"Hay que conseguir que los profesionales sean partícipes de las decisiones sanitarias"
Marzo de 2016 - Nekane Lauzirika
El consejero de Salud de Navarra, Fernando Domínguez Cunchillos, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO
El nuevo consejero de Salud de la Comunidad foral de Navarra, Fernando Domínguez, trabajará durante estos cuatro años por una Sanidad "pública y participativa", que implique tanto a profesionales como a pacientes en las decisiones que les afectan. Cirujano desde 1978 en Navarra, este zaragozano de nacimiento, pero pamplonés de adopción, que inició su carrera profesional como médico rural, se muestra muy ilusionado ante el reto de dirigir la gestión sanitaria pública, "por tener la oportunidad de intervenir en un cambio de sistema, en otra forma de hacer las cosas". Prestigioso especialista en Cirugía Mamaria, cuya unidad clínica dirigió en el Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) hasta su nombramiento como consejero el pasado mes de julio en el Gobierno técnico configurado por la presidenta Uxue Barkos, recalca, en la entrevista concedida a la Revista EL MÉDICO, que su "mayor prioridad" en este momento es "cambiar la estructura del sistema sanitario", para hacerlo "más cercano y participativo". Entre las correcciones que abordar en el Sistema Navarro de Salud (SNS)-Osasunbidea destaca la necesidad de reducir la distancia que actualmente existe entre la Atención Primaria y la Especializada, dos áreas que casi cohabitan de espaldas, "cuando en realidad tendrían que estar perfectamente coordinadas para que el paciente se sienta el centro de la asistencia médica, que es nuestro principal objetivo", sostiene Fernando Domínguez.
Gran conocedor de los entresijos de la sanidad navarra "por haber ejercido la profesión desde la trinchera", el cirujano Fernando Domínguez es un firme defensor de la Sanidad pública y universal. Durante unos años tuvo también consulta privada, actividad que descartó al percibir que con los medios que había en Navarra no podía ofrecer a sus pacientes la misma calidad asistencial que en la pública. "Decidí trabajar en exclusiva para el SNS, ya que lo que me gusta es atender a la gente", apunta Domínguez, al tiempo que reconoce sentirse muy cómodo en el "Gobierno técnico" conformado por la presidenta Uxue Barkos, en el que "rodeándome de la gente adecuada", alejada de etiquetas políticas concretas, "creo que encajo bien".
Del quirófano al despacho. ¿Qué le motivó para cambiar el bisturí por el Boletín?
Lo que me impulsó a "aparcar" la cirugía y dar el salto al Gobierno fue responder a un compromiso que en ese momento teníamos todos los que formábamos parte del Sistema Navarro de Salud (SNS) por cambiar las formas de hacer las cosas. Cuando me lo propusieron, sinceramente, creí que debía aceptar e involucrarme en el cambio. Me plantearon formar parte de un Gobierno técnico, como así ha sido, que es una forma de ayudar a los pacientes desde otro punto de vista. Puse dos condiciones: poder escoger a mi equipo –no he tenido ninguna pega-, y asumir el acuerdo programático, que había leído previamente y con el que comulgaba; por tanto, pensé que lo podía/debía asumir. Y lo hice.
Accede a la consejería en momentos de crisis y cambio, ¿qué herencia recibe de su antecesora en el cargo, la economista Marta Vera?
La verdad es que la consejería de Salud es muy compleja y entiendo todas las dificultades que hay, pero es verdad que nos hemos encontrado, junto a algunas fortalezas del sistema, también debilidades importantes. La crisis afectó de distintas maneras; en principio, en la legislatura de mi antecesora Marta Vera, lo que primó fue el control del gasto en vez de verificar los resultados, con lo cual las restricciones fueron importantes. En diferentes campos nos hemos topado con una obsolescencia absoluta. Además, se produjo una desinversión importante que influyó negativamente en la buena marcha del sistema.
¿Qué presupuesto destina el Gobierno de Navarra a Sanidad?
Contamos con 987 millones, lo que significa un incremento sobre el presupuesto inicial de alrededor del 6 por ciento. Cerca de 1.400 euros per cápita. Lógicamente a todos nos gustaría disponer de más recursos, pero creo que se pueden hacer muchas cosas y bien con este dinero, entre otras, realizando reajustes para retirar y suprimir las bolsas de ineficiencia que sí que las hay y redistribuyendo adecuadamente esos recursos. Lo que tenemos que hacer es conseguir la mejor Sanidad posible con este presupuesto.
