Los profesionales sanitarios del Servicio Cántabro de Salud notificaron 93 incidentes violentos en 2014, tres más que en 2013
Santander (17/03/2015) - Santander
• Según ha explicado el director gerente del SCS, el doctor Carlos León, la mayoría de las notificaciones del personal de Atención Primaria, hospitales y 061 en su actividad diaria fue por insultos e injurias, que afectaron en su mayor parte a personal enfermero y a médicos, y el 82 por ciento, a mujeres
• Se celebró la sesión constitutiva del Plan de Prevención y Atención a Incidentes Violentos en el Ámbito Sanitario Público de Cantabria
El Servicio Cántabro de Salud ha registrado 93 incidentes violentos notificados por los profesionales sanitarios de Atención Primaria, hospitales y 061 en su actividad diaria durante el pasado año, tres más que en 2013. Las mujeres sufrieron el 82 por ciento de las agresiones, que en un 62 por ciento de los casos fueron realizadas por un hombre.
Según ha explicado el director gerente del SCS, Carlos León, 48 incidentes tuvieron lugar en los centros de salud, 25 en Valdecilla, 14 en el Hospital Sierrallana y 6 en el Hospital de Laredo. Estos datos reflejan un incremento en Atención Primaria en relación a 2013, pasando de 37 a 48, y un descenso en el Hospital de Laredo, de 15 a 6, mientras que Valdecilla y Sierrallana se mantienen en cifras similares.
Los insultos e injurias fueron la causa más frecuente, en un 53 por ciento de los casos, seguida por las amenazas verbales (33 por ciento) y la agresión física (14). Esta tendencia se mantiene en los 513 casos registrados entre 2008 y 2014. En el caso de las agresiones físicas registradas en 2014, un total de 13, la categoría profesional más afectada fue Enfermería (4), celadores (4), médicos (2), auxiliares de Enfermería (2) y fisioterapeuta (1).
En el total de los 93 incidentes registrados el pasado año, también fueron los profesionales de Enfermería el personal que se vio involucrado con mayor frecuencia (40 incidentes), seguido por los médicos (26), auxiliares de Enfermería (9), administrativos (7), celadores (6), fisioterapeutas (2), matronas (2) y trabajador social (1). Esta distribución es similar a los casos registrados entre 2008 y 2014.
El desacuerdo en la atención recibida fue el origen del incidente en 47 de los casos de 2014, motivo que se mantiene también como principal causa entre 2008 y 2014. Las dos terceras partes de los incidentes fueron provocadas por el propio paciente y el resto por familiares o acompañantes.
Por el lugar del incidente, en Atención Primaria el mayor número de casos del pasado año tuvo lugar en la consulta (27), seguido por el mostrador de admisión (8). En el ámbito hospitalario, el área de hospitalización (19 casos) y Urgencias (16 casos) fueron las zonas con mayores incidentes. Esta tendencia también se mantiene en el período entre 2008 y 2014.
En cuanto a las actuaciones posteriores, el director gerente del SCS ha señalado que de los 93 incidentes registrados en 2014, en el 90 por ciento de los ocurridos en Atención Primaria se remitió una carta a su autor, informándole sobre los derechos y deberes de los usuarios del sistema sanitario y sobre la normativa legal y los motivos de aplicación. Además, en uno de los casos se procedió a cambiar de cupo a un usuario y en otro se tramitó un expediente sancionador.
Ha destacado que en todos los casos se ha puesto a disposición de los profesionales la atención sanitaria, psicológica y jurídica que fuera precisa, aunque este tipo de actuaciones sólo ha sido necesario en menos del cinco por ciento de los 513 casos registrados entre 2008 y 2014.
Tolerancia cero
Carlos León ha recordado que la Consejería de Sanidad y Servicios sociales, dentro de su política de "tolerancia cero" con las agresiones a profesionales sanitarios puso en marcha en marzo de 2014 el Plan de Prevención y Atención a Incidentes Violentos en el Ámbito Sanitario Público de Cantabria, documento que incluye medidas preventivas y actuaciones para hacer frente a estos incidentes.
Se trata de un Plan, ha indicado, que refleja la apuesta de la Consejería por mejorar el funcionamiento del sistema sanitario, que es y debe seguir siendo de excelencia y para ello es necesario que los profesionales desarrollen sus funciones en un ambiente seguro y que garantice una buena praxis.
Este Plan cuenta con una Comisión de Seguimiento constituida el 5 de marzo y que en su primera reunión ha analizado cuestiones relacionadas con la difusión del Plan entre los profesionales y centros; la implantación completa del botón de alarma en todos los centros de salud; y el desarrollo de formación continuada específica en materia de prevención y actuación ante incidentes violentos a la que han tenido acceso 3500 profesionales del SCS.
En esta sesión constitutiva también se ha debatido el diseño de las nuevas infraestructuras teniendo en cuenta las recomendaciones del Plan en materia de salidas y posibles vías de huída en caso de necesidad; la coordinación con los cuerpos de seguridad del Estado, fundamentalmente con la Guardia Civil para elevar la cobertura y el nivel de protección en los centros sanitarios prioritariamente en aquellos más aislados geográficamente; y la actualización del mapa de riesgos de Cantabria, detectando los centros con mayor probabilidad de conflictos y concluyéndose que existe un nivel de riesgo tolerable en los mismos.
El director del SCS también ha citado como acciones de futuro la extensión del botón de alarma a los consultorios rurales y hospitales; la valoración de la puesta en marcha de un teléfono 24 horas para centralizar las notificaciones de los incidentes y orientar sobre los pasos a dar por el profesional en caso de verse involucrado en uno de ellos; el diseño y organización de una jornada monográfica en prevención y actuación ante incidentes violentos con el objetivo de concienciar e informar a los profesionales; y la puesta en marcha de una campaña de sensibilización a los profesionales y a la sociedad, en colaboración con los colegios profesionales y los sindicatos, acerca de la necesidad de terminar con este tipo de prácticas.
Optimizar la información, comunicación y coordinación entre las instituciones y organizaciones, e impulsar el contacto y comunicación directa con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad así como participación en los grupos de trabajo constituidos para que la violencia dirigida contra los profesionales en el ámbito sanitario sea tipificada como 'delito de atentado contra funcionario público', han sido otras acciones de futuro señaladas.
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