"Hay docentes que se sienten solos cuando tratan con un residente difícil"

Las causas de los MIR complicados de tutorizar son diversas; es importante concretar dónde está el problema e implicar a toda la unidad docente en busca de alternativas

Nuria Monsó. Madrid | 02/10/2017 00:00

Araceli Garrido y Aurora Fernández, tras impartir un taller sobre cómo tratar con el residente con problemas. (Mauricio Skrycky)

Durante su etapa como tutores, algunos profesionales se encuentran con residentes complicados. Su perfil es muy diverso, según Araceli Garrido, médico de Familia del centro de salud Barrio del Pilar de Madrid: "Puede ser por sus características personales, por su situación, por su salud física y mental, por sus capacidades y conocimientos o por su capacidad de aprendizaje... todo estos factores pueden dificultar la tutorización, pero nuestro objetivo debe ser sacar un buen especialista al final".

Aurora Fernández, jefa de estudios de la Unidad Multiprofesional de Medicina Familiar Centro de Madrid, apunta que "normalmente el tutor que detecta estas situaciones es el que está más comprometido, el que no quiere pasar y exigir sólo lo mínimo. Y hay docentes que nos comentan que se sienten un poco abandonados: el delegado de prevención no sabe actuar; el responsable de la unidad docente no quiere que trascienda por si se cuestiona la capacidad de la organización, etc.", lamenta.

Ambas profesionales impartieron un taller sobre este asunto en el encuentro de tutores MIR para intentar dar pistas sobre cómo actuar, si bien en un futuro quieren estructurar algún tipo de guía más concreta.

Como primer consejo, Garrido propone "estar alerta y actuar ante los primeros problemas; hablar con el propio residente y con otros tutores o especialistas. Lo que no hay que hacer es olvidarlo ni relegarlo".

"Lo básico es acotar claramente dónde está el conflicto; si en la forma de ser, si en un problema personal, si en una enfermedad, etc.", explica Fernández.

Hay asuntos como las enfermedades y las adaptaciones al puesto de las que se puede encargar el departamento de prevención de riesgos laborales. También hay alternativas para prorrogar la residencia si, por cualquier motivo, no se ha podido realizar con normalidad.

Problemas derivados del carácter requieren hacerle ver al MIR que debe corregir su comportamiento. Ambas reconocen que, si no se consigue, a veces es complicado convencer al resto de docentes de que hay que suspenderle. "Esto no es sólo ciencia; también es tener unas habilidades sociales, y esto poco a poco va calando", concluye Fernández.