Oncólogos ven útiles las pruebas de perfiles de expresión génica pero les preocupa su costo y su abuso
10/03/2015 - E.P.Las directrices actuales para el tratamiento del cáncer de mama en fase temprana se traducen en que un número muy elevado de mujeres reciben quimioterapia sin beneficiarse de ella
Oncólogos dan la bienvenida a las pruebas de perfiles de expresión génica como una herramienta añadida para decidir si las mujeres con cáncer de mama en etapa temprana deben someterse a la quimioterapia, según un nuevo estudio. Pero los especialistas tienen reservas importantes sobre el costo de la prueba y si está siendo usada en exceso y para los pacientes adecuados.
También han reconocido en la investigación, realizada por la doctora Yvonne Bombard, investigadora en genómica en el 'Li Ka Shing Knowledge Institute' del Hospital St. Michael, en Toronto, Canadá, y publicada en la edición digital de The Oncologist, que no pueden explicar la prueba de una manera que los pacientes comprendan qué hace.
Las pruebas de perfiles de expresión génica como 'Oncotype DX' pueden ayudar a diferenciar a las mujeres que podrían beneficiarse de la quimioterapia de las que no.
Esta prueba analiza los patrones de 21 genes diferentes dentro de las células del cáncer para ayudar a predecir cómo de probable es que el cáncer de la mujer se repita dentro de diez años después del tratamiento inicial y lo beneficiosa que será para ella la quimioterapia.
Se llevó a cabo una encuesta en un total de 14 oncólogos en hospitales universitarios y de la comunidad de Toronto. La mayoría considera que las pruebas mejoran su confianza para decidir si recomienda la quimioterapia en los casos en que no está clara para el médico ni el paciente la mejor dirección de actuación, especialmente cuando están realmente indecisos. Aunque la mayor parte cree que la prueba respalda su evaluación en lugar de modificar su práctica, un oncólogo describió la prueba como un "desempate".
Pero estos expertos expresaron su preocupación por el uso excesivo y el uso inadecuado de la prueba; la excesiva dependencia de este test en relación con otros indicadores patológicos más establecidos; el hecho de que el análisis tiene lugar en un solo laboratorio en California (Estados Unidos); un marketing agresivo sobre esta herramienta y su alto costo, de alrededor de 4.000 dólares (3.632 euros).
Bombard señala que estas reservas fueron consistentes con las preocupaciones generales sobre el uso excesivo de las pruebas de laboratorio, que han aumentado rápidamente, contribuyendo a la presión financiera sobre los sistemas de atención sanitaria. Las estimaciones sugieren que entre el 10 y el 50 por ciento de las pruebas de laboratorio en Canadá podrían ser innecesarias y un tercio de los gastos de atención de salud de Estados Unidos son por el uso excesivo o mal empleo de pruebas, procedimientos y terapias.
Además, mientras que muchos oncólogos dijeron que era fácil de explicar la prueba a los pacientes, permanecieron inseguros acerca de si los pacientes comprendían los resultados de las pruebas y sus implicaciones en el tratamiento.
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