Psicooncología, una necesidad para pacientes y profesionales

El enfermo entiende mejor su realidad y rebaja la angustia. El profesional aprende a manejar situaciones difíciles y a protegerse.

María R. Lagoa | Vigo | 28/03/2016 00:00

María Comillas, psicóloga de la Clínica Illescas de Madrid. (DM)

Los expertos ya consideran la piscooncología como una subespecialidad, aunque no haya una titulación académica que la reconozca. Su aportación importa cada vez más a los pacientes, a los médicos y otros profesionales sanitarios que tratan con enfermos oncológicos, y a los propios psicólogos. Demuestra un gran valor añadido con beneficios claros. El paciente que recibe apoyo psicológico entiende mejor su realidad y disminuye su ansiedad, lo que le proporciona mayor serenidad para emprender el tratamiento. El profesional aprende a manejar situaciones difíciles con personas, en muchos casos, rotas emocionalmente y al mismo tiempo a tomar las medidas necesarias para una autoprotección efectiva.

Más cursos
Todo ello ha aumentado el interés por esta disciplina y están organizándose algunos cursos dirigidos a profesionales sanitarios en Madrid, Cataluña y Andalucía. En Galicia, desde el 1 de abril y hasta el 21 de mayo, se impartirá el primero en la sede de la Fundación María José Jove, en La Coruña. Estará a cargo de un equipo de 12 especialistas dirigidos por María Comillas, psicóloga de la Clínica Illescas de Madrid y posgrado en psicoterapia aplicada al paciente oncológico por el Hospital Universitario Quirón de Madrid, y Magali Dousson, psicooncóloga del Hospital de la Zarzuela y profesora de la Universidad Cardenal Cisneros de Madrid. La aceptación suscitada se evidencia en que las 24 plazas que había se agotaron hace más de una semana y la Fundación ha abierto una lista de espera.

El 70 por ciento de las unidades de oncología disponen de psicooncólogo, y sólo el 40 por ciento está financiado por el Sistema Nacional de Salud"

"La ayuda psicológica debe de formar parte de la atención integral al paciente, tiene que ser como la consulta de enfermería, que el paciente la tenga si la necesita", asevera María Comillas, quien subraya que el 47 por ciento de los enfermos oncológicos recurren durante su enfermedad o después de la misma a un psicólogo o psiquiatra. Sin embargo, las carencias son aún muchas y lo cierto es que algunas unidades no pueden ofrecerla. Así, el informe Recalom (Recursos y Calidad en Oncología Médica), elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica y presentado en octubre del pasado año, indica que disponen de psicooncólogo el 70 por ciento de las unidades de oncología de nuestro país y que sólo el 40 por ciento está financiado por el Sistema Nacional de Salud.

Además, los que cuentan con un especialista tienen tal cantidad de pacientes que es imposible cubrir toda la demanda: "Al Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac), por ejemplo, entran cada año 1.500 pacientes, tiene ahora mismo 25.000 personas con tratamiento; son muchas personas aunque haya psicólogos", comenta Comillas. De ahí, la oportunidad y la justificación de cursos como el de la Fundación María José Jove, cuyo objetivo es ofrecer formación al personal sanitario que ve a pacientes oncológicos. Ese aprendizaje es necesario -explica la experta - "porque tratan con enfermos muy vulnerables, con una patología que tiene una gran carga emocional, y necesitan saber manejar situaciones tensas, la ansiedad, la desesperación, o contestar preguntas incómodas".

El 47 por ciento de los pacientes oncológicos necesitan apoyo psicológico en algún momento de su enfermedad"

También han de conocer las herramientas que les ayudarán a protegerse para que la mochila emocional que se va llenando durante su jornada laboral se quede en la consulta y no se la lleven a su casa. "Es importante tener equipo con el que poder volcar la angustia para obtener ayuda y practicar todas las actividades que contribuyen a una buena salud mental: mantener relaciones sociales, hacer ejercicio y cuidar el tiempo de ocio", recomienda Comillas.

Para apoyar al paciente, es esencial entender cuáles son los factores que le están afectando más, sobre los que hay que trabajar con mayor intensidad: "Hay personas que no tienen con quien hablar y quieren desahogarse, otras que necesitan saber cómo contárselo a sus hijos, otras duermen mal...". El trabajo sobre la faceta psicológica de los pacientes les permite abordar su tratamiento con más sosiego, entender mejor sus circunstancias y las medidas terapéuticas que se van a adoptar, rebajar la angustia y descansar mejor.

Los familiares conforman otro frente en la guerra contra el cáncer, en la que se ven involucrados prácticamente desde el principio.

María Comillas aboga por que tengan acceso a ayuda psicológica, aunque sólo sea durante una sesión para encajar mejor una situación nueva que impacta fuertemente en sus vidas: "Es importante que los familiares no se sientan culpables por no saber qué hacer, hacerles entender que los pacientes no son bebés, que deben ayudarles pero manteniendo su actividad, también la de ocio. Profesionales y familiares tienen que cuidarse".

Enfermos con un abordaje psicológico diferente

Los expertos han encontrado diferencias entre los enfermos oncológicos y otros pacientes con trastornos que precisan de ayuda psicológica, según lo confirmado por María Comillas. La principal es que la muerte está constantemente en su pensamiento: "Aunque muchas personas consiguen superar la enfermedad, el cáncer se sigue asociando con muerte y sienten que su vida está en juego; eso está permanentemente en sus cabezas". El abordaje psicológico, por tanto, ha de ser distinto; las soluciones no pueden demorarse: "El profesional ha de manejar bien los conceptos de la muerte y el miedo, y ha de intentar que las respuestas les lleguen a estos pacientes con mayor rapidez"