Preventing Chronic Disease - CDC: Volume 11, 2014: 13_0138
Opiniones de los padres sobre cómo hacer participar a familias de estudiantes de escuela secundaria media en la prevención y control de la obesidad en una población multiétnica
Burton O. Cowgill, PhD; Paul. J. Chung, MD, MS; Lindsey R. Thompson, MPH, MS; Jacinta Elijah, BA; Sheila Lamb, MSW, PPS, LCSW; Vanessa P. Garcia, BS; Roshan Bastani, PhD
Citación sugerida para este artículo: Cowgill BO, Chung PJ, Thompson LR, Elijah J, Lamb S, Garcia VP, et al. Parents’ Views on Engaging Families of Middle School Students in Obesity Prevention and Control in a Multiethnic Population. Prev Chronic Dis 2014;11:130138. DOI: http://dx.doi.org/10.5888/pcd11.130138.
REVISADO POR EXPERTOS
Resumen
Introducción
El sobrepeso y la obesidad todavía constituyen importantes riesgos de salud pública en los jóvenes en los Estados Unidos, en particular, entre aquellos que pertenecen a minorías raciales y étnicas. Los esfuerzos para prevenir y controlar la obesidad han tenido como blanco la población joven y las familias en diversos entornos. Aunque el involucrar a los padres en los programas de prevención de la obesidad en los jóvenes puede mejorar el potencial de dichos programas, poco se conoce sobre los métodos de participación que prefieren los padres, especialmente los que pertenecen a minorías raciales y étnicas y aquellos cuyo primer idioma no es el inglés. En este estudio cualitativo, se les preguntó a los padres de niños de escuela secundaria media (middle school) cuál sería la mejor manera de hacer que sus hijos participen en los esfuerzos de prevención y control de la obesidad.
El sobrepeso y la obesidad todavía constituyen importantes riesgos de salud pública en los jóvenes en los Estados Unidos, en particular, entre aquellos que pertenecen a minorías raciales y étnicas. Los esfuerzos para prevenir y controlar la obesidad han tenido como blanco la población joven y las familias en diversos entornos. Aunque el involucrar a los padres en los programas de prevención de la obesidad en los jóvenes puede mejorar el potencial de dichos programas, poco se conoce sobre los métodos de participación que prefieren los padres, especialmente los que pertenecen a minorías raciales y étnicas y aquellos cuyo primer idioma no es el inglés. En este estudio cualitativo, se les preguntó a los padres de niños de escuela secundaria media (middle school) cuál sería la mejor manera de hacer que sus hijos participen en los esfuerzos de prevención y control de la obesidad.
Métodos
Reclutamos a 38 padres de niños que asistían a escuelas secundarias medias en Los Ángeles para que participaran en grupos de enfoque. Entre el 2010 y el 2011 se realizaron dos grupos de enfoque en inglés con 14 padres de diferentes orígenes raciales y étnicos, y dos grupos en español con 24 padres latinos. Analizamos las transcripciones de los grupos de enfoque mediante el uso de análisis de contenido con técnicas inductivas y deductivas.
Reclutamos a 38 padres de niños que asistían a escuelas secundarias medias en Los Ángeles para que participaran en grupos de enfoque. Entre el 2010 y el 2011 se realizaron dos grupos de enfoque en inglés con 14 padres de diferentes orígenes raciales y étnicos, y dos grupos en español con 24 padres latinos. Analizamos las transcripciones de los grupos de enfoque mediante el uso de análisis de contenido con técnicas inductivas y deductivas.
Resultados
Los hallazgos de los grupos de enfoque confirmaron que los padres quieren ayudar a sus hijos a evitar la obesidad, pero se sienten limitados en cuanto a su capacidad de actuar. Los participantes demostraron un gran deseo de ser mejores padres como incentivo potencial para participar en los esfuerzos de prevención de la obesidad. Los padres abogaron por programas de prevención de la obesidad centrados en la familia, incluidas ligas deportivas y clases de cocina con la participación familiar. La mayoría de los hallazgos concordaron entre los grupos separados por idioma. Sin embargo, los padres de los grupos hispanohablantes mencionaron obstáculos relacionados con el idioma.
