lunes, 23 de marzo de 2015

Unidades de corta estancia: tan útiles como escasas - DiarioMedico.com

Unidades de corta estancia: tan útiles como escasas - DiarioMedico.com



MEDIDAS PARA CENTROS

Unidades de corta estancia: tan útiles como escasas

Han demostrado eficacia y que palían la saturación de las Urgencias. Tras dos décadas de experiencia sólo el 11% de hospitales tienen una.
Carmen Fernández. Barcelona | carmenfer@diariomedico.com   |  23/03/2015 00:00
 
 

Carles Ferré
Carles Ferré, responsable de la UCE del Hospital de Bellvitge. (Jaume Cosialls)
La saturación de los servicios de Urgencias hospitalarios, un problema endémico y reagudizado con los recortes presupuestarios que estos días vuelve a estar de actualidad en diferentes puntos de España, tiene difícil solución pero hay formas de paliarlo. Las unidades de corta estancia (UCE), destinadas a la hospitalización de pacientes que pueden tener una rápida estabilización, con estancias medias que van de 48 a 72 horas, se han mostrado como una herramienta eficaz por su importante volumen de actividad, por ser un modelo de gestión ágil y, por tanto, por su elevado índice de ocupación y rotación de las camas, que mantiene una baja estancia media y un elevado índice de resolución, algo que las convierte en altamente eficientes.
Pero dos décadas después de las primeras experiencias sólo el 11,3 por ciento de 591 hospitales nacionales disponen de este recurso, según los proyectos Regice 1: Registro de las unidades de corta estancia en España y Regice 2: gestión clínica de las unidades de corta estancia en España, coordinados por el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona, y publicados en Emergencias en 2014.
Las UCE españolas no son un modelo homogeneo, puesto que cada centro las ha creado a su medida, ni perfecto, aunque los estudios Regice confirman sus "buenos resultados en términos de actividad, eficacia y seguridad".
La consultora Iasist (elabora el ranking TOP 20 de hospitales) acaba de publicar un informe sobre la actividad de 40 hospitales, diez de los cuales tienen una UCE, en el que concluye que "los comportamientos son, en global, muy variables y en muchas ocasiones estas unidades no cumplen con los criterios predefinidos y las estancias se alargan más de lo previsto".
A medida de cada centro
Carlos Ferré, responsable de la UCE de Bellvitge, creada en 1997 y referente nacional del modelo, explica que estas unidades se adaptan a las necesidades de cada hospital y por eso en su mayor parte dependen funcionalmente de Urgencias pero también de otros servicios. "En el origen de todas hay lo mismo: un recurso que ayude a paliar la saturación de los servicios de urgencias", afirma Ferré.
Su UCE tiene 24 camas, tres médicos dedicados en exclusiva y otros de Urgencias que van rotando y no está ubicada ni al lado de Urgencias ni en el mismo hospital sino en otro que hay enfrente: el Hospital Duran y Reynals, donde se ubica el Instituto Catalán de Oncología. Esa separación física permite a la UCE recibir sólo los pacientes candidatos a este recurso, aunque al depender de Urgencias está al corriente de la saturación del servicio y obra en consecuencia (cediendo alguna cama libre y acelerando procesos), reconoce Ferré, al tiempo que insiste en que "lo importante es que el enfermo esté convenientemente seleccionado en origen (Urgencias)". La excesiva presión en Urgencias supone un riesgo claro de que las camas de la UCE sean ocupadas por enfermos que esperan un ingreso convencional pero, para eso, en algunos centros ya tienen unidades o áreas de preingreso.
Ferré apunta que, en su UCE, al estar en manos de médicos de Urgencias, todos conocen bien qué pacientes pueden ingresar en ella; "de hecho, el 90 por ciento están bien escogidos", dice. Cuando no se hace así, sucede que la estancia del paciente se alarga más allá del máximo de tres días preestablecidos: "De éstos tenemos pocos", asegura.
Si todo va según lo previsto, los pacientes ingresados reciben el tratamiento oportuno para resolver el problema (descompensación de patología crónica, infección) y, si necesitan más días de permanenciaen en el hospital, son derivados a otras unidades.
Pere Llorens, jefe de Servicio de la UCE de Urgencias del Hospital General de Alicante y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), dice ser un "apasionado" de este recurso porque "ordena y minimiza el impacto de los ingresos urgentes; permite ofrecer a los enfermos con patología crónica y exacerbada una atención más adecuada; drena y da seguridad al servicio de Urgencias y reduce la estancia media de los hospitales con un perfil de seguridad y de satisfacción igual que el de otras salas de hospitalización".
Pero defiende que las UCE "tienen que depender de Urgencias porque la gestión única (Urgencias-UCE) favorece el cumplimiento de protocolos y monitorización" y deben ofrecer la misma calidad asistencial que el ingreso convencional y los mismos servicios hosteleros.
¿Más mortalidad?
Por otro lado, Iasist destaca en su informe las altas tasas de mortalidad que ha hallado en las diez unidades que ha analizado. Ferré explica al respecto que la mortalidad se debe al perfil de los pacientes atendidos, que tienen una media de edad de 78-80 años y una alta comorbilidad. Mientras que Llorens apunta que también atienden a pacientes que precisan cuidados paliativos, a pesar de lo cual la mortalidad, a su juicio, es menor que en la hospitalización convencional. En materia de reingresos, que es otro indicador remarcable, sucede algo similar.

La Semes recomendará el modelo y sus indicadores de calidad

La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) ha creado un grupo de trabajo sobre Unidades de Corta Estancia (UCE) y apuesta oficialmente por este recurso, informa Pere Llorens, miembro de la Junta directiva de la sociedad.
Semes tiene previsto emitir una recomendación destinada a políticos y gestores que incluirá indicadores de calidad elaborados de acuerdo con otras sociedades científicas. Los estudios Regice concluyen que sería útil consensuar criterios clínicos de adecuación de ingresos y establecer indicadores de calidad que sirvan de referencia para monitorizar y corregir desviaciones del modelo. "Nos choca que actualmente sólo el 11 por ciento de los hospitales de España tengan una UCE cuando ya las hemos probado y ya sabemos cómo funcionan. Quizá sea por el grado de desconocimiento de los gestores o quizá por el rechazo por parte de algunos profesionales de ciertas especialidades", manifiesta Llorens.

No hay comentarios: