martes, 16 de diciembre de 2014

El reto de la atención a la Salud Mental en las Islas Baleares pasa por avanzar en la articulación de un espacio sociosanitario :: El Médico Interactivo :: El reto de la atención a la Salud Mental en las Islas Baleares pasa por avanzar en la articulación de un espacio sociosanitario

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El reto de la atención a la Salud Mental en las Islas Baleares pasa por avanzar en la articulación de un espacio sociosanitario



Diciembre de 2014 - Ana Montero

Los principales responsables de la política sanitaria y de la atención de la Salud Mental en las Islas Baleares se han dado cita en una jornada de trabajo, organizada por la Revista EL MÉDICO y EL MÉDICO INTERACTIVO, medios de comunicación del Grupo SANED, la Fundación Bamberg y Lundbeck España, con el objetivo de analizar la situación actual de la asistencia psiquiátrica en esta comunidad autónoma y profundizar en sus fortalezas, debilidades y sus planteamientos y retos de futuro

La atención a la Salud Mental en las Islas Baleares ha experimentado un avance sustancial con respecto a los últimos 10-15 años, tal y como han concluido responsables políticos, sanitarios y clínicos relacionados con la asistencia psiquiátrica en las Islas Baleares, en el marco de una reunión de trabajo organizada por la Revista EL MÉDICO y EL MÉDICO INTERACTIVO, medios de comunicación del Grupo SANED, la Fundación Bamberg y Lundbeck España. Una jornada, cuyo objetivo es realizar una radiografía de la situación de la Salud Mental en esta comunidad autónoma, y en torno a la cual se han dado cita de forma extraordinaria, casi histórica, un nutrido grupo de expertos que han marcado las líneas estratégicas necesarias para poder mejorar la atención a estos pacientes.
Así pues, junto al conseller de Salud de las Islas Baleares, Martí Sansaloni Oliver, que ha clausurado el acto con Miquel Tomàs Gelabert, director general de IB-Salut, han participado en la jornada: César Vicente Sánchez, director general de Gestión Económica y Farmacia; Luis Rafael Santiso Martínez, director general de Salud Pública y Consumo; José Luis Gallego Lago, director de Asistencia Sanitaria de IB-Salut; Marcos Barceló, subdirector de Cuidados y Atención Sociosanitaria de IB-Salut; Joan Salva Coll, coordinador Autonómico de Salud Mental de IB-Salut; Víctor Ribot Murillo, director gerente del Sector Sanitario de Ponent (Hospital Universitario Son Espases); Francesc Feliú Román, director gerente del Sector Sanitario Migjorn (Hospital Son Llàtzer); Rafael Marcote Darriba, director gerente del Sector Sanitario Tramuntana (Hospital Comarcal de Inca); Manuel Yebra Benavente, director gerente del Sector Sanitario de Menorca (Hospital General de Menorca); Alberto Anguera Puigserver, gerente de Atención Primaria de Mallorca; e Ignasi Casas Ollé, director gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera.
Los expertos han analizado el momento por el que pasa la atención a la Salud Mental en las Islas y han profundizado en sus fortalezas, debilidades, desafíos y retos de futuro, entre otros, el de trabajar en contra del estigma y la discriminación de las personas con enfermedad mental o la necesidad de una colaboración estrecha entre servicios sociales, Atención Primaria y Especializada, para avanzar en el abordaje integral del paciente. "La evolución de la Salud Mental en las Islas ha sido positiva, con sus luces y sus sombras, pero cada vez más eficiente", ha señalado Joan Salva Coll, coordinador autonómico de Salud Mental de IB-Salut.
Por su parte, el conseller balear se ha interesado vivamente por el estado actual de la Salud Mental, aseverando la necesidad de un servicio integral a las personas e incidiendo en el reto de terminar con las duplicidades en beneficio del paciente. "Tenemos dificultades y lo hemos pasado mal, como en todas partes, pero se ha avanzado sustancialmente en Salud Mental para terminar con las duplicidades y dar un servicio integral a las personas", ha asegurado Sansaloni.
Una idea que ha sido compartida por el resto de los expertos que, durante toda la jornada, han defendido que la situación actual de la Salud Mental en Baleares es muy diferente a como era hace una década, con una hoja de ruta bien estructurada a corto, medio y largo plazo, incluso teniendo en cuenta las barreras con las que se encuentra, entre otras, el contexto económico, la infrafinanciación de la Sanidad o las estructuras administrativas rígidas que, entre otras limitaciones, no permiten una gestión ágil en recursos humanos, como explicaba Víctor Ribot Murillo, director gerente del Sector Sanitario de Ponent (Hospital Universitario Son Espases). "Existen determinadas plazas de profesionales sanitarios, como enfermería y auxiliares, que asuntos sociales no tiene problema en asumir, pero que a la inversa no es posible, es decir, el perfil específico de los profesionales sociosanitarios es muy difícil de encajar en las estructuras sanitarias y, en definitiva, lo que sucede es que el escollo de los recursos humanos lastra procesos que podrían ser buenos para el paciente", sentenciaba el experto.
También, en este sentido, Salva Coll señalaba que "las debilidades de la atención a la Salud Mental que debemos corregir no se encuentran en el sistema sanitario sino en el social, fallamos en la gestión del paciente fuera del modelo sanitario, es decir, en lo que se refiere a recursos residenciales, a las necesidades de empleo, a su reinserción en la sociedad...". Una línea argumental en la que también intervenía César Vicente Sánchez, director general de Gestión Económica y Farmacia, quien ha insistido en que la ordenación sanitaria no coincide con la organización de la Salud Mental. "En Salud Mental no hay una estructura paralela a la planificación sanitaria general", ha lamentado el experto.
Por su parte, Luis Rafael Santiso Martínez, director general de Salud Pública y Consumo, ha insistido en la desestructuración por la que pasaba la atención a la Salud Mental balear en el pasado y que, en la actualidad, se ha visto mejorada, entre otras cosas, por el proceso de extinción e integración en el Servicio de Salud IB-Salut de las tres fundaciones públicas sanitarias (Hospital de Manacor, Hospital Son Llàtzer y Hospital Comarcal de Inca) y de la entidad pública empresarial Gestión Sanitaria de Mallorca (GESMA). Así pues, como ha explicado, la integración de las tres fundaciones públicas sanitarias y de GESMA en el servicio de salud ha implicado un avance en la eficiencia, puesto que se ha centralizado la toma de decisiones en todos los ámbitos (control presupuestario, contratos públicos, central de compras, régimen de personal, etc.).
En otro orden de cosas, el experto, se ha referido también a los avances que en la comunidad autónoma se están haciendo en materia de prevención, concretamente, como ha señalado, se está trabajando en la formación, información y concienciación de la comunidad educativa, profesores y alumnado, para trabajar en acciones en el ámbito de patología dual, toxicomanías y deshabituación.
Fortalezas y logros
Del mismo modo, durante el acto, se ha puesto en valor la aprobación, por unanimidad en el Parlamento, del documento operativo derivado de los trabajos de la Ponencia sobre el impulso a la Salud Mental en las Islas Baleares, un documento pionero en España que aglutina 15 recomendaciones, resultado de evaluar y sintetizar el conjunto de intervenciones y aportaciones documentales que han hecho todos los participantes en la ponencia. Una herramienta concebida para ser entregada a las administraciones públicas con el objetivo de generar una nueva visión, más eficaz y eficiente para organizar, coordinar y prestar los servicios de Salud Mental en las Islas Baleares.
En definitiva, una hoja de ruta actualizada que, como han explicado los expertos, permita organizar, coordinar y mejorar la atención a los enfermos mentales; desarrollar la promoción de la Salud Mental entre la población; prevenir enfermedades mentales con la participación de profesionales sanitarios y mediante campañas preventivas, educativas y de sensibilización; erradicar el estigma social que va ligado a las personas que padecen algún trastorno mental; delimitar las competencias en Salud Mental entre el área sanitaria y el área de servicios sociales, para establecer mecanismos de coordinación entre ellos; o definir un modelo de atención a la Salud Mental mediante la atención de procesos asistenciales y desarrollar acciones de promoción de la salud y de prevención de enfermedades mentales.
Asimismo, el documento resalta la importancia de considerar el tercer sector como pieza imprescindible en la mejora de calidad de vida de las personas que padecen alguna enfermedad mental y ahonda en la necesidad de garantizar la financiación, incidiendo en el incremento progresivo de los recursos a la Salud Mental en los presupuestos y avanzando hacia un modelo de concertación de servicios. También recoge la necesidad de garantizar una cartera de servicios comunes sanitarios y sociales, implementando las presentaciones en aquellos lugares que presentan más carencias; de incrementar progresivamente los servicios comunitarios; y de priorizar los servicios de proximidad como la atención domiciliaria, unidades comunitarias de rehabilitación, centros de día, viviendas tuteladas y recursos de integración social.