Dinero, dinero, dinero. ¿Es suficiente para una buena Sanidad?
No todo se arregla con un mayor presupuesto. Contar con una buena Sanidad es también una cuestión de eficiencia. Lógicamente, cuanto más recursos tienes resulta más fácil gestionar un área tan sensible como Sanidad. Pero lo que debemos hacer es llevar a cabo medidas imaginativas y ver dónde hacen falta más recursos o no; asimismo, tenemos que ser capaces de eliminar las bolsas de ineficiencias donde las haya. Además, hay que tender a realizar una valoración de la atención sanitaria por los resultados obtenidos y no por el gasto que ha supuesto. Vamos por ese camino.
Como en todas las empresas, reconoce la existencia de bolsas de ineficiencias. ¿Dónde sitúa las más importantes que hay que combatir?
En cualquier parte del sistema nos podemos encontrar ineficiencias. En la gestión de las listas de espera hay mucho margen de mejora, así como en la realización de algunas pruebas complementarias. Los recursos que tenemos los debemos de aprovechar al máximo y sacar el mayor rendimiento posible. No me cabe en la cabeza, y lo hemos hablado muchas veces, que los quirófanos paren a las tres de la tarde y no se utilicen hasta la mañana siguiente. No tiene sentido que las consultas no funcionen por las tardes; esto se va a cambiar. Con los recursos que disponemos y con medidas imaginativas hay que ver cómo podemos solucionar la situación actual para lograr un mayor rendimiento.
De administrado a administrador, ¿seguirá pensando que los profesionales de Sanidad tienen que formar parte imprescindible en las decisiones de las políticas sanitarias? Se lo pregunto porque se quejaban de estar ninguneados.
La ventaja que tengo es que conozco perfectamente la medicina desde la trinchera y entiendo perfectamente a mis compañeros. Los profesionales del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea son el principal valor que tenemos; lo decía cuando era uno de ellos y lo digo ahora que soy consejero. El entusiasmo y la dedicación que tienen los sanitarios en Navarra no es fácil de encontrar en otros lugares. Nos conformamos con poco. Solo con decir qué bien lo estás haciendo es suficiente. Uno de los mayores errores que cometió Marta Vera fue haber tomado decisiones sin contar con la participación de la gente; la sensación de no ser escuchados ni oídos fue tremenda; la lejanía que sufrimos los profesionales se ha ido acentuando en todas las legislaturas, sobre todo en la última; es lo que hay que evitar. Suelo comentar que íbamos como pollos sin cabeza. Hay que hacer posible que los profesionales sean partícipes de las decisiones, de ahí que se hable de una Sanidad participativa. En otras legislaturas, el profesional que quería trabajar, trabajaba. Pero faltaba un objetivo claro de lo que tenía que ser el Sistema Navarro de Salud-SNS.
¿Tienen ahora claros los objetivos?
Sí, están muy claros. Una de las primeras acciones que hemos hecho en estos siete primeros meses ha sido reunirnos con los trabajadores de Salud. Muchas veces sucede que lo que se piensa en la Consejería, en las Direcciones, en el Servicio Navarro de Salud no se transmite y no llega al profesional que es el que tiene que poner en práctica las medidas. Al margen de mantener encuentros con las Juntas Técnicas Asistenciales, etc., hemos realizado reuniones con los directivos para establecer unas estrategias y unos cronogramas para ir cumpliendo unos objetivos definidos. Para ello el profesional tiene que saber lo que debe hacer y tener claro lo que el SNS espera de él.
Reivindicaban, usted incluido, la Carrera Profesional. ¿Cómo piensa abordar ahora este punto?
En esta legislatura vamos a tratarla, aunque aún no le hemos dado una vuelta. Lo cierto es que tanto el gerente y el director general como este consejero creemos que la carrera profesional está mal empleada. Es una herramienta que puede ser buena, pero que no se ha utilizado bien. Al final se ha quedado como los antiguos trienios. Es un premio a la antigüedad sin más. Pero no todo el mundo tiene que ser igual; la carrera profesional debe servir para incentivar al profesional a desarrollar mejor su trabajo. Vamos a abordarla y hacerle un cambio profundo.
Propone como objetivo cambiar la estructura del sistema sanitario para hacerlo más cercano y más participativo. ¿Qué medios utilizará para lograrlo?
Queda muy bonito decir que buscas un sistema más participativo tanto para el profesional como para el paciente, pero realmente hay que hacerlo. Uno de los primeros pasos que llevamos a cabo nada más aterrizar en la consejería, y en ello estamos todavía, fue tomar contacto y recibir a las asociaciones de pacientes, porque soy un firme defensor del movimiento asociativo. Porque quien mejor conoce los problemas que tiene es el paciente, el que está sufriendo una determinada situación, y la mejor forma de que nos llegue a nosotros sus necesidades es escuchándole. Lo que pretendemos es que el paciente esté incluido en comisiones clínicas, técnicas y darle voz a quien no la ha tenido hasta ahora.
Listas de espera, mal endémico en la Sanidad pública. ¿Cómo piensa atajarlo?
Cuando se habla de las listas de espera se suele incluir en el mismo saco consultas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas, cuando el tratamiento debe ser distinto en cada caso. En este momento, lo que más nos preocupa son las demoras para pruebas diagnósticas. En principio, hay tres posibilidades de abordarlas y de que disminuyan. Una es intervenir sobre la entrada de los pacientes en las listas de espera. Para ello hay que elaborar protocolos de derivación con la atención primaria que sirvan para disminuir esa afluencia de pacientes a asistencia especializada o al centro hospitalario. Por otro lado, en el ámbito hospitalario hay que priorizar los casos para darles la salida adecuada. Lo fundamental para reducir las esperas es mejorar la relación entre la Atención Primaria y Especializada, potenciando las consultas no presenciales. Son herramientas que hay que poner en práctica. Muchas veces en estos puestos de Dirección lo que hacemos es estar apagando incendios, porque no tenemos tiempo, a pesar de que lo primero que hay que hacer, y ya la tenemos, es una planificación de cómo se va a abordar el problema.
Dicen los técnicos sanitarios que existe una descoordinación casi total entre la AP y la Atención Especializada. ¿Qué harán para acercarlas y coordinarlas?
Sí. Es una pena porque es como si fueran dos sistemas distintos. Hay una lejanía sideral. Debemos ir hacia un modelo de gestión pensando en el paciente y en los procesos que tiene: intentar elaborar protocolos desde Atención Primaria que incluyan también la actividad de los especialistas. El paciente es una persona que tiene uno o varios problemas y debemos establecer protocolos que unifiquen la asistencia integral de ese paciente, incluso abarcando aspectos sociosanitarios; a fin de cuentas, muchos problemas sociales repercuten en la salud y viceversa. Es una locura, por ejemplo, que haya una historia clínica informatizada para Primaria y otra para Especializada. Lo primero que hemos de hacer es unificarla; la historia clínica está implantada en toda la comunidad, pero son distintas para los dos sistemas y el acceso es muy complejo.
Entonces, ¿además de integrar la asistencia sanitaria, pondrán en común la gerencia de ambas?
Es otro de los aspectos organizativos en los que trabajamos, aunar en gerencias unificadas de salud las áreas ya integradas de asistencia Primaria y Especializada. Se sabe perfectamente, porque en Osakidetza en la Comunidad Autónoma Vasca ya están funcionando algunas áreas de este modo, que la forma más eficiente de gestionar la salud es integrando en una misma área asistencial y de gerencia la Atención Primaria y la Especializada, siempre y cuando el área sea lo suficientemente pequeña como para que se pueda manejar de este modo global. En este momento ya lo hemos organizado en el área de Estella/Lizarra y en Tudela. Tenemos una gerencia única donde están integrados los dos niveles asistenciales. Queremos potenciar la Primaria, pero teniendo cuidado de no caer en el error de que en ese sistema de gestión integrado el hospital y la asistencia especializada acabe fagocitando a la AP. Por eso lo que hemos decidido es poner gerentes con perfil de Primaria. Creemos que de este modo equilibramos la presencia coordinada y compensada de cada área asistencial.
A veces lo que más se ve de la Sanidad son las infraestructuras. ¿Cómo valora las que tienen? ¿Necesitan invertir en este capítulo?
