miércoles, 29 de junio de 2016

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Las UGC de Nefrología abarcan procesos asistenciales muy diversos y gestionan un alto volumen de recursos



Madrid (29/06/2016) - El Médico Interactivo

• La Enfermedad Renal Crónica supone un coste social y económico muy elevado (casi un diez por ciento de la población afectada y tres por ciento del gasto sanitario total) que requiere criterios coordinados entre los profesionales sanitarios que garanticen los mejores niveles de calidad en la prevención, diagnóstico y tratamiento

• La colaboración entre clínicos y directivos es clave, aún más en el caso de la Nefrología, dado el gran porcentaje de pacientes crónicos, el alto nivel de recursos y presupuesto que se maneja y la aportación de la innovación terapéutica y tecnológica de estos últimos años, se destaca en la I Jornada SEN-SEDISA, 'Nefrología y Gestión'

Según los últimos datos del registro español de diálisis y trasplante renal, por segundo año crece la incidencia de pacientes que requieren estos tratamientos, tras un mínimo en 2012. "Cada año, unas 6.000 personas con insuficiencia renal progresan hasta la necesidad de seguir uno de los tres tipos de tratamiento sustitutivo renal (TSR): hemodiálisis (HD), diálisis peritoneal (DP) y trasplante renal (Tx)", explica la doctora Mª Dolores Del Pino, presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (SEN). "Además, la prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) aumenta de forma progresiva con el envejecimiento (el 22 por ciento en mayores de 64 años, el 40 por ciento en mayores de 80 años) y con otras enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y la arterioesclerosis".
De hecho, la ERC supone un coste social y económico muy elevado (casi un diez por ciento de la población afectada y el tres por ciento del gasto sanitario total), que requiere criterios coordinados entre los profesionales sanitarios que garanticen los mejores niveles de calidad en la prevención, diagnóstico y tratamiento. En palabras de la doctora Del Pino, "en 2012 estaban en TSR 50.909 pacientes, con un coste total de 1.645 millones de euros".
La cronicidad, el aumento del número de pacientes con enfermedades renales y la innovación clínica y tecnológica producida en los últimos años hacen que, cada vez más, los nefrólogos deban enfrentarse a desempeñar funciones de gestión en su labor diaria. Asimismo, esta situación conlleva que directivos de la salud y profesionales sanitarios clínicos deban establecer puntos de encuentro, dado que el único camino para una asistencia sanitaria de calidad, que no repercuta de forma negativa en la sostenibilidad, es trabajar juntos.
Por este motivo, la SEN y la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) han celebrado en la Fundación ONCE la I Jornada SEN-SEDISA, bajo el lema 'Nefrología y Gestión Sanitaria. "Es fundamental que clínicos y directivos colaboremos, aunemos objetivos y estrategias y compartamos resultados y evaluación", explica Joaquín Estévez, presidente de SEDISA. "En el caso de la Nefrología este aspecto es clave, teniendo en cuenta el gran porcentaje de pacientes crónicos, el alto nivel de recursos y presupuesto que se maneja y la aportación de la innovación terapéutica y tecnológica de estos últimos años".
Precisamente estos factores, junto al hecho de abarcar procesos asistenciales muy diferenciados y que se desarrollan en espacios múltiples, hacen que las Unidades de Gestión Clínica (UGC) de Nefrología sean un buen ejemplo para hablar de gestión clínica. Así lo ha explicado el doctor Manuel Bayona, director gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Granada y que ha impartido la conferencia de clausura de la Jornada. "El trabajo en equipo, la multidisciplinaridad, la reorganización de recursos según necesidades de los pacientes y cubrir las expectativas de éstos de manera que sean compatibles al máximo los tratamientos con la conciliación de la vida personal de los pacientes es fundamental. Asimismo, establecer una definición de la unidad de Nefrología, de sus valores, compromisos, objetivos y resultados, marca la diferencia en la calidad y prestigio del servicio", ha señalado.

Alto coste de fármacos y tratamientos

Sin duda, la gestión clínica en Nefrología juega un papel primordial para la sostenibilidad de la prestación nefrológica, "especialmente en lo que concierne al alto coste de los fármacos de nuestra especialidad y al alto coste del tratamiento renal sustitutivo y, por supuesto, enfocando la asistencia hacia la mayor calidad posible, en un modelo organizativo en la que la implicación y participación de todo el equipo es primordial", apunta la doctora Del Pino.
El papel de las UGC en Nefrología, los nuevos estándares de calidad, la aportación de las TIC, la innovación, los modelos basados en resultados y la seguridad de los pacientes han sido, entre otros, temas analizados en el encuentro. Para Joaquín Estévez, "la transformación del sistema implica necesariamente la integración de subsistemas asistenciales y sociales a favor del paciente, alinear la intervención de los profesionales a favor de una buena práctica clínica centrada en el paciente, y aceptar la necesidad de un cambio en la gestión de los sistemas, las organizaciones y las personas, e impulsar las TIC como herramientas imprescindibles para gestionar la nueva estructura organizativa asistencial sociosanitaria".
Respecto al acceso a la innovación por parte de los pacientes, el presidente de SEDISA hace hincapié en la necesidad evaluar en términos de resultados en salud y eficiencia: "Es fundamental desinvertir en bolsas de ineficiencia para reinvertir en lo objetivamente eficiente". Asimismo, destaca el papel que está adquiriendo en esta línea las compañías farmacéuticas y de tecnología sanitaria, "que están pasando de ser meros proveedores a 'partners', en la búsqueda de la calidad asistencia para los pacientes pero, al mismo tiempo, trabajando por la sostenibildad del sistema y viabilidad del modelo sanitario".

