Lundbeck: Un centenario de éxitos
Mayo de 2015 - Silvia C. Carpallo
El laboratorio danés Lundbeck cumple en estos días cien años de su constitución. Este centenario da las claves de su éxito, centrándose en la investigación en el Sistema Nervioso Central, y siendo líderes en el tratamiento de enfermedades como la depresión o el Alzheimer. La vista en el futuro la ponen en mejorar el estigma social, la adherencia a los tratamientos y la percepción de la labor de la propia industria farmacéutica por parte de la población general.
Centrarse en una única área terapéutica y llegar a los cien años, pudiendo echar la vista atrás con satisfacción y la mirada hacia delante con esperanza, no es fácil, nada fácil. Por eso, que Lundbeck celebre este año su primer centenario supone no sólo un motivo de alegría para la compañía, sino también un momento para la reflexión. Y es que son muchos los temas abordados, pero también muchos los que quedan por tratar, tanto desde la industria farmacéutica en general, como de la que se dedica a la investigación del Sistema Nervioso Central (SNC) en particular.
Sobre estos 100 años
Un siglo de investigación para mejorar la vida de 700 millones de personas. Lundbeck cumple 100 años en Europa y 20 en España, pero lo que Xavier Martí, director general de Lundbeck España, apunta a EL MÉDICO es que los años más importantes de la compañía han sido estos últimos 60, ya que "fue desde entonces cuando Lundbeck se centró en los avances en el Sistema Nervioso Central, es decir, Psiquiatría y Neurología, siendo actualmente el único laboratorio que se centra únicamente en esta área". Así, los avances durante estos años han venido de la mano del lanzamiento de fármacos innovadores en el campo de la depresión, la esquizofrenia, el Alzheimer o el Parkinson. "Todo ello producto de nuestra propia investigación", pero también de los acuerdos con otras compañías, siempre interviniendo en el proceso de investigación y no entrando directamente en la compra del producto. "Hemos sido líderes en el mercado en muchas de estas patologías, y eso nos ha hecho valedores de acuerdos con partners que han visto en nosotros un Know How donde poder invertir cuando se trata de proyectos innovadores dentro del SNC", apunta el director general de la compañía en España.
Por su parte, Lourdes Pla, responsable de Market Access y Relaciones Institucionales en Lundbeck, cifra en 28 los productos que han sacado al mercado, teniendo ya otros 3 en su pipeline, "que son muchos para un área terapéutica tan compleja". Dentro de ellos, si habría que poner nombre al mayor hito de la compañía, sin duda, sería Cipralex, "porque ha sido líder en el mercado en la mayoría de países en los que ha sido lanzado", sin olvidar que llegó a alrededor de 100. Hoy esta patente ha expirado, pero Lundbeck ya trabaja en un nuevo antidepresivo.
En otra de las áreas más punteras a nivel mundial de investigación, el Alzheimer, Ebixa también supuso un punto de inflexión en el momento de su lanzamiento, ya que era un área terapéutica no cubierta, lo que los colocó como líderes en innovación. En lo referente a Parkinson también destaca la revolución de los tratamientos orales, en muchos países, pero sobre todo en España. "Todo esto son hitos casi tan importantes como llegar a cumplir los cien años", resume Lourdes Pla.
Las claves de la compañía
En Lundbeck, a nivel internacional, trabajan alrededor de 1.200 personas en el equipo de I+D+i, que ha conseguido que 2014 haya supuesto el inicio del programa más extenso de lanzamiento de su historia. Más concretamente, se ha lanzado Abilify Maintena para el tratamiento de la esquizofrenia, junto con Otsuka, como resultado de una de fructífera alianza. Igualmente, entre los productos más recientes, destaca Selincro para el tratamiento de la dependencia alcohólica, y Brintellix para la depresión (este último aún no comercializado en España). Para Lundbeck es vital la colaboración entre compañías farmacéuticas, así como los acuerdos de investigación y comercialización con alcance global. Todo ello se ha visto traducido en la colaboración con compañías como Otsuka, Teva, Takeda y Merck. La clave está en entender que cada vez se necesitan más recursos y tiempo para descubrir moléculas y desarrollar fármacos que tengan un verdadero valor añadido sobre los ya existentes, pero es que en la investigación del Sistema Nervioso Central se vuelve imprescindible tener aliados, para avanzar en un campo tan árido, teniendo en cuenta que el cerebro sigue siendo nuestro órgano más desconocido.
De hecho, la idea de buscar alianzas, en vez de un crecimiento exponencial, la mantiene con un tamaño "mediano", que resulta ser precisamente otra de sus grandes ventajas. Según la responsable de Market Access y Relaciones Institucionales, el tamaño de la compañía "da una flexibilidad mayor y una respuesta más rápida a las necesidades del entorno. Posiblemente el tamaño sea ideal para poder reaccionar, sin dejar de ser una compañía global y multinacional".