Estamos muy bien. A veces, excesivamente bien, aunque sí que es verdad que hay una distribución irregular. Cuando nos iniciamos en la consejería nos encontramos con ocho quirófanos nuevos en el Complejo Hospitalario que no se habían podido dotar de equipamiento, con lo cual estaban cerrados; los vamos a abrir próximamente. Nos encontramos también con unos proyectos faraónicos, por ejemplo la previsión de construir un centro de alta resolución diagnóstica del cual solamente se podía abordar presupuestariamente el proyecto y al que además tampoco le vemos demasiada utilidad. La alta resolución tiene que estar en la mente de los profesionales, no en la estructura que nos encontramos. De tal manera que la idea que nos mueve es hacer solamente aquellas estructuras que sean necesarias, las que se vayan a utilizar y que se puedan dotar de equipamiento. Lo contrario sería tirar el dinero.
Tal vez más importante que las infraestructuras sean los recursos humanos. ¿Necesitan más médicos y personal sanitario en general en Navarra? ¿O es preciso reestructurar la plantilla?
No. Tanto en recursos humanos como en material tecnológico estamos bien. Lo que sí es verdad es que debemos realizar una redistribución de médicos de AP. Hay zonas que están con una dotación por encima de las necesidades y otras van más justas.
Las críticas sobre el funcionamiento del servicio de urgencias del Complejo hospitalario de Navarra han sido permanentes desde su puesta en marcha.
Los problemas que hubo con las Urgencias del Complejo se han solucionado en parte. El problema es que ya nacieron mal. El nuevo edificio estaba pensado solo para el Hospital de Navarra; cuando se abrió ya resultaba pequeño. Hay problemas de estructura y probablemente también de funcionamiento. Pero también es cierto que desde que comenzó su actividad hasta ahora sí que ha mejorado el servicio; aunque al principio sí fue un caos debido, tal vez, a que habría que haber mantenido abiertas las urgencias de Virgen del Camino durante un tiempo hasta ver cómo funcionaban las nuevas urgencias. En estos momentos están funcionando bien. Pero hay que intentar que vayan menos pacientes a las urgencias hospitalarias y para eso potenciar la Atención Primaria y las urgencias extrahospitalarias.
¿Cómo ha quedado el servicio hostelero en los hospitales que tanta polémica generó entre pacientes en la anterior legislatura?
En estos momentos se están produciendo menos reclamaciones, pero tampoco es muy valorable, porque a veces se debe a que los pacientes se van acostumbrando y reclaman menos. El otro día me comentaba un paciente que se llevaban el primer plato de casa; realmente sí que es verdad que los ingresos hospitalarios son más cortos. Pero también es verdad que la comida es parte fundamental en la recuperación del paciente; un paciente que está enfermo y no tiene una comida que le apetezca y que no le entre por los ojos va a tardar más en recuperarse. La idea es que todos los servicios que se puedan centralizar, y que dependan del departamento de Salud, se centralicen, porque la comida hospitalaria no solo es un asunto de hostelería, sino también de salud. En estos momentos hay un contrato que nos liga a 'Mediterránea de catering' hasta junio de 2016 y en este tiempo tenemos que hacer un estudio administrativo-jurídico-económico sobre su coste, porque las cocinas se desmantelaron y, por tanto, puede ser muy elevado reponerlas; pero la idea en principio y si es posible, sería revertir la situación.
¿Puede mantenerse un nivel de Sanidad pública de calidad desde el prisma más economicista como defendían los gestores de la anterior legislatura?
Sí. En la legislatura de Marta Vera y en la anterior de Maria Kurtz, lo que realmente faltó fue el diálogo y eso generó muchos problemas. El tema de la externalización, si se hubiera hecho consensuada, habría generado menos problemas. El tema de las urgencias, si se hubiera producido con consenso, habría originado menos problemas. Es verdad que muchas veces es más fácil gobernar a golpe de vamos a hacer esto y punto, pero hay que oír al paciente y al profesional, que son quienes mejor te pueden orientar de cómo pueden ir bien las cosas.
Usted es consejero de Sanidad, también de la privada, ¿es fluida la concertación público-privada?
Siempre pienso que como criterio, concertar no es malo. La relación público-privada no es mala, pero sí que es verdad que siempre se tiene que hacer desde la subsidiaridad al sistema público. Es decir, tiene que ser siempre bueno para el sistema público. Si en un momento determinado hay que externalizar algo para un Plan de choque, por ejemplo, en torno a las listas de espera, no pasa nada, pero siempre que antes se hayan optimizado los recursos del sistema público. Por otro lado, hay que decir que el porcentaje de concertaciones es de los más bajos de España.
