José A. Plaza | 11/07/2016 00:00
El pasado 30 de junio se celebró la reunión de directores del CSIC, en la que su presidente,Emilio Lora-Tamayo, repasó 2015 y habló del futuro a corto plazo.
Entre otros muchos temas, se refirió a la ejecución presupuestaria del año pasado, citando "mejoras frente a 2014" y destacando el superávit en el presupuesto, "con más ingresos que gastos aun utilizando parte del superávit para satisfacer la no disponibilidad presupuestaria a la que obligó el Gobierno".
Uno de los retos es recuperar remanentes de tesorería. En 2009 se alcanzó un tope de 410 millones, que fue bajando gradualmente hasta un mínimo en 2012 de 82 millones. Lora-Tamayo recordó que en 2013 "hubo que racionar su empleo por la amenaza de quiebra".
Tesorería 'revive'
A partir de ese año, el remanente de tesorería se ha ido regenerando muy lentamente, hasta alcanzar los 166 millones a cierre de 2015. El objetivo es llegar "a 185 millones para responder a nuestras obligaciones. Si se da bien 2016, la alcanzaremos".
Partiendo de cuatro centros mixtos de investigación (el Consejo está formado por 122 centros de investigación, de los que 50 son mixtos), el informe saca conclusiones globales del modelo de centros mixtos (el área biomédica del CSIC tiene 8 centros propios y 12 mixtos).
La Intervención General del Estado dice que los convenios con los centros mixtos "son mejorables", que los socios del Consejo "incumplen lo pactado", especialmente en lo presupuestario, y que el CSIC debe evaluar mejor estos centros. Lora-Tamayo dijo que ya se trabaja en ello: "Debemos actualizar convenios, evaluarlos y saber si son eficaces los recursos que manejamos".
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