Los hallazgos de los grupos de enfoque confirmaron que los padres quieren ayudar a sus hijos a evitar la obesidad, pero se sienten limitados en cuanto a su capacidad de actuar. Los participantes demostraron un gran deseo de ser mejores padres como incentivo potencial para participar en los esfuerzos de prevención de la obesidad. Los padres abogaron por programas de prevención de la obesidad centrados en la familia, incluidas ligas deportivas y clases de cocina con la participación familiar. La mayoría de los hallazgos concordaron entre los grupos separados por idioma. Sin embargo, los padres de los grupos hispanohablantes mencionaron obstáculos relacionados con el idioma.
Conclusión
El diseño y la prueba de programas sencillos que sean sostenibles, comunitarios y centrados en la familia pueden dar a las familias la capacidad necesaria para abordar la prevención y control de la obesidad.
El diseño y la prueba de programas sencillos que sean sostenibles, comunitarios y centrados en la familia pueden dar a las familias la capacidad necesaria para abordar la prevención y control de la obesidad.
Introducción
La prevalencia de la obesidad en los Estados Unidos se ha triplicado en los últimos 30 años; el 32 % de los niños de 2 a 19 años tienen sobrepeso o son obesos (1). La proporción es aún más alta en Los Ángeles, donde el 42 % de los niños de escuela secundaria media tienen sobrepeso o son obesos (2). La mayoría de los jóvenes en Los Ángeles pertenecen a minorías raciales o étnicas y muestran altas tasas de obesidad; el 46 % de los jóvenes latinos y el 39 % de los jóvenes afroamericanos tienen sobrepeso o son obesos, comparados con el 27 % de los jóvenes blancos no hispanos (2). Entre las implicaciones inmediatas para la salud de los jóvenes obesos se encuentran el aumento del riesgo de colesterol alto, hipertensión y prediabetes (3); más aún, los jóvenes obesos corren un alto riesgo de convertirse en adultos obesos, con todos los riesgos para la salud que la obesidad implica a largo plazo.
Para abordar la obesidad en la niñez se han explorado múltiples entornos, entre ellos, escuelas, hogares y organizaciones comunitarias (4,5). A pesar de estos esfuerzos, las intervenciones en estos entornos han arrojado resultados limitados (6,7). Una posible explicación es que los padres pocas veces se integran totalmente en estas intervenciones. La inclusión de los padres en los esfuerzos para reducir la obesidad infantil puede constituir un enfoque eficaz pues ellos inciden en los hábitos de alimentación y de actividad física de sus hijos (8-12). Sin embargo, determinar la manera de involucrar exitosamente a los padres sigue siendo un reto.
Por lo general, se ha intentado incluir a los padres en los programas contra la obesidad infantil a través de intervenciones centradas en los niños (con la participación de los padres) o intervenciones que incluyen a toda la unidad familiar (centradas en la familia) (9-11,13,14). Sin embargo, lograr que los padres no anglohablantes participen en la prevención de la obesidad ha constituido un reto para los profesionales de la salud pública debido a barreras culturales, exigencias familiares encontradas y normas sociales sobre el papel que cada uno desempeña (15,16). En consecuencia, las intervenciones que se proponen incorporar a la población no anglohablante en los esfuerzos de prevención de la obesidad a menudo registran bajos índices de participación y alta deserción (15,17,18).
Nuestro estudio trabajó con una muestra multiétnica de padres de estudiantes de escuela secundaria media en Los Ángeles. Hicimos grupos de enfoque en inglés y en español a fin de obtener la opinión de los padres sobre la manera más eficaz de lograr su participación en los esfuerzos de prevención y control de la obesidad infantil. El objetivo del estudio fue proporcionar información para crear programas de prevención de la obesidad dirigidos a familias que tienen hijos en la escuela secundaria media (niños de entre 11 y 14 años).