¿Considera que los médicos están bien remunerados en el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea?
A todos nos gustaría estar mejor pagados en nuestra profesión, pero sí que es cierto que ha habido una pérdida de poder adquisitivo importante de los médicos de Navarra. Probablemente lo que haya que hacer es darle una vuelta al sistema de remuneración. Lo que también hay que hacer es ir más hacia una valoración por resultados. Cuando se coge la nómina de un médico en Navarra hay una serie de complementos que no se entienden muy bien, sin embargo, se han mantenido históricamente. Por ejemplo, el complemento de destino se está pagando a todos. Y no se puede abonar lo mismo a un médico que trabaja en Pamplona que a otro que está en el Roncal, o en el Pirineo. Eso es el complemento del destino real. Probablemente habrá que realizar un estudio de reorganización de todo esto. En líneas generales, el médico de Navarra, como en el resto del Estado español, está mal pagado si lo comparamos con los colegas europeos. Lógicamente vamos a intentar una mejora, dentro de las posibilidades que podamos, de las condiciones salariales y de trabajo, porque con los compañeros que he hablado, nadie me ha pedido cobrar más. Lo que me han solicitado es mejorar las condiciones de trabajo y eso es de obedecer.
¿Las peonadas son hechos pasados que no volverán?
Se acabaron y en lo que de mí dependa no volverán, porque el tema de las peonadas, sí son necesarias en momentos determinados, como cuando se establece una lista de espera que no se puede descongestionar o cuando se necesita un plan de choque, pero siempre y cuando estemos realmente seguros de que el rendimiento de las consultas y quirófanos por las mañanas estén optimizados al máximo. Si no, es un sistema perverso, porque primamos a quien no está sacando el trabajo a lo largo de la jornada ordinaria. Tenemos que estar absolutamente seguros de que hemos llegado al rendimiento máximo en el horario ordinario para ir al sistema de peonadas.
Envejecemos cronificando enfermedades a marchas forzadas. ¿Cómo progresa su Plan para Crónicos?
Hay un Plan que está ya funcionando y lo que pretendemos en esta legislatura es implementarlo. Abordar un Plan de Crónicos Pluripatológicos es importante, lo que tenemos que hacer es intentar disminuir el número de ingresos de estos pacientes y que cuando estén ingresados sea el menor tiempo posible, para lo cual debemos desarrollar una Atención Primaria potente, porque ese Plan de crónicos lo tiene que liderar fundamentalmente Atención Primaria en contacto con Especializada, pero fundamentalmente tiene que ser Primaria quien lo lleve adelante. Yo empecé como médico rural y estoy convencido de que la Atención Primaria es el pilar de la Sanidad, del sistema. Si no funciona la AP, no funciona la atención sanitaria.
Me dicen amigos de otras zonas del Estado que tienen envidia sana de la Sanidad pública navarra. ¿Es sostenible tal como está?
Como en todos los sistemas lo que tenemos que hacer en Navarra es optimizar recursos. Cuanto más invirtamos, vamos a estar gastando más. En esa dinámica que llevamos no se puede seguir. Hay que promocionar la salud entre los pacientes, el autocuidado, que la persona sea consciente de que su salud no solo es cuestión de la consejería de Salud y de los sanitarios; hay que implicarle en su dolencia. La medicina participativa no solo se refiere a los profesionales, también incluye al paciente para que se haga más responsable de su propia salud. Tiene que ser consciente de que si se cuida es la mejor inversión para su salud. Solo así se puede reducir el gasto sanitario que va en aumento. Nuestra idea es promocionar la salud pública a través de distintas campañas.
¿Los inmigrantes tienen en Navarra los mismos derechos que los autóctonos?
La primera medida que tomamos en la consejería fue enviar una circular sobre este asunto; ya se tenía en cuenta en determinados centros, pero en otros no, así que lo enviamos recordando que el emigrante tenía derecho a la asistencia por el hecho de ser ciudadano sin necesidad de que estuviera asegurado. Pensamos que tiene derecho a la asistencia por el hecho de ser ciudadano, concepto que había cambiado el famoso decreto de 2012, que en mi opinión supuso un importante paso atrás. Desde el primer día que alguien reside en Navarra tiene derecho a la asistencia igual que cualquier otro ciudadano. La medida no tenía ningún sentido porque colapsaban las urgencias.
