"Conviene adecuar los tratamientos a las fases de la enfermedad"

Expertos apuntan que sedar al paciente terminal cuando está indicado no significa que se está favoreciendo su muerte. La alimentación e hidratación debería adecuarse a las fases de la enfermedad.

17/10/2016 00:00

Alberto Alonso, Rafael Mota, Juan José Rodríguez Sendín y Rogelio Altisent

Alberto Alonso, coordinador de Cuidados Paliativos del Hospital La Paz; Rafael Mota, presidente de la Secpal; Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, y Rogelio Altisent, profesor de Bioética de Zaragoza. (OMC)

"Cuando una persona tiene dificultades para comer al final de su vida surgen importantes problemas y preocupaciones con fuertes condicionantes filosóficos y culturales que sitúan la alimentación por encima de aspectos clínicos", señaló Alberto Alonso Babarro, coordinador de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, durante su participación en la Jornada decisiones éticas al final de la vida, organizada por la Organización Médica Colegial (OMC) y celebrada en Madrid la semana pasada.
De ahí que la nutrición al final de la vida puede ser una cuestión con múltiples fuentes de confusión, contradicción y emociones. Para Alonso Babarro, "no se trata de quitar importancia a las medidas nutricionales sino de adecuar los tratamientos a las diversas fases de la enfermedad", y eso, a veces, nos cuesta trabajo llevarlo a la práctica.

El experto comentó los dilemas éticos que se presentan en la hidratación y alimentación al final de la vida. "Las medidas agresivas encaminadas a intentar revertir la malnutrición en estadios avanzados conducen a más problemas que beneficios para el paciente; es decir, lapuesta en marcha de nutrición artificial debe de tener en cuenta siempre el pronóstico del enfermo". En este sentido, Rafael Mota, presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), puso como ejemplo de controversias la hidratación con sueroterapia, sobre todo en los últimos días de existencia. En su opinión, "en estos enfermos no está clara la relación entre sed y deshidratación. Pequeñas cantidades de líquidos y unos buenos cuidados de la boca mejoran la sensación de sed".

Curar y cuidar
Rogelio Altisent, profesor de Bioética de la Universidad de Zaragoza, ofreció un interesante dato que presenta el escenario acerca de qué se está hablando. En el año 2000 había en España 2.500 personas mayores de 100 años y en 2016 hay 16.500. El experto en Bioética resaltó que "la Medicina no sólo debe salvar vidas sino también tiene el deber de cuidar cuando no se puede curar", y esto forma parte de los deberes profesionales. "Lo complicado es decidir cuando pasamos de la fase curativa a la terminal. Se precisa trabajar en equipo".