Otro de sus puntos destacados es su imagen, como empresa comprometida y transparente. En la reciente encuesta realizada por PatientView, un grupo de investigación, publicación y consultoría que trabaja para crear puentes entre ONG/Asociaciones de Pacientes de todo el mundo, en el ranking general de la encuesta de 2014, Lundbeck se sitúa en quinta posición, siendo tercera en relación con la seguridad y en cuarta posición en relación con la integridad. La encuesta mide y clasifica la reputación corporativa de 37 compañías farmacéuticas y se basa en la evaluación y aportación de 1.150 organizaciones de pacientes de 58 países de todo el mundo.
El último dato a destacar es el hecho de que esté estructurada dentro de la propia Fundación Lundbeck, y es que como explica Xavier Martí, "el 70 por ciento del accionariado está en manos de una fundación, basándose en un modelo muy nórdico". Esta fundación tiene entre sus objetivos velar por que un porcentaje muy importante de los ingresos de la compañía se reinviertan en investigación. "Hasta ahora hemos estado invirtiendo más de un 20 por ciento de nuestros ingresos. La Fundación mira más a largo plazo, intentando que el ánimo sea preservar esa investigación, pensando en los beneficios más a medio y largo plazo", asegura el director general en España.
La situación en España
Si este es el trabajo de Lundbeck a nivel global, queda por saber cómo es el trabajo en España, donde la compañía lleva trabajando dos décadas. "España tiene muy buena imagen, pero es que en general el nivel de los profesionales es muy alto", asegura Lourdes Pla. Xavier Martí, por su parte, matiza que "antes las cosas eran diferentes, pero actualmente, la calidad de los ensayos clínicos en España está por encima de la media europea". De hecho, en el manejo de ciertas enfermedades, el trabajo en España es pionero en Europa, como por ejemplo es el caso de los programas que se están realizando en Cataluña, respecto a la dependencia del alcohol. Lourdes Pla vuelve a intervenir, aportando que "Lundbeck España como filial también es reconocida, con muchos proyectos multinacionales".
En cuanto a la situación económica del país y las políticas llevadas a cabo en materia de gasto farmacéutico, los representantes opinan que "se hace complicado de explicar", a un nivel más internacional. "No es un marco legal ideal, y toda la industria sigue luchando para que sea un marco más estable y predecible". Sin embargo, Xavier Martí reflexiona que al fin y al cabo "cada país tiene sus sistemas y no hay un sistema perfecto. El problema realmente es que se ve el gasto farmacéutico de forma aislada, lo que hace difícil explicar el valor añadido que tiene un fármaco en el resto de costes". Así Lourdes Pla ve necesaria la creación de "un plan estratégico nacional para financiar las innovaciones".
Por otra parte, no se trata sólo de concienciar de la importancia de la Industria a la Administración, sino sobre todo a la sociedad. "No hemos sabido transmitir la importancia de este sector a la población general, mejorar la visión de los laboratorios por parte de la sociedad es una asignatura pendiente" reflexiona Lourdes Pla.
El objetivo de Lundbeck no pasa sólo por conseguir mejorar la innovación, sino también por erradicar el estigma asociado a estas patologías. De esta manera promueve acciones de concienciación que sitúen a estas enfermedades en la agenda pública, aumenten el conocimiento y, así, se consiga la normalización de las mismas
Investigar en SNC
Hay más de 700 millones de personas con patología psiquiátrica y neurológica esperando un avance que mejore su vida. Las patologías mentales tienen un impacto laboral enorme y son una de las principales causas de pérdida de productividad. En el área económica europea, en 2007, se estimó que los costes totales relacionados con la productividad de los trastornos de salud mental fueron de 136.300 millones de euros. En promedio, las personas que sufren depresión pierden alrededor del 25 por ciento de días de trabajo, comparado con un 18 por ciento entre los que sufren enfermedades cardiacas o un 12 por ciento entre los diabéticos. La OMS pronostica que la depresión llegará a ser la primera causa de discapacidad laboral en 2020.
Lundbeck sigue siendo la única compañía que centra todos sus recursos en la investigación del SNC. Sin embargo, tal y como explicaba Lourdes Pla, el coste en investigación en salud mental es mayor, ya que los ensayos clínicos son más largos y más complejos, porque se necesita un mayor número de pacientes, teniendo además en cuenta que el placebo tiene una eficacia muy alta, y por lo tanto es más arduo conseguir resultados relevantes. Todo ello incrementa los costes de la investigación. "Son inversiones de alto riesgo, puesto que necesitas muchos pacientes, las valoraciones psiquiátricas comportan mucha ambigüedad y muchas otras compañías de la industria han abandonado este sector precisamente por toda esta problemática", reconoce la experta.
Esto es así ya que no existen, como en otras patologías, biomarcadores o pruebas diagnósticas. "Por eso muchas empresas que quieren invertir en SNC se acercan a nosotros como expertos que ya tienen un bagaje al respecto. Es uno de nuestros valores como compañía, nuestro prestigio en investigación", aporta Xavier Martí.
