equipos médicos instalados en el área, en aplicación de la normativa vigente establecida por la Organización Mundial de la Salud, según informa La Paz en su comunicado. El sistema para la biodescontaminación recibe el nombre de VHP (tecnología con vapor de peróxido de hidrógeno), que genera vapor seco de alta potenciaque mata los microorganismos en un plazo de "cinco o seis horas", según explicaban los responsables de la empresa que se ha hecho cargo del proceso.
"Una vez finalizada la fase de descontaminación, está garantizada al 100 % la seguridad de todo el entorno", señala el centro sanitario. El personal que ha atendido al paciente infectado por el virus del ébola pasará 21 días en periodo de observación a contar desde el fallecimiento de Pajeres el pasado martes. El periodo cumpliría el 1 de septiembre. El riesgo de contagio "es prácticamente nulo", según el centro hospitalario, que señala que las medidas de control son tomar la temperatura corporal dos veces al día y alertar en caso de superar los 38º.

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