Métodos
Criterios de selección y reclutamiento
La muestra estuvo compuesta por padres de niños inscritos en escuelas secundarias medias de la región sudoccidental de Los Ángeles, California. El reclutamiento se realizó en colaboración con organizaciones comunitarias mediante la publicación de volantes en los centros de padres de las escuelas y a través del reclutamiento directo en eventos escolares. Los padres recibieron información sobre el objetivo del estudio, por cuánto tiempo se esperaba que participaran y los criterios de selección.
Para cumplir con los criterios de selección, los participantes debían ser padres que hablaran inglés o español y que tuvieran un hijo en una escuela secundaria media de Los Ángeles (6.o a 8.o grado) durante el año académico 2010-2011. Se ofrecieron 64 padres como voluntarios, de los cuales 46 cumplían con los criterios de selección. El estudio fue aprobado por la junta de revisión institucional de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), y nosotros obtuvimos el consentimiento informado de los participantes en inglés y español.
Grupos de enfoque
De los 46 padres seleccionados para los 4 grupos de enfoque, participaron 38. Se realizaron 2 grupos de enfoque en inglés con 14 padres de diferentes orígenes raciales y étnicos, y 2 grupos de enfoque en español con 24 padres latinos que preferían comunicarse en español. En este artículo, a los padres que participaron en los grupos de enfoque en español se les llama "padres hispanohablantes". Los grupos de enfoque se estratificaron por idioma porque más del 70 % de la población de las escuelas de Los Ángeles es latina y el idioma reflejó el nivel de aculturación durante el reclutamiento. La distribución racial y étnica general de los participantes reflejó la del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles. Cada grupo de enfoque incluía 5 a 12 padres, un moderador capacitado y una persona que tomaba notas. Se grabaron digitalmente y se transcribieron todas las sesiones.
Los grupos de enfoque tuvieron una duración de dos horas y fueron dirigidos por experimentados moderadores en centros comunitarios, durante la mañana de fines de semana y días de semana. Para guiar los grupos de enfoque se utilizó un protocolo semiestructurado basado en una revisión de las publicaciones sobre la prevención de la obesidad centrada en los jóvenes (Apéndice) y la experiencia del equipo a cargo del estudio en la puesta en práctica de intervenciones para la prevención de la obesidad en las escuelas. Los moderadores alentaron a los padres a interactuar y a hablar abiertamente sobre sus diferentes puntos de vista.
Los padres respondieron un cuestionario sobre información demográfica, composición del núcleo familiar e información autorreportada sobre el peso y la estatura de padres e hijos. Las designaciones de "tiene sobrepeso" y "obeso", para los niños y los padres, se basan en las tablas de crecimiento por edad y sexo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (19). Se calculó la aculturación de los participantes latinos mediante el uso de la escala Short Acculturation Scale for Hispanics (20). Los padres dieron los datos sobre el hijo de mayor edad que tenían en la escuela secundaria media. Los participantes recibieron 40 dólares de incentivo.
Análisis cualitativo
Las transcripciones se importaron al programa Atlas.ti (Scientific Software Development GmbH, Berlín, Alemania). Las actas de los grupos hispanohablantes se transcribieron en español, se tradujeron al inglés para su análisis y un asistente de investigación bilingüe verificó su precisión de manera independiente. El análisis de contenido de las transcripciones se realizó utilizando técnicas inductivas y deductivas (21). Se creó una serie de códigos temáticos que se aplicaron sistemáticamente a las narrativas y se probó la fiabilidad entre codificadores (21). El primer autor (B. C.) revisó las transcripciones a fin de identificar el principal contenido temático que o bien encajara en las categorías contenidas en el protocolo de los grupos de enfoque (es decir, contenido programático preferido, obstáculos e instructores para alentar la participación de los padres) o bien surgiera de manera espontánea de los grupos. A dos codificadores con extensa experiencia en la codificación cualitativa y en la prevención de la obesidad en poblaciones diversas se les dieron las definiciones operativas básicas de estos temas y se les pidió que identificaran todo el texto relacionado. Un autor (B. C.) resolvió las discrepancias entre los codificadores. Este procedimiento dio como resultado 735 comentarios.
