Castilla La-Mancha quiere romper el acuerdo de sanidad limítrofe con Madrid

Castilla-La Mancha quiere romper el acuerdo firmado con Madrid por el anterior gobierno popularpara que los pacientes de zonas limítrofes sean atendidos en hospitales madrileños.

Laura G. Ibañes | 10/09/2015 11:51

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha anunciado su voluntad de romper el acuerdo de sanidad limítrofe con Madrid firmado por el anterior Gobierno popular para que los pacientes de localidades lindantes con Madrid sean atendidos en hospitales madrileños y Castilla-La Mancha sufrague el coste de esta atención fuera de su autonomía.

Según ha dicho Fernández Sanz, "no me cabe duda de que [el alterior gobierno] piense que fue un buen acuerdo pero nosotros no pensamos igual. Por el contrario, nosotros creemos que los hospitales donde son atendidos los pacientes limítrofes con Toledo no tienen ni la capacidad ni los especialistas suficientes como para atender a los pacientes que sí podemos atender en el Hospital de Toledo".

Además, ha insistido el consejero, esta opinión "no es sólo del Gobierno de Castilla-La Mancha, los colegios de médicos y enfermeros, los sindicatos y los propios profesionales en su día estuvieron en desacuerdo con ese convenio [con Madrid] y por ello hemos decidido en reuniones técnicas (que hemos mantenido con las organizaciones profesionales) nuestra voluntad de retirar el convenio que tenemos con Madrid. Actualmente lo está evaluando ya nuestro departamento jurídico, porque entendemos que es un convenio que no nos beneficia".

El acuerdo de sanidad limítrofe que aspira a romper el nuevo consejero se firmó tras largas negociaciones entre Castilla-La Mancha y Madrid y polémicas declaraciones del exconsejero madrileño, Javier Rodríguez, que llegó a decir al entonces consejero de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, que "si no tienes [dinero] para pargar [a Madrid], opérales tú".

Los profesionales castellanomanchegos habían criticado que el acuerdo suponía pagos a Madrid por la atención a pacientes castellanomanchegos que implicarían la descapitalización del Hospital de Toledo y la merma de recursos para su sanidad autonómica.