El aborto en Navarra es legal, ¿también real y posible en la Sanidad pública?
Lo que hicimos al llegar a la consejería fue presentar un borrador de decreto sobre salud sexual y reproductiva que, entre otras cosas, reconocía el derecho de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en la Sanidad pública de Navarra. En este momento, la mayoría de quienes querían acceder a este derecho tenían que ir a una clínica privada y cuando superaban determinadas semanas de gestación se iban a Madrid o Barcelona. El decreto va mucho más allá que regular la IVE; recoge también aspectos importantes como incluir la educación sexual y el respeto a todas las opciones sexuales desde la educación. El borrador estuvo en fase de exposición pública y se recogieron del orden de 235 sugerencias que han sido incorporadas a un nuevo borrador que se va a volver a colgar en el portal público para que se puedan aportar más ideas y que la gente participe. Pretendemos que sea un decreto consensuado, porque es la única forma de promulgar leyes estables, teniendo detrás una mayoría social que las soporte. En breve, pensamos que ya se podrá implantar, porque el decreto también regula los centros de atención a la mujer, que pasan a ser una atención integral también para los varones. Pasa a llamarse Centro de Salud Sexual, con lo cual se cambia el concepto y el nombre; la idea es que empiecen en cuanto se pueda disponer de todo, pero desde luego a lo largo de este año estará funcionando. Será un servicio determinado por ley y con profesionales dispuestos a aplicarlo, porque siempre se ha argumentado la objeción de conciencia, pero ha sido una excusa para no ponerlo en marcha. Además, tenemos capacidad para sacar plazas de ginecólogos con perfil. Hay normativas de rango superior que dicen que la objeción de conciencia no puede limitar el derecho de las personas.
El Consejo Territorial. ¿Lo ve como un verdadero órgano técnico-administrativo sanitario o como un mero ente político?
Tomé posesión el 24 de julio y el 29 me convocaron al Consejo. Fui al primero y último. La verdad es que me quedé muy sorprendido en sentido negativo. Pensaba que aquello tenía que funcionar de otra manera. Es un órgano con mucho contenido político, en el que a veces en las discusiones se olvidan de que hablan de pacientes; se mueven unos intereses políticos que a mí desde luego me superaban. Salí un tanto decepcionado. Hay que darle una vuelta para que sea realmente lo que tiene que ser: un órgano de coordinación sanitaria, algo que en este momento no lo es. A la vista está que no lo es por lo que ha pasado con el Decreto de prescripción de Enfermería. Se acordó una cosa y se saca otra.
Muchos políticos se llenan la boca hablando de necesidad de un gran pacto sanitario estatal. ¿Lo ve necesario?
No. Lo que hay que hacer es regular el gasto de cada CC.AA. en materia de Sanidad como en cualquier otra materia. Dar autonomía verdadera a las comunidades en la gestión de la salud. No se necesitan grandes pactos de Estado para ello. Hay que marcar unas líneas sujetas a las necesidades y limitaciones presupuestarias del Estado, pero en principio no hay que hacer grandes pactos.
Tras una descentralización sanitaria, muchos vuelven a reclamar una recentralización total. ¿Qué opina? ¿Que devuelvan las competencias quien quiera?
Detrás de muchas propuestas del PP, sí que ha habido un interés de recentralizar muchas cosas y este es un aspecto más; el interés recentralizador, de quitar capacidad de gestión a las autonomías está ahí y es un riesgo que corren en este momento las autonomías.
¿Uniformizar la atención sanitaria la mejoraría o empeoraría en Navarra o la CAV? Se lo pregunto porque estas dos comunidades están a la cabeza en la asistencia sanitaria.
Creo que lo que sí se tendría que hacer, y eso sí que sería una labor del Consejo Interterritorial, es unificar las carteras de servicios. No es lógico que un ciudadano sea de primera y otro de segunda viviendo en el mismo Estado. Unificar las prestaciones, pero lógicamente al alza. Lo que no se puede hacer es reducirlas porque en otras CC.AA. no se pueden hacer. Por eso hay que ir reajustando los sistemas. Sí me parece fundamental unificar la cartera de servicios al ciudadano.