Del mismo modo, en el documento se incide en la importancia de avanzar en la dotación de servicios asistenciales y residenciales para personas con discapacidad intelectual y con trastornos de conducta; en mejorar la organización y atención a los drogodependientes; y se recoge la creación de una unidad de patología dual.
En este contexto, otro de los principales logros que se han alcanzado en el ámbito de la Salud Mental balear, tal y como se ha extraído del debate, es que existe un fuerte consenso de los profesionales a la hora de trabajar por la Salud Mental. "Los profesionales han creado un tejido comunicativo muy consolidado y firme", ha señalado Rafael Marcote Darriba, director gerente del Sector Sanitario Tramuntana (Hospital Comarcal de Inca).
Además, en este punto, se ha puesto en valor la figura del Coordinador Autonómico de Salud Mental, como agente moderador, aglutinador y canalizador de las realidades de los diferentes sectores. Junto al Coordinador Autonómico los expertos han señalado la existencia de otros dos perfiles: Coordinador Insular y Coordinador Infanto-Juvenil.
Retos de futuro
En un contexto en el que el modelo de atención a la Salud Mental está garantizado y en el que los recursos y dispositivos están destinados, esencialmente, a la asistencia más aguda y técnica, los expertos han insistido en que se ha de avanzar en la articulación de un espacio sociosanitario, reordenando los recursos humanos y materiales. En este sentido, se ha evidenciado la necesidad de trabajar en los aspectos residenciales y en la reinserción social y laboral de los pacientes, contando, precisamente, con los convenios firmados con diferentes entes sociales, según ha argumentado Francesc Feliú Román, director gerente del Sector Sanitario Migjorn (Hospital Son Llàtzer). "No podemos obviar que la crisis ha mellado la colaboración con determinadas asociaciones que cubrían los dispositivos intermedios de seguimiento y reintegración y de los que ahora carecemos", explicaba el experto que, además, ha dejado de manifiesto que entre Psiquiatría y Neurología existe un vacío, sobre todo, en demencias con trastornos graves de la conducta, "al que no podemos dar salida", tal y como ha lamentado.
Al hilo, Marcos Barceló, subdirector de Cuidados y Atención Sociosanitaria de IB-Salut, ha recordado que existe una comisión de seguimiento para abordar la cuestión del espacio sociosanitario. "La situación económica para avanzar en este aspecto no es la más indicada, pero sí se ha avanzado en la sectorización de lo sociosanitario".
Por su parte, Marcote Darriba, director gerente del Sector Sanitario Tramuntana (Hospital Comarcal de Inca), ha matizado que, aunque el espacio sociosanitario no está articulado organizativa y administrativamente, sí se está trabajando en un modelo comunitario de atención a la Salud Mental y, del mismo modo, se está impulsando el abandono del concepto clásico de hospital para apostar por aquel en el que predominen actitudes más proactivas.
Asimismo, los expertos han puesto sobre la mesa otros desafíos de futuro, como el de trabajar en contra del estigma y la discriminación de las personas con enfermedad mental o la necesidad de una colaboración más estrecha entre Atención Primaria y Especializada, para garantizar un abordaje integral del paciente. En este punto los expertos han reconocido que sí existen protocolos de derivación y comisiones interdisciplinarias, como en el caso del Área de Salud que Menorca donde, como ha recordado Manuel Yebra Benavente, director gerente de dicho sector sanitario, sí existe una buena integración de profesionales de ambos niveles asistenciales y equipos multidisciplinares bien definidos.
"La coordinación entre los dos niveles asistenciales es básica y la vamos a potenciar en la medida de lo posible, la idea es que los dispositivos no estén en Atención Primaria y en Especializada, sino que estén centralizados en un único nivel", ha señalado José Luis Gallego Lago, director de Asistencia Sanitaria de IB-Salut. Al respecto, los expertos se han referido al desarrollo e implantación de la Historia Clínica Electrónica (HCE), única y compartida, y, por tanto, la actuación en red, como una de las herramientas clave para lograr la continuidad asistencial.
Del mismo modo, los principales responsables de la política sanitaria y de la atención de la Salud Mental en las Islas Baleares se han referido a la solución tecnológica con que cuentan (Programa de Atención de los Pacientes con Enfermedades Crónicas-PAPEC) cuyo objetivo es consolidar la continuidad asistencial del tratamiento de los pacientes con enfermedades crónicas más frecuentes -enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), ictus, insuficiencia renal y diabetes-, para ofrecerles, así, una atención integral, coordinada y multidisciplinaria. Al hilo, los expertos han dejado sobre la mesa la posibilidad de utilizar esta herramienta informática en el abordaje de los pacientes con enfermedades psiquiátricas.