Un nuevo reto, la dependencia alcohólica
Selincro es la primera molécula que ha demostrado en ensayos clínicos en fase III que reduce la ingesta de alcohol. Con lo cual se disminuye el consumo de alcohol sin dejar de beber de forma radical, ya que generalmente los fármacos estaban centrados en el objetivo de la abstinencia, y el fracaso era de un 80 por ciento. "Los ensayos lo que han demostrado es que al cabo de un mes, la ingesta se reduce en un 60 por ciento. Si eres un paciente de riesgo y hay unos índices de ingesta muy altos, reducir ese porcentaje supone reducir el riesgo de todas las enfermedades relacionadas", aclara el director general en España.
Otra cuestión a aclarar es que en los países nórdicos tienen un modelo de bebida más centrado en beber fines de semana, mientras que en países más latinos el consumo es más social, y eso supone abordajes diferentes, por lo que en este caso el papel de Atención Primaria es vital. Sin embargo, el médico de familia muchas veces no llega a detectar esta patología, bien porque no hay tiempo, o porque no existe la suficiente información y formación al respecto. No hay que olvidar tampoco que el alcohol está muy relacionado con las enfermedades mentales, ya que "hay quien utiliza el alcohol como terapia", alerta Xavier Martí.
El siguiente paso es conseguir que "la Atención Primaria pueda tener acceso a estos fármacos", pero el dilema pasa por que cada CC.AA. tiene una visión diferente. Si bien ya se maneja desde el primer nivel asistencial en el País Vasco, no todas las Comunidades tienen la misma política. Por ello, el representante español apunta que "estamos intentando convencer de alguna manera a las CC.AA. de que la AP tenga acceso a este fármaco. El paciente que está en drogodependencia o en el área de Psiquiatría es un paciente que está muy mal, donde la abstinencia es lo primero, por lo tanto no es el perfil idóneo para el fármaco. El paciente con dependencia al alcohol, que ya está impactando en su salud, pero que no es una persona que tenga que ir a drogodependencia está en manos de AP, y ese es nuestro paciente." La responsable de Relaciones Institucionales opina por su parte que "las CC.AA. ya son sensibles, el problema, como siempre, es manejar los presupuestos".
Otras áreas de futuros avances
Si eso es lo que ya ha llegado, queda por hablar de lo que está por venir, y es que si bien Brintellix aún no ha llegado a España, ya ha dado muy buenos resultados. "Se trata de un nuevo abordaje de la depresión, no sólo desde la perspectiva anímica, sino también respecto a las capacidades del paciente", afirma Martí. Y es que la depresión no sólo afecta a los pacientes que se dan de baja, sino a aquellos que continúan con su vida laboral, sin encontrarse realmente bien. También se habla de personas activas con depresiones mal diagnosticadas. "Pero también está el problema del presentismo, personas que con una depresión mal controlada van a trabajar pero tienen problemas de concentración, de memoria, o de planificación, y en definitiva ven disminuida su productividad de una manera importante". Por eso, con este nuevo antidepresivo el objetivo pasa por mejorar el impacto de los síntomas cognitivos de la depresión, que tienen que ver con la vida profesional y también con la familiar, y que hasta ahora ha sido un área poco investigada
Por su parte, Lourdes Pla pone el foco en el Alzheimer, "una patología que va a aumentar, porque va a aumentar la esperanza de vida, y por ello, también es un reto conseguir una verdadera innovación al respecto". No hay que olvidar que son muchas las moléculas que se han quedado por el camino, y de hecho, nunca ha visto la luz ninguna de las vacunas anunciadas. En este sentido, los representantes avanzan que "tenemos una innovación que podrá llegar al mercado de aquí a 3 o 4 años".
Vista en el futuro
Preguntando no por lo hecho, o por lo que está pasando, toca poner la vista en el futuro, a lo que los representantes de Lundbeck apuntan a que "está todo por hacer, aunque solo sea por el hecho de que el cerebro sigue siendo un gran desconocido".
Sin embargo, Xavier Martí sí señala que "un área de especial atención es la dependencia, donde no hay mucho conocimiento", y es que en general, en todo lo que tenga que ver con salud mental, "tener al paciente controlado no basta, el siguiente paso es conseguir mejorar la calidad de vida".
Otro de los retos es lograr mejorar la adherencia, que en estos tratamientos, que conllevan diversos efectos secundarios, se complica, además por el hecho de que cuando los síntomas mejoran, el paciente cree que está curando y abandona la medicación. En este sentido la idea pasa por espaciar las tomas, o también, por involucrar al médico en las mismas, para asegurar su cumplimiento, como pueden ser los tratamientos inyectables una vez al mes. "Es vital garantizar la adherencia para que las recaídas sean las menos posibles".
A modo de reflexión final, Xavier Martí resume que "no puedo imaginar los próximos cien años, pero sí los próximos veinte, ya que es más fácil verlo en una compañía que tiene un objetivo tan claro y centrado que en otra que tiene sus interese diversificados y que van cambiando".
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