¿Qué relación mantiene con las comunidades aledañas?
Nosotros ya establecimos un convenio de colaboración con Euskadi en cuanto a asistencia; hemos contactado también con La Rioja y con Aragón. Con todas las CC.AA. limítrofes, porque en Sanidad, como en todo, siempre es preferible sumar. Reconociendo que es verdad que cuanto más tratamiento de una patología se haga en un centro hospitalario mejor será la asistencia, es innegable, o al menos a mí me parece, que no puede haber de todo en todos los sitios. No puede haber de todo en todas las CC.AA., por lo que hay que ir a pactos con comunidades limítrofes, fundamentalmente porque eso irá en beneficio de los pacientes. Lo que no se puede, ni se debe, es montar todos los servicios para todas las contingencias que puedan presentar los pacientes. No hay dinero que llegue.
Antes de ser consejero, ahora y más adelante cuando lo deje, seguirá siendo usuario de Osasunbidea. ¿Cómo valora la atención como usuario? (no como médico ni como su gestor)
Según el último estudio de la Defensa de la Sanidad Pública, estamos en la segunda posición, pero es cierto que la percepción que tiene la ciudadanía ha empeorado bastante. A pesar de todo, cuando se le pregunta, sigue estando satisfecho de su Sanidad. Esas encuestas me dan un poco de miedo, siempre tienen su sesgo. Cuando se le pregunta a un ciudadano sobre su Sanidad dice que es la mejor y cuando, a continuación, le preguntas cuántos sistemas sanitarios conoce contesta que uno y nada más. Por tanto, no tienen elemento de comparación. Por eso los profesionales tenemos que huir de autocomplacencias, dejar de mirarnos el ombligo, de pensar que somos los mejores, porque cuando piensas que eres el mejor, en ese momento dejas de serlo.
¿Podría concentrar su programa en un reto concreto como objetivo, que de ser conseguido se diese por satisfecho al final de su mandato?
Sería fundamental alcanzar una Sanidad pública con una calidad integral, basada, por una parte, en la asistencia de buen nivel que ya prestan nuestros estupendos profesionales y, por otra, en la percepción de esa calidad por los pacientes y ciudadanía en general. Sin olvidar que ha de ser Sanidad universal, eficiente y sostenible, porque debemos aspirar a la mejor asistencia sanitaria con los recursos que disponemos, algo que en mi opinión ahora no conseguimos. Con esto, que no es poco, ya me conformaría.
PERFIL
Nació en Gallur (Zaragoza) en 1953. Está casado y tiene un hijo.
Es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza (1976), especializado en Cirugía General y Aparato Digestivo, y doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid (1984), con la calificación de sobresaliente cum laude. Además, ha sido acreditado para ejercer en los demás Estados miembros de la Unión Europea y tiene el diploma de Experto en Senología que concede la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria (1990).
Inició su trayectoria profesional en 1976 en la provincia de Teruel como médico de Atención Primaria, pero dos años más tarde se trasladó a Navarra, donde prácticamente ha desarrollado toda su actividad laboral en las áreas de Urgencias, Medicina del trabajo, Medicina hospitalaria y Especializada extrahospitalaria, y Cirugía taurina. Durante estos años, ha ocupado diversas jefaturas, entre las que cabe destacar la dirección de la Unidad Clínica de Cirugía Mamaria del Complejo Hospitalario de Navarra entre los años 2013 y 2015.
Además del ejercicio médico, también ha desarrollado una actividad científica e investigadora. Ha participado en un total de 60 publicaciones científicas en revistas nacionales e internacionales y es autor de la Guía útil para el paciente con cáncer de mama y sus familiares, que es utilizada como referencia por la Asociación Española de Cirujanos. Ha participado, asimismo, en cerca de 120 congresos, simposios y reuniones, y aportado alrededor de 225 comunicaciones científicas.
En el ámbito docente, ha dirigido tres tesis doctorales y ha impartido clases sobre cirugía general y patología mamaria en varias universidades españolas.
Igualmente, ha participado en diversos órganos científico-técnicos, como la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria, entidad de la que forma parte desde 1991 y que presidió entre los años 2001 y 2005. Es, además, miembro de la Sociedad Internacional de Senología y de la Asociación Española de Cirujanos.
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