Aunque los participantes hablaron sobre los temas incluidos en las categorías del protocolo general, también se abordaron subtemas que surgieron de manera espontánea y que a menudo se generaron tangencialmente a partir del contenido prestablecido. Los codificadores identificaron estos subtemas al clasificar los comentarios en categorías tanto dentro de las categorías del protocolo como entre ellas (21). Este proceso permitió identificar 3 temas centrales y un metatema dominante que describían las motivaciones de los padres para participar en los esfuerzos de prevención de la obesidad. Para corroborar la concordancia entre los codificadores (22) se utilizó el coeficiente κ de Cohen, el cual fue satisfactorio o mejor para los temas (0.72-0.89) (23). Para comparar los grupos de enfoque anglohablantes con los hispanohablantes, se analizaron los comentarios por idioma y las similitudes y las diferencias entre los grupos a fin de determinar el efecto de la aculturación y del idioma inglés en las respuestas de los participantes.
Resultados
Características de los participantes
La mayoría de los 38 participantes eran mujeres (97 %) con una edad media de 42 años (Tabla). Según el peso y la estatura autorreportados, el 47 % de los padres eran obesos y el 31 % de ellos tenían sobrepeso. Los padres del grupo hispanohablante reportaron baja aculturación (un promedio de 1.6 en una escala de 1 a 5, donde 1 es el nivel más bajo de aculturación y 5 el nivel más alto) comparada con una media de 3.3 entre los padres latinos que participaron en los grupos anglohablantes. Los niños a los cuales se refirieron los padres tenían una edad media de 12.1 años (en un intervalo de 11 a 14 años). Según la información dada por los padres sobre el peso y la estatura de sus hijos, el 39 % de los niños eran obesos y el 11 % de ellos tenían sobrepeso.
Resultados temáticos
Los hallazgos de los grupos de enfoque se presentan en 3 categorías temáticas: 1) diseño de programas de nutrición y actividad física centrados en la familia, 2) mejoramiento del acceso de las familias a los programas de nutrición y actividad física, y 3) identificación de las necesidades no satisfechas de los padres hispanohablantes. También se identificó un metatema dominante que se filtró en los comentarios de los padres sobre la participación en los esfuerzos de prevención de la obesidad. Los padres no se sentían motivados a participar en la prevención de la obesidad únicamente, o principalmente, para mejorar la salud de sus hijos, sino que más bien estaban interesados en sentirse mejor como padres. A partir de este deseo central derivó, casi por accidente, el interés en mejorar los hábitos de alimentación y de actividad física de sus hijos. Los padres querían dar un buen ejemplo a sus hijos, participar en los programas como familia, gestionar exitosamente los compromisos familiares encontrados y compensar cualquier falta de conocimiento y destrezas que les impidiera sentirse totalmente satisfechos como padres.
Diseño de programas de nutrición y actividad física centrados en la familia
Los padres como ejemplo: Los padres de los grupos de enfoque tanto anglohablantes como hispanohablantes mencionaron la importancia de que los padres sean un ejemplo visible para sus hijos respecto de los hábitos de alimentación y de actividad física. Un participante de un grupo de enfoque hispanohablante manifestó que los padres deberían dar el ejemplo a fin de promover hábitos de alimentación saludables: "Yo creo que, más que cualquier otra cosa, es el ejemplo que dan los padres. Si los padres comen cosas que no son saludables, los niños se acostumbrarán a comer lo mismo. Lo contrario también es cierto: si los padres comienzan a comer cosas saludables, los niños también. . . lo harán. . .".
