martes, 26 de mayo de 2015

El eje vertebral del derecho a la salud :: El Médico Interactivo :: El eje vertebral del derecho a la salud

:: El Médico Interactivo :: El eje vertebral del derecho a la salud



El eje vertebral del derecho a la salud





Mayo de 2015 - Honorio-Carlos Bando Casado. Profesor honorario de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Académico de las Reales Academias de Farmacia, Jurisprudencia y Legislación y Doctores.

El derecho a la salud es una parte fundamental de los derechos humanos y de lo que entendemos por una vida digna. El objetivo básico de la protección jurídica a la salud descansa en potenciar la promoción integral de la salud que, por un lado, proporciona un aumento de la salud a la población y, por otro, ahorra costes de asistencia hospitalaria. Y ahora que estamos atravesando un periodo grave de profunda crisis económica globalizada, se requiere la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y hay que trabajar para lograrlo.

La salud es una de las preocupaciones fundamentales de los ciudadanos españoles. Quiero señalar que, como seres humanos, nuestra salud y la de quienes están a nuestro cuidado es un motivo de inquietud cotidiana, independientemente de la edad, sexo y condición socioeconómica. Consideramos que la salud es un bien básico y precioso que poseemos y la falta de salud puede impedirnos cumplir con nuestras obligaciones y responsabilidades. De alguna manera, esto quiere decir que cuando hablamos de bienestar, pensamos en salud.
Así pues, el derecho a la salud es una parte fundamental de los derechos humanos y de lo que entendemos por una vida digna; el  derecho a disfrutar de un nivel de vida lo más alto posible en lo que respecta a salud física y mental. De hecho, el profesor Diego Gracia señalaba que la salud no es un hecho sino un valor que hay que poner en relación con el resto del sistema de valores de una sociedad.
Promoción de la salud
La promoción de la salud es un concepto positivo, que se caracteriza por desarrollar acciones destinadas a su incremento. Partimos de la idea de que la promoción de la salud es algo que puede administrarse  y todo patrimonio bien administrado es lógico que aumente.
La protección integral de la salud es una de las cuestiones importantes dentro de la Unión Europea. Para ello, se están llevando  a cabo medidas legislativas y se están destinando recursos económicos con el fin de preservar, fomentar y mejorar el desarrollo del derecho a la salud de los ciudadanos europeos.
Queda pues de manifiesto que el objetivo básico de la protección jurídica a la salud descansa en potenciar la promoción integral de la salud, que, por un lado, proporciona un aumento de la salud a la población y, por otro, ahorra costes de asistencia hospitalaria. De ahí que, de acuerdo con la OMS, la promoción y la prevención sean una inversión tanto social como económica.
Nueva configuración del Sistema Nacional de Salud
Los ciudadanos españoles estamos orgullosos de nuestro sistema sanitario, que es apreciado por la mayoría de la población y ha alcanzado la naturaleza privilegiada de los bienes irrenunciables, independientemente de las mejoras que todavía quedan por hacer, ya que se considera un patrimonio de todos.
El Sistema Nacional de Salud se configura a través de los servicios de salud de la Administración General del Estado y los servicios regionales de salud de las Comunidades Autónomas. La coordinación se establece a través del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que posee un dispositivo público de servicios y prestaciones que cubre a toda la población española, con un esfuerzo económico y niveles de calidad técnica y profesional muy destacable, lo que ha contribuido de forma decisiva a la mejora del estado de salud de la población.
El nuevo ritmo de la Sanidad española debe plantearse cuál debe ser la configuración del sistema. Para ello es necesario un replanteamiento a fondo del Consejo Interterritorial y la vertebración de una Alta Inspección para hacer cumplir la legislación vigente; una potestad que el capítulo IV del Título II de la Ley General de Sanidad, para el control y seguimiento de las directrices del Sistema, asigna al Estado. Y de este modo, evitar y corregir los desequilibrios territoriales existentes y contribuir a la equidad, cuestión muy importante para la salud de los ciudadanos.
Esfuerzo económico
En la última década se ha realizado un enorme esfuerzo económico para el desarrollo de la asistencia sanitaria y farmacéutica, que ha contribuido al fomento del derecho a la salud. Se ha establecido un marco financiero y se ha tenido en cuenta la orientación de las prestaciones sanitarias y farmacéuticas.
El incremento de los gastos sanitarios para acercar la asistencia a los ciudadanos ha supuesto un avance notorio, en comparación con los países más avanzados de la Unión Europea. El coste del sistema sanitario público es comparativamente bajo, en función de los resultados tanto en salud como en asistencia sanitaria, que son comparables con los de Francia, Alemania y Reino Unido. Sin embargo, hoy necesita afrontar reformas para su sostenibilidad, para lo cual hay que tener muy presente, por un lado a los profesionales sanitarios y, por otro, a los ciudadanos y pacientes.
Participación ciudadana
A raíz del desarrollo de la legislación sanitaria se han conseguido muchos logros, mediante la participación de los ciudadanos, ya sean pacientes, familiares o voluntarios, que trabajan muchas veces altruistamente en asociaciones compuestas por afectados de determinadas enfermedades, grupos de ayuda mutua y fundaciones que desempeñan una importantísima labor; todo ello a través del paraguas de la promoción de la salud. Los equipos de Atención Primaria ocupan un papel muy importante para desarrollar este tipo de actividades.
Sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud
Uno de los puntos básicos para el desarrollo del derecho a la salud es la ordenación de las profesiones sanitarias, con el objetivo de facilitar a los ciudadanos el conocimiento efectivo de las prestaciones que garantiza el Sistema Nacional de Salud.
Ahora que estamos atravesando un período grave de profunda crisis económica globalizada, se requiere la sostenibilidad de dicho sistema. Por eso, es perentorio fomentar el desarrollo de su sostenibilidad dentro de nuestra sociedad, ya que los recursos de los que hoy se disponen son insuficientes y hay que trabajar en la corresponsabilidad con todos los agentes implicados.
De manera paralela, hay que establecer estrategias para instaurar un diálogo permanente con los profesionales del sector, interlocutores sociales, líderes de opinión y medios de comunicación.
Durante la ejecución de estas medidas se irán despejando muchas incógnitas sobre qué modelo organizativo es mejor para España. Las medidas y actuaciones tienen que incidir directamente en una triple vertiente: la gestión, la organización y el gasto.
Al Estado le toca gestionar una estructura central con una proyección horizontal en áreas básicas, como la investigación, la formación, la acreditación y evaluación de medicamentos y la Sanidad exterior.
Para alcanzar nuevos objetivos, deben implicarse las Comunidades Autónomas y la Administración General del Estado. Y, es conveniente señalar que los puntos críticos sanitarios inciden básicamente en la gestión, donde se producen problemas estructurales que condicionan, en muchos casos, su eficacia y eficiencia.
Como señalaba Ortega y Gasset, "el verdadero tesoro del hombre es el tesoro de sus errores", y en esta dirección hemos de reflexionar sobre los logros, con sus luces y sus sombras, de nuestro sistema sanitario.
Agradecimientos
Quiero que esta tribuna de expertos sea un homenaje a los profesionales de las Ciencias de la Salud y de la Vida, con mi agradecimiento por haber contribuido activamente con su profesionalidad en conseguir mayores cotas de salud para nuestro país. También es un homenaje a los ciudadanos y pacientes, sujetos activos del derecho a la salud.
Personalmente siempre he estado preocupado por la Sanidad y por el derecho a la salud para todos. Como decía Gregorio Marañón, "el fin no es llegar, sino hacer"; y eso es, en definitiva, mi horizonte, mi brújula y mi timón.

No hay comentarios: