jueves, 22 de junio de 2017

El TJUE admite demostrar con 'indicios' la relación entre una patología y una vacuna - DiarioMedico.com

El TJUE admite demostrar con 'indicios' la relación entre una patología y una vacuna - DiarioMedico.com



TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UE

El TJUE admite demostrar con "indicios" la relación entre una patología y una vacuna

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea en respuesta a una consulta del Tribunal de Apelación de París admite que en el caso de un paciente francés puede demostrarse la relación de causalidad entre la esclerosis múltiple que sufre y la vacuna de la hepatitis B que recibió meses antes, sin que medie prueba científica.
Soledad Valle. Madrid   |  21/06/2017 12:32
 
 

En los juicios médicos la carga de la prueba la soporta el paciente que recurre por un daño que considera antijurídico y, por tanto, con derecho a ser indemnizable. Así ocurrió en el caso de un ciudadano francés que entre finales de 1998 y mediados de 1999 recibió una vacuna contra la hepatitis B y en agosto de ese año se le diagnosticó una esclerosis múltiple.
  • Los indicios deben de ser sólidos, concretos y concordantes"
El enfermo recurrió a la Corte de Apelación de París porque consideraba que la vacuna había hecho que desarrollara la enfermedad. La justicia francesa dictó sentencia en la que resolvió que "no existía consenso científico acerca de la existencia de una relación de causalidad entre la vacuna contra la hepatitis B y la aparición de la esclerosis múltiple". Es decir, desestimó el recurso porque "no se había demostrado que existiese esa relación de causalidad".
Sin embargo, el recurrente apeló a la Corte de Casación francesa y ésta, a su vez, elevó la cuestión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. La cuestión planteada es si "pese a la inexistencia de consenso científico y habida cuenta de que, según la Directiva de la Unión en materia de responsabilidad por los daños causados por productos defectuosos, el perjudicado debe probar el daño, el defecto y la relación de causalidad, el juez puede basarse en indicios sólidos, concretos y concordantes para considerar que se ha demostrado el defecto de una vacuna y la relación de causalidad entre la vacuna y la enfermedad".
  • El TJUE valora la existencia de un número significativo de casos en los que la citada enfermedad apareció a raíz de la administración de la vacuna"
En el caso juzgado, además, se menciona "el excelente estado de salud anterior del recurrente, la inexistencia de antecedentes familiares y el vínculo temporal entre la vacuna y la aparición de la enfermedad".
Pues bien, en respuesta a esta consulta, el TJUE "considera compatible con la Directiva europea un régimen probatorio que autoriza al juez, cuando no existen pruebas concretas e irrefutables, a considerar que el defecto de la vacuna y la existencia de una relación de causalidad entre dicho defecto y una enfermedad han quedado demostrados sobre la base de una abanico de indicios sólidos".
  • La administración de la vacuna es la explicación más plausible de la aparición de la enfermedad"
Además, el tribunal europeo razona que si sólo se puede demostrar estos casos con "pruebas derivadas de la investigación médica, dificultaría excesivamente o incluso imposibilitaría exigir responsabilidad del producto".
Y esta circunstancia, según el mismo tribunal, haría "peligrar el efecto útil de la directiva y sus objetivos (proteger la seguridad y a salud de los consumidores y garantizar el justo reparto de los riesgos inherentes a la producción técnica moderna entre el perjudicado y el producto)".
En conclusión, el TJUE considera que "la proximidad temporal entre la administración de una vacuna y la aparición de una enfermedad, la inexistencia de antecedentes médicos personales y familiares en relación con dicha enfermedad, y la existencia de un número significativo de casos registrados en los que la citada enfermedad apareció a raíz de la administración de la referida vacuna, parecen a priori constituir indicios cuya conjunción podría llevar al juez nacional a considerar que el perjudicado ha satisfecho la carga de la prueba que le incumbe. Así podría ocurrir, en particular, si dichos indicios llevaran al juez a considerar, por un lado, que la administración de la vacuna es la explicación más plausible de la aparición de la enfermedad, y, por otro lado, que la mencionada vacuna no ofrece la seguridad a la que una persona tiene legítimamente derecho".

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