Por lo que se refiere a los objetivos asistenciales hospitalarios, más concretamente en el ámbito de la Salud Mental, los asistentes a la jornada han destacado, entre otras cuestiones, la importancia de tender a la atención ambulatoria de los procesos en detrimento de la hospitalización; la necesidad de seguir aplicando la evidencia clínica en los tratamientos y procesos, tal y como ha manifestado Ribot; la trascendencia de poner orden y objetivos claros en materia prescripción de medicamentos y también en psicoterapia, tal y como han reconocido Gallego y Coll; o la oportunidad de avanzar en el desarrollo de los sistemas de monitorización de resultados en salud que no supongan un esfuerzo administrativo para el profesional. "Queremos saber a qué tipo de paciente se le está aplicando el tratamiento, durante cuánto tiempo y con qué resultados, para ver si se le sigue o no tratando", ha manifestado Marcote Darriba, director gerente del Sector Sanitario Tramuntana. En este sentido, los expertos han manifestado también su colaboración con la industria para poner en marcha e implantar estos procesos.
En otro orden de cosas, en el ámbito de Farmacia, los expertos han recordado que el Plan de Salud Mental contempla la necesidad de avanzar en los problemas de adherencia terapéutica, ya que actualmente se estima que entre el 70 y el 75 por ciento de los pacientes de Salud Mental no toman correctamente los medicamentos prescritos.
En este mismo contexto se ubican los fármacos de lenta liberación (progresivos o de acción retardada) que aunque ayudan al cumplimiento de la terapéutica farmacológica, tienen dificultad para ser incluidos en las guías. "Algunos servicios de Farmacia Hospitalaria no entienden que desde un hospital se pueda plantear el uso de fármacos depot, algo que, sin duda, es un contrasentido ya que si lo que se persigue es que el paciente esté estable y en su domicilio, la opción de darle esa medicación, seguramente, evitará reingresos", ha sentenciado Coll.
En ese punto, César Vicente Sánchez, director general de Gestión Económica y Farmacia, ha explicado que el funcionamiento de la Comisión Autonómica de Terapéutica, que protocoliza la inclusión de nuevos fármacos y garantiza la equidad en el acceso, es correcto y trabaja con criterios comunes. Además, Vicente ha invitado a unirse a la Comisión a los representantes de Salud Mental y Psiquiatría por lo interesante de la prestación farmacéutica en la atención a estos pacientes.
De igual modo, y respondiendo a cuestiones de actualidad, el director general de Gestión Económica y Farmacia ha señalado que los pagos a proveedores ya se están realizando a 65 días, máximo 180 días, frente a los 500 días que se manejaban en 2011, a pesar de la situación de crisis económica y de la inercia incrementalista que sufre la Sanidad.
Igualmente, dentro del contexto de gasto, Santiso ha avanzado que el presupuesto en Sanidad para el próximo año ha subido un 10,29 por ciento, es decir, 127 millones de euros más, a pesar de que se parte de una situación en la que el sistema sanitario está infrafinanciado, como han destacado. Al hilo, los expertos han apostado por una financiación en salud per cápita. "No se han eliminado servicios de hecho, incluso con el presupuesto menguado, se han mantenido con eficacia y calidad y se han implantado nuevos programas como el de cribado poblacional. En definitiva, es una realidad que se están dando pasos en la optimización de recursos, pero la restricción real de cara a los próximos años está en los recursos humanos", ha señalado Santiso.
Por su parte, Francesc Feliú Román, director gerente del Sector Sanitario Migjorn (Hospital Son Llàtzer), ha insistido en la necesidad de "cambiar las reglas del juego y la dinámica de trabajo", ya que, a su juicio, el gasto necesario en Sanidad dependerá de la actividad que se quiera hacer, "si seguimos haciendo las mismas cosas, aunque las hagamos mejor, el gasto se incrementará año tras año. El resultado en salud podrá ser mejor, pero el gasto que generamos siempre será superior", argumentaba.
Por último, los expertos han abordado durante el debate otros temas como la importancia de integrar la atención a las drogodependencias en el área de Salud Mental; la potenciación de la Salud Mental Infanto-Juvenil; la transcendencia de unificar líneas y criterios para la gestión, ajustando los recursos a las necesidades; o la magnitud de considerar la Salud Mental como una especialidad más de la Medicina, algo que contribuiría a la desestigmatización de la enfermedad.

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