Un ingreso breve evita el deterioro cognitivo del anciano

Las UCEM de La Coruña y Vigo tienen buenos resultados en reingresos y mortalidad, pese a que la edad media de sus pacientes es de 80 años.

María R. Lagoa. Vigo | dmredaccion@diariomedico.com | 23/03/2015 00:00

Pilar Reimundez, Paula Pérez Rey, Yaiza Romero, Pablo Lamas, Martín Rubianes y Raquel Montes, miembros de la Unidad de Corta Estancia Médica del Complejo Hospitalario de Vigo (Chuvi). (Andrés Panaro)

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Galicia es una de las comunidades autónomas con la población más envejecida, lo que deriva en un porcentaje altísimo de pacientes mayores en los hospitales. De hecho, el perfil tipo de los pacientes que ingresan en las unidades de corta estancia médica (UCEM) de los complejos hospitalarios universitarios de La Coruña y Vigo (Chuac y Chuvi) es una persona mayor con pluripatología crónica, que se ve descompensada en su estado general por un proceso agudo y que requiere un período de ajuste de pocos días. La media de edad en ambos hospitales roza los 80 años. Las características y el funcionamiento de estas unidades benefician especialmente al paciente anciano porque un ingreso hospitalario corto evita el deterioro cognitivo y favorece que conserve su capacidad funcional. "La familia va a tener al paciente en su casa mejor si está poco tiempo en el hospital", dice el coordinador de la UCEM del Chuvi, Martín Rubianes. Hay que tener en cuenta que son pacientes que solían estar internados entre 7 y 10 días.

Además de las ventajas para este tipo de pacientes, el jefe de la UCEM del Chuac, Fernando de la Iglesia, va más lejos y resalta que la filosofía de la corta estancia se contagia a todo el hospital: "Cuando se crean estas unidades, disminuye también la estancia en servicios como Medicina Interna".

La filosofía de la corta estancia se contagia a todo el hospital: cuando se crea una disminuye también la estancia en servicios como el de Medicina Interna

La unidad de Vigo es un ejemplo de los servicios más jóvenes (comenzó a funcionar en noviembre del 2013), mientras que la de La Coruña fue una de las primeras que se puso en marcha en España, hace ya 20 años. La primera tiene 20 camas y dos médicos, aunque en el nuevo hospital que se está construyendo en la ciudad tendrá 30 camas y más recursos. La segunda cuenta con 40 y con un equipo de cinco facultativos.

Disponen de protocolos de actuación específicos dirigidos a una organización más ágil y en los que sus pacientes tienen prioridad para determinadas pruebas. La mayoría de los ingresos proceden de Urgencias y un importante volumen de sus enfermos padece insuficiencia cardiaca y enfermedad respiratoria crónica. Al alta, tienen el apoyo del servicio de Hospitalización a Domicilio. Asimismo, tienen una vertiente diagnóstica con la entrada de manera programada de personas que van a ser sometidas a una prueba diagnóstica intervencionista y que requiere vigilancia, o cuando surgen complicaciones como consecuencia de alguna prueba.

En 2014, La Coruña tuvo 2.500 pacientes y una estancia media de cinco días, mientras que por la unidad de Vigo pasaron 1.768 pacientes y la media de estancia fue de 2,9 días.

Tanto Rubianes como De la Iglesia han remarcado que es clave la mentalidad de todo el equipo: "Todos los profesionales de la unidad han de enfocar la actividad a que el paciente esté el tiempo imprescindible. Tampoco hay que obsesionarse, hay que trabajar con seguridad y eficiencia de manera que no haya más reingresos, ni complicaciones ni más mortalidad", dice De la Iglesia.