Un padre en un grupo de enfoque anglohablante explicó la manera en que los padres pueden motivar a sus hijos a hacer ejercicio: “(. . .) Si mi hijo ve que sus padres son muy activos, lo que él percibe, creo yo, es que ese es un estilo de vida. Porque yo creo que es una cuestión de estilo de vida y pienso que los hijos tienen que emular a sus padres . . . Creo que es el padre o la madre quien tiene que comenzar a ejercitarse y de alguna manera eso hace que los hijos también sean activos".
Una participante de un grupo hispanohablante describió cómo en su familia hacen ejercicio juntos: "En mi familia, a todos nos gusta el karate o el taekwondo. Es divertido porque de repente se aparece un papá o una mamá con su hijo, vestidos con el uniforme de karate . . . Yo siempre trato de mostrarles que estamos haciendo ejercicio".
Actividades centradas en la familia: Según los participantes de los grupos de enfoque tanto anglohablantes como hispanohablantes, los programas centrados en la familia ofrecían una alternativa viable a los programas tradicionales dirigidos solamente a los jóvenes o solamente a los adultos. Las actividades centradas en la familia permitían a los padres modelar conductas saludables y usar su tiempo limitado para participar en actividades saludables de la manera más eficiente. Los padres abogaron por clases de cocina para padres e hijos así como por ligas deportivas, clubes de ciclismo y caminatas centrados en la familia. Una madre en un grupo hispanohablante expresó su deseo de contar con un programa de nutrición para padres e hijos: "Una clase de nutrición, con padres e hijos juntos. . . en la que enseñen a cocinar, a preparar ensaladas, cualquier cosa, pero juntos, al mismo tiempo: en la escuela, en el parque, en cualquier parte". Un padre en un grupo anglohablante describió el concepto de una liga deportiva centrada en la familia: "De hecho, le he sugerido a un par de amigos que formemos una liga de softballentre padres e hijos, o algo así. Y también se podría animar a otras ciudades a hacer lo mismo".
Mejoramiento del acceso de las familias a los programas de nutrición y actividad física
Cómo mantener el compromiso a pesar de un horario apretado: Las limitaciones de tiempo fueron consideradas un obstáculo importante. Los padres explicaron que sus apretados horarios de trabajo y las responsabilidades escolares de sus hijos (por ejemplo, excesivas tareas, actividades extracurriculares) les impedían comprometerse en una actividad física y participar en programas de nutrición.
Los padres hicieron varias recomendaciones para aumentar la participación de la familia en los esfuerzos comunitarios para prevenir la obesidad. Debido a los horarios apretados durante la semana, los padres consideraron que los sábados eran los mejores días para dichas actividades. Además, plantearon la necesidad de contar con un abanderado local para animar a las familias a mantener su participación en los programas. Un padre de un grupo anglohablante explicó: "No podemos anticipar ni esperar que los mismos padres se encarguen de esto todo el tiempo. Debe haber un experto. . . cuyo trabajo sea mantener a los padres motivados".
Los participantes también describieron qué podrían hacer las familias para trabajar juntas a fin de promover la actividad física a través de actividades en grupo, como clubes de caminantes, por ejemplo. Una madre en un grupo hispanohablante describió su idea: "Creo que se podrían formar pequeñas comunidades en las cuales 3 o. . . 6 niños de una cuadra se junten para salir todos a caminar con un padre o una madre . . . Hay 3 o 4 niños que viven en la misma cuadra y van a la escuela. ¿Por qué no podrían ir todos caminando con un papá o una mamá que los supervise?".
Variabilidad en las oportunidades de prevención de la obesidad con base comunitaria: El conocimiento de los participantes respecto de los programas de prevención de la obesidad existentes y el uso que se hace de ellos en sus comunidades varió. Algunos padres estaban al tanto de las oportunidades existentes en sus vecindarios, pero afirmaron que usaban muy poco esos servicios. Un padre en un grupo hispanohablante explicó la necesidad de promover clases de actividad física a nivel local: "Cerca de mi casa hay un parque donde dan clases gratis de karate, baile, guitarra, pero lamentablemente nadie asiste".
