Trabajar en red y continuidad de niveles, ejes del futuro del hospital

Sedisa, Ande y la EASP han elaborado un informe con los retos que deben afrontar los centros y con el objetivo de implicar más a profesionales y pacientes.

Rosalía Sierra | rsierra@diariomedico.com | 27/06/2016 00:00

"El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer". Con esta cita de Borges arranca el informe sobre El futuro de los hospitales, elaborado por más de 60 expertos a instancias de las sociedades profesionales de directivos sanitarios y de enfermería (Sedisa y ANDE, respectivamente) y editado por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP).

Se trata de un texto que "servirá como material de trabajo y fondo documental para el próximo XX Congreso Nacional de Hospitales [que se celebrará en Sevilla en 2017]", según ha explicado a Diario Médico el presidente del congreso, Manuel Huerta, gerente de la Agencia Pública Empresarial Sanitaria Bajo Guadalquivir.

El documento, al que ha tenido acceso Diario Médico, se colgará en la web de Sedisa, ANDE y la EASP cuando terminen de dársele los últimos matices, resultantes de una reunión precongresual celebrada en Cádiz. Según matiza Huerta, el texto "no busca definir cómo será el hospital del futuro, sino cómo replantear el papel de la institución hospitalaria".

El informe se estructura en diez áreas de actuación, pero, en líneas generales, "en un futuro cercano la prestación deberá llevarse a cabo en red, donde el hospital sea sólo una pieza más, especializado en alta complejidad, lo que supone una mínima parte de la asistencia", dice Huerta.

El hospital "no está solo, ha de ser un ente abierto a la comunidad", según Joan Carles March, director de la EASP. Asimismo, será preciso "trabajar la funcionalidad del centro y rediseñar los procesos para que el hospital sea más humano".

En cuanto a la gestión, "es preciso profesionalizarla e inculcar una cultura de la transparencia y el compromiso, tanto de los gestores como de los profesionales; para lograrlo, hay que implicarlos en su funcionamiento".

Lo mismo sucede con los pacientes, "cada vez más formados e informados, y dispuestos a pasar menos tiempo en el hospital", concluye March.

Diez líneas de trabajo para un futuro próximo

1. Diseño y funcionalidad de los hospitales
Deben concebirse como centros en permanente evolución y dotarse de estructuras y materiales más adaptables a las necesidades cambiantes. En el diseño primará la flexibilidad y la capacidad de adaptación al cambio, y tendrán preferencia las circulaciones horizontales.

2. Gobernanza y liderazgo
El gobierno de los hospitales del futuro debería estar constituido por tres tipos de órganos: órgano de gobierno, equipo de dirección y órgano de participación, tanto ciudadana como profesional.

3. Papel de los profesionales
Deben participar directamente no sólo en la toma de decisiones aisladas, sino en la gestión en general, con la creación de espacios reglados similares a los comités de dirección estratégica, que permitan participar en las decisiones. Deben sentirse corresponsables de la calidad asistencial y de los resultados de su hospital.

4. Papel de la ciudadanía y relaciones con el paciente
El sistema debe estar listo para responder a las expectativas de los pacientes, que son diferentes a lo largo del proceso de atención. Asimismo, en el futuro de la gestión hospitalaria el papel de la ciudadanía y la participación de los pacientes en su proceso asistencial son básicos, y uno de los retos del sistema sanitario es sin duda el empoderamiento del paciente.

5. Seguridad del paciente
Se conseguirá una atención más segura logrando que el paciente no reciba la asistencia en el hospital (no siempre posible) y acercando la asistencia al paciente. Se desarrollarán nuevas estrategias y modos de asistencia reduciendo los ingresos en el hospital y limitando la estancia hospitalaria al mínimo imprescindible.

6. Medidas de mejora de la eficiencia
A nivel macro es imprescindible un marco regulatorio homogéneo y el desarrollo de estrategias conjuntas y alineadas; en el meso, establecer procesos centralizados y más seguros, desarrollar estrategias concretas de abordaje de la cronicidad, e internalizar los costes medioambientales en la medida de la eficiencia hospitalaria, y, en el micro, el uso adecuado y eficiente de los recursos sanitarios, con especial mención a la alta tecnología o a la farmacia y el rediseño de servicios, como los laboratorios centralizados.

7. Evaluación del desempeño
El grupo de expertos ha planteado propuestas agrupadas en tres grandes epígrafes: la mejora de la evaluación, la transparencia y publicidad de los cuadros de mando y la mejora de los sistemas de información.

8. Nuevas tecnologías
Su integración debe ser absoluta aunque
deberán incorporarse de manera progresiva. Se vislumbra que la promesa de futuro del hospital 4.0 es grande; conllevará incluso un cambio en lo que hoy entendemos por asistencia sanitaria.

9. Continuidad asistencial
Una organización diseñada para tiempos pasados, caracterizada por la fragmentación asistencial y con la mirada puesta en los problemas internos y no en las demandas de los pacientes, no puede satisfacer las expectativas actuales. La persona es el eje sobre el que debe girar los cambios en el sistema, que debe superar la separación existente entre la atención primaria y la hospitalaria.

10. Papel del sector privado
Una parte importante y exigente de la sociedad abandona, al menos parcialmente, la sanidad pública. Frente a esto, es preciso apostar por la competencia. El argumento de que la baja capacidad de los servicios públicos para proporcionar servicios de calidad en el ámbito de la experiencia del paciente (hostelería, instalaciones, tiempos de espera) es un problema de recursos es discutible.