La crisis económica eleva hasta un 35% la tasa de paro en personas con discapacidad

La tasa de desempleo de la población con discapacidad ha aumentado en los últimos años hasta llegar a un 35 por ciento, frente al 18 por ciento en 2008, según el I Atlas Laboral de las Personas con Discapacidad 2016, que ha sido elaborado y presentado hoy en Madrid por el Grupo SIFU y la Universidad de Sevilla.

Félix Martín. Madrid | 26/11/2015 14:34

Atlas laboral de personas con discapacidad 2016

Marcos Garrido, coordinador del Atlas de la Universidad de Sevilla; Cristian Rovira, vicepresidente de Grupo SIFU; Anastasia de las Peñas, subdirectora de Relaciones Laborales y Sociales del Área Corporativa de RRHH de Mapfre, y Marcos Santos, trabajador de Grupo SIFU en la Comunidad de Madrid. (DM)

La tasa de paro de las personas con discapacidad ha aumentado hasta un 35 por ciento en 2013, frenet al 16 de 2008 y al 26 por ciento de la población general, según el I Atlas Laboral de las Personas con Discapacidad 2016, que ha sido elaborado y presentado hoy en Madrid por Grupo SIFU y la Universidad de Sevilla. En los últimos años, la brecha entre ambos nichos de población en cuanto al índice de desempleo se ha duplicado, pasando del 5 por ciento en 2008 al 9 por ciento en 2013.

A lo largo de los años, la situación laboral de las personas con discapacidad en España no ha logrado los objetivos de integración marcados por la Ley General de Discapacidad (LGD), la cual establece una cuota de reserva del 2 por ciento. Según el informe, el incumplimiento de la ley por parte de empresas, tanto del sector público como privado, ha crecido en los últimos años (del 75,7 por ciento al 81,1 por ciento de 2013) sin medidas que cambien la situación.

En 2013, el 18,9 por ciento de los asalariados que trabajan en empresas públicas o privadas de más de 50 trabajadores cumplían con la cuota de reserva mínima del 2 por ciento, mientras que en 2008 era del 24,2 por ciento. Además, el informe destaca que el sector privado ha sido superior al sector público "debido a que las empresas privadas temen ser sancionadas por no cumplir con los porcentajes de personas con discapacidad, mientras que las públicas no tienen este temor", ha señalado Cristian Rovira, vicepresidente del Grupo SIFU.

Según el documento, una de cada cuatro personas tenía trabajo en 2013. A nivel europeo, España se sitúa por debajo de los países nórdicos, aunque por encima de Portugal, Italia, Grecia o Rumanía.

"La falta de recursos económicos derivada de la crisis, junto a la aplicación de medidas de austeridad, ha hecho que en estos últimos años se hayan reducido de manera drástica los recursos dedicados al fomento de políticas activas de empleo destinadas al colectivo de personas con discapacidad", ha explicado Marco Garrido, coordinador del Atlas y profesor de la Universidad de Sevilla.

Desigualdad salarial y de género
La diferencia salarial entre las personas con discapacidad y la población general para el mismo puesto de trabajo también ha ido aumentado. Entre 2013 y 2010, el salario bruto de las personas con discapacidad había disminuido 1.400 euros, mientras que el de las personas sin discapacidad se redujo tan solo 40 euros.

"Las empresas suelen recibir algún tipo de compensación o bonificación por contratar a personas con discapacidad; sin embargo, esto no revierte en unas condiciones laborales y salariales iguales a sus compañeros sin discapacidad. Hay que analizar si las subvenciones, prestaciones o bonificaciones que las empresas reciben son realmente utilizadas para que las condiciones laborales de estos trabajadores mejoren", ha destacado Rovira.

Además, el estudio señala que existe una discriminación por edad y género por parte de las empresas, siendo el grupo más contratado el de las personas adultas (94,2 por ciento de las contrataciones en 2014 fueron a mayores de 25 años) y hombres con discapacidad. También los varones tienden a ganar más y están más empleados (un 26 por ciento frente al 22 por ciento de en mujeres), mientras que las mujeres tienen mayor formación.

El informe ha analizado también cuáles son las barreras más importantes que impiden a las empresas contratar a una persona con discapacidad. La principal es la adaptación al puesto de trabajo, seguida de la falta de cualificación y formación necesaria para la ocupación vacante.

Perfil del trabajador con discapacidad
Los datos indican que el perfil de un trabajador con discapacidad es el de un hombre de entre 25 y 44 años, con grado de discapacidad de tipo físico o sensorial y un nivel de formación medio-alto.

En 2013, en cuanto a sectores de actividad económica, el 81 por ciento de la población con discapacidad estaba ocupada en el sector servicios, mientras que el resto se repartía entre el sector industrial (13,6 por ciento), la construcción (2,9 por ciento) y el agrícola (2,5 por ciento). "Es necesario formar a las personas con discapacidad según las demandas actuales de las empresas e impulsar más campañas para aumentar la sensibilización social acerca de la necesidad de contratar personas con discapacidad", ha concluido Garrido.