Otros vecindarios no contaban con los programas deseados. Un participante en un grupo anglohablante describió la falta de programas en las cercanías: "[La ciudad] no ofrece clases de hip-hop. Me gustaría que lo hicieran. Ellos de alguna manera reciben todos estos fondos, pero los únicos centros comunitarios que ofrecen esas [clases] que los niños tanto quieren se encuentran en otras comunidades. . . Yo tengo que ir a otras ciudades solo para llevar a mi hija a los lugares adonde le gusta ir".
Identificación de las necesidades no satisfechas de los padres hispanohablantes
Destrezas y conocimientos necesarios: Solamente los padres en los grupos de enfoque hispanohablantes manifestaron la necesidad de aprender a leer las etiquetas nutricionales, qué significa una "comida saludable" y cómo identificar el tamaño de las porciones. Una madre de un grupo hispanohablante explicó sus necesidades: "Me gustaría aprender más sobre cómo leer las etiquetas, pues hay etiquetas que hablan de calorías y grasas saturadas, de azúcares, carbohidratos y calorías. Eso es lo que no entiendo, la verdad. Esa es una parte del problema. Para mí, la nutrición es saber leer las etiquetas". Los padres hispanohablantes también expresaron la necesidad de aprender a utilizar el computador para navegar por Internet a fin de aprender sobre temas de salud.
Cómo generar confianza y proveer información culturalmente adecuada: Los padres de los grupos hispanohablantes manifestaron otras frustraciones con respecto a los programas de prevención de la obesidad. Algunos pensaban que los instructores no eran creíbles o no estaban preparados. Una madre en un grupo de enfoque hispanohablante describió el tipo de persona que ella preferiría tener como instructor de un programa de nutrición: “(. . .) Una persona con educación en nutrición, un nutricionista. Alguien que verdaderamente pueda decir lo que está bien y lo que no está bien. Un profesional. . . Uno confía en lo que ellos dicen".
Para otros, lo más importante eran los temas de sensibilidad cultural hacia las poblaciones latinas y el poder contar con instructores hispanohablantes. Una madre en un grupo hispanohablante describió su experiencia con los programas de prevención de la obesidad: "Los Ángeles debería tener más programas contra la obesidad para latinos. . . Ellos hablan puro inglés. . . Yo entiendo la primera y la segunda parte, pero no entiendo el resto. Algunas veces entendemos [el contenido], pero es difícil hablar".
Discusión
Los padres que participaron en nuestros grupos de enfoque se mostraron interesados en participar en los programas de prevención de la obesidad. Sin embargo, su motivación no se originaba principalmente en su deseo de mejorar la salud de sus hijos y familias. En vez de eso, entre los padres se identificó un deseo predominante de sentirse mejor consigo mismos como padres, lo cual a su vez podría llevarlos a buscar mejoras en los hábitos de alimentación y actividad física de sus familias. Los padres querían dar el ejemplo, guiar sus ocupadas vidas de manera más eficiente y adquirir las destrezas y los conocimientos necesarios que les permitan participar en clases de cocina y ligas deportivas familiares. Según este hallazgo, una manera de reclutar a los padres para que participen en los esfuerzos de prevención de la obesidad podría ser apelando a un deseo más general de ser buenos padres. Estos mismos hallazgos se observaron tanto entre los participantes de los grupos de enfoque anglohablantes como los hispanohablantes. Para lograr esta meta, las intervenciones para la prevención de la obesidad podrían incorporar la adquisición de destrezas parentales, como la administración del tiempo y la identificación de oportunidades de enseñanza, una estrategia que se ha usado con niños en edad prescolar (24,25).
Los hallazgos en nuestros grupos de enfoque indican que los padres quieren ser un mejor ejemplo para sus hijos en cuestiones de hábitos de alimentación y de actividad física. Los padres reconocieron que los apretados horarios hacían difícil la participación de la familia en los esfuerzos de prevención de la obesidad. Los programas centrados en la familia y a nivel comunitario surgieron como la opción preferida para abordar el control de la obesidad, dados los obstáculos mencionados que impiden la participación en los programas de orientación individual.
Están apareciendo lentamente publicaciones sobre la prevención de la obesidad con la participación de los padres. Dichas publicaciones parecen indicar que la participación de los padres puede incidir en los hábitos de alimentación y actividad física de sus hijos (11). El nivel y el alcance de la incorporación de los padres en los programas de prevención de la obesidad en los jóvenes varían desde programas que tienen clases separadas para padres e hijos hasta otros programas que involucran a los padres a través de actividades en el hogar (13,17,26). Los resultados de nuestro estudio confirman los hallazgos anteriores según los cuales los padres quieren integrarse y participar en los programas de prevención de la obesidad (16,27). Sin embargo, una extensión posiblemente más prometedora de las intervenciones que involucran a los padres es la programación centrada en la familia (9).
El concepto de programas de actividad física centrados en la familia ha surgido como medio potencial para motivar a los padres y a los niños de escuela superior media a hacer ejercicio más constantemente. En estudios anteriores se han citado teorías sobre sistemas familiares que plantean que las familias tienen más probabilidades de alcanzar las metas de salud deseadas si tratan de alcanzar esas metas como unidad familiar (12,14). En nuestro estudio, los padres pidieron caminatas, ciclismo o ligas deportivas organizadas y centradas en la familia.
El concepto de programas de ejercicio con la participación de los padres se ha mencionado en trabajos cualitativos anteriores (28), y el área de prevención de la obesidad ha abogado recientemente por la adopción de un enfoque centrado en la familia (14). Dicho enfoque podría dar lugar a intervenciones innovadoras que aborden muchos de los problemas planteados en nuestros grupos de enfoque como, por ejemplo, una liga de fútbol no competitiva conformada por equipos de padres e hijos que estén en la escuela secundaria media, que se reúnan a jugar los domingos por la mañana. Los padres tendrían la oportunidad de demostrar su compromiso con la actividad física, un deseo que ellos identificaron en nuestras conversaciones. Las familias podrían hacer ejercicio en conjunto, a una hora conveniente, y de esa manera maximizar el limitado tiempo que sus miembros tienen para mantenerse activos y estar juntos. Los niños y sus padres tendrían la oportunidad de motivarse mutuamente y de estrechar el vínculo entre ellos a través de la experiencia de grupo. A su vez, este vínculo afectivo entre padre e hijo podría ayudar a facilitar la oportunidad de hablar más abiertamente sobre otros hábitos de salud, tales como mejorar la selección de alimentos. Además, las actividades que incorporan la adquisición de destrezas parentales podrían animar aún más a los padres a participar. La creación y evaluación de ligas deportivas centradas en la familia podría constituir una nueva manera de abordar la prevención y control de la obesidad que vale la pena investigar.
Se sabe menos sobre la participación de padres cuyo idioma principal es el español pues ellos enfrentan retos únicos en cuanto al acceso a los programas de prevención de la obesidad. Entre estos retos se encuentran la idoneidad cultural, el idioma y las normas sociales sobre el papel que cada persona desempeña (15,16). La mayoría de los padres que participaron en nuestros grupos de enfoque hispanohablantes provenían de familias latinas que también reportaron bajos índices de aculturación e identificaron obstáculos que les impiden participar en los esfuerzos de prevención de la obesidad. Los participantes citaron la falta de información en español o de programas que tomaran en cuenta sus orígenes culturales, lo cual corrobora hallazgos anteriores (29,30). Es posible que los programas de prevención de la obesidad con base comunitaria necesiten estrategias de acercamiento que permitan llegar a familias cuyo idioma principal es el español y que empleen instructores profesionales que no solamente sean culturalmente apropiados, sino que también tengan las credenciales necesarias. Los padres en los grupos de enfoque hispanohablantes también manifestaron la necesidad de aprender la manera de acceder a Internet para obtener más información sobre la prevención de la obesidad. La adquisición de estas destrezas también satisfaría su deseo de ser mejores padres. Aquellos que elaboran los programas de prevención y control de la obesidad dirigidos a las poblaciones latinas podrían considerar incluir módulos sobre el uso de Internet y crear repositorios de materiales en español.