Gestión clínica: organización, equipo, resultados y evaluación

Durante la Jornada se ha puesto de manifiesto la aportación que la gestión clínica puede ofrecer a la Nefrología para obtener un balance positivo entre calidad y eficiencia. Para el doctor Bayona, "gestión clínica no es más que una forma de entender la organización de la práctica clínica, donde el trabajo en equipo es fundamental y, por lo tanto, los distintos actores intervinientes, Administración, profesionales y pacientes, deben tener un papel definido que les dé el protagonismo que cada uno necesita en cada momento del proceso asistencial". Y explica que "no se puede hablar de gestión clínica cuando se desarrolla la actividad asistencial sin definición del porqué y para qué y sin objetivos compartidos".
Para que una UGC funcione debe haber una apuesta firme de la máxima dirección para favorecer y definir lo que es la gestión clínica y, segundo, la definición de aquello que permita desarrollar ese trabajo en equipo de manera efectiva y cohesione el equipo, le incentive para la mejora continua, la calidad y la eficiencia de la Unidad. "Deben existir objetivos compartidos de calidad y eficiencia, la máxima autonomía, participación, elementos que favorezcan la motivación y el reconocimiento, así como el máximo desarrollo profesional posible de los diferentes colectivos que participan en la misma", añade.
Respecto a los indicadores que se deben medir para evaluar el éxito de la implementación de la gestión clínica, destacan entre otros los resultados en salud, así como índices de calidad de procesos y procedimientos, disminuyendo la variabilidad, la eficacia de lo que se hace, identificando lo que aporta valor y lo que no e indicadores de eficiencia para asegurar que el coste de los procesos es el oportuno y que permita un compromiso para la sostenibilidad y la mejora continua.
Además, el director gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Granada destaca la importancia de "la evaluación del desempeño, de manera que los profesionales más implicados vean reconocido su desempeño, el desarrollo de un plan de desarrollo profesional y el establecimiento de la retribución diferenciada en función de los resultados individuales de los componentes de la Unidad".
No obstante, la gestión clínica tiene que afrontar aún una serie de retos, tanto en el presente como en el futuro y, en este sentido, este experto hace hincapié en la necesidad de adaptar el servicio a la vida normal de los pacientes y que "las nuevas TIC permitirán adoptar nuevas formas de tratamiento, seguimiento de pacientes, etcétera".

La opinión de los nefrólogos

En el caso concreto de la Nefrología, la presidenta de la SEN añade que "nos enfrentamos a tres retos fundamentales: económicos, científicos y educativos. Optimizar la capacidad de gestión de los profesionales, conseguir que el paciente renal crónico sea más activo en el manejo de su enfermedad y al mismo tiempo ofrecer una solución que sea coste-eficiente para el sistema sanitario son retos que debemos conseguir a través de la gestión integral del paciente", señala.
Para el Dr. Pedro Aljama, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, "la gestión clínica en Nefrología juega un papel primordial para la sostenibilidad de la prestación nefrológica, especialmente en lo que concierne al alto coste de los fármacos de nuestra especialidad y al alto coste del tratamiento renal sustitutivo. Por otro lado, la eficiencia requiere un sistema organizativo consistente y funcional en el que la participación e implicación de todos los miembros de una Unidad de Gestión Clínica, particularmente enfermería, es crucial".
"Entre los retos de la gestión clínica en Nefrología se encuentran conseguir la autogestión funcional y presupuestaria, dentro del marco hospitalario como organización, especialmente para aquellas UCG que demuestren capacidad gestora, rentabilidad y eficiencia", añade.
Para el Dr. Ángel Luis Martín de Francisco, jefe de Sección de Diálisis del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, "los cambios que se han realizado en la organización de los hospitales en España han terminado por retirar todo protagonismo al nefrólogo y a otros especialistas. Se ha trasladado el control de calidad a Servicios específicos con plantillas de personal para ello, lo que ha motivado un cierto distanciamiento sobre la recogida de datos de calidad de los Servicios que únicamente reportan cuestiones a esos Servicios sin implicación " afectiva" a los mismos".
"Igualmente, la gestión es completamente independiente de los médicos. Ninguna influencia en la gestión de personal de Enfermería ni personal auxiliar ni administrativo. Incluso escasísima influencia en la contratación de médicos especialistas para el Servicio. Poco puede evolucionar científicamente un grupo si no se valoran otros méritos como el conocimiento, las habilidades, la producción científica, etcétera. El conocimiento ha perdido valor", lamenta.
Finalmente, para el Dr. Manuel Macía, jefe del Servicio del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria de Tenerife, "desde sus comienzos, el desarrollo de la Nefrología y el tratamiento de pacientes con enfermedad renal ha estado asociado al desarrollo tecnológico. Inicialmente limitado a la diálisis y llevado a cabo por los propios nefrólogos y, posteriormente, en colaboración con la industria farmacéutica y de tecnología sanitaria".

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