El uso de un diseño de estudio aplicable a grupos de enfoque limita nuestros hallazgos. Para este estudio se seleccionaron entrevistas para los grupos de enfoque que facilitaran la conversación en profundidad de las perspectivas individuales en el contexto de un ambiente de grupo. Esto podría hacer que las contribuciones individuales aparezcan de manera desproporcionada en los resultados totales del grupo. Más aún, la muestra para este estudio se seleccionó a través de un muestreo de conveniencia y estuvo compuesta principalmente por mujeres latinas, lo cual limita la aplicación de nuestros hallazgos.
Sin embargo, los hallazgos de este estudio confirman la noción de que los padres quieren ayudar a sus hijos a evitar la obesidad, pero se sienten limitados en su capacidad de actuar. Las familias enfrentan varios obstáculos que les impiden llevar estilos de vida saludables en el hogar, las escuelas y comunidades. En el estudio no se descubrió ninguna diferencia importante entre los padres de los grupos anglohablantes e hispanohablantes en cuanto a la motivación parental y el interés en participar en programas de prevención de la obesidad, con la excepción de los obstáculos relacionados con el idioma entre los padres cuyo idioma principal era el español. La creación y prueba de una mayor cantidad de programas sencillos que sean sostenibles, con base comunitaria y centrados en la familia podría traducirse en innovaciones que permitan fortalecer a las familias para que lleven vidas más saludables en sus comunidades.
Agradecimientos
Este trabajo fue financiado con la subvención núm. U48-DP001934 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades; investigador principal, Roshan Bastani. Agradecemos a Sandra Chacón, Max Hadler, Guadalupe Mota, Samantha Wellerstein y Erica Zallen por su ayuda en la investigación. El doctor Cowgill también está afiliado al Centro para la Investigación de la Prevención y el Control del Cáncer, el Centro Oncológico Integral Jonsson de UCLA, y el Centro de Investigación y Prevención de UCLA/RAND, Los Ángeles, California.
Información sobre los autores
Autor responsable de la correspondencia: Burton O. Cowgill, PhD, University of California, Los Angeles Fielding School of Public Health, 650 Charles Young Dr South, A2-125 CHS, Box 956900, Los Angeles, CA 90095-6900. Teléfono: (310) 794-3569. Correo electrónico: bcowgill@ucla.edu.
Afiliaciones de los autores: Paul J. Chung, UCLA Fielding School of Public Health, Jonsson Comprehensive Cancer Center, UCLA/RAND Prevention Research Center, Mattel Children’s Hospital UCLA, David Geffen School of Medicine at UCLA, Los Angeles, California, The RAND Corporation, Santa Monica, California; Lindsey R. Thompson, Jacinta Elijah, Jonsson Comprehensive Cancer Center, UCLA/RAND Prevention Research Center, Los Angeles, California; Sheila Lamb, Los Angeles Unified School District, Los Angeles, California; Vanessa P. Garcia, UCLA/RAND Prevention Research Center, Mattel Children’s Hospital UCLA, David Geffen School of Medicine at UCLA, Los Angeles, California; Roshan Bastani, UCLA Fielding School of Public Health, Jonsson Comprehensive Cancer Center, UCLA/RAND Prevention Research Center, Los Angeles, California.
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