viernes, 11 de marzo de 2016

Sincrolab, una aplicación móvil para la rehabilitación de pacientes con problemas en el neurodesarrollo

Sincrolab, una aplicación móvil para la rehabilitación de pacientes con problemas en el neurodesarrollo

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La herramienta ya la utilizan más de 1.000 personas y puede instalarse en tabletas y smartphones y, mediante juegos, permite trabajar a los neuropsicólogos en la recuperación de sus pacientes.
Llega una aplicación dispuesta a cambiar la forma de entender la neuropsicología. Sincrolab se presentó ayer en las oficinas de Wayra en el Edificio Telefónica situado en la Gran Vía de Madrid, sede de la startup apadrinada por el gigante de las telecomunicaciones que promete dar solución a los problemas en la rehabilitación neuropsicológica basándose en tres ciencias: la psicología, la neurociencia y la tecnología.
Con una intuitiva interfaz, Sincrolab se instala en tabletas y smartphones para ser controlado tanto por pacientes con problemas en el neurodesarrollo o en el aprendizaje como por elneuropsicólogo. Mediante ejercicios y juegos, el paciente envía información al profesional, que se encarga de un seguimiento de su evolución y adapta la herramienta al perfil cognitivo del paciente.
Sincrolab nació hace casi cuatro años tras otros tantos de experiencia en el ámbito de la neuropsicología por parte de sus fundadores, Nacho de Ramón y María Laorden. Ambos pudieron comprobar que faltaba conexión entre la mesa de laboratorio y lo que suponía en la práctica la relación con los pacientes. “Nos dimos cuenta que los avances que veíamos en el laboratorio tardaban demasiado en llegar a la clínica”, declara de Ramón. En ese momento comenzó el desarrollo de una idea que termina de gestarse en este momento, ya con la app descargable en la App Store para iOS o la Play Store para sistemas Android y que utilizan actualmente 1.000 pacientes y cerca de 200 profesionales.


La aplicación, destinada a profesionales del sector, lleva utilizándose desde hace dos años en elColegio Público de Educación Especial Princesa Sofía de Madrid, donde la han utilizado una parte de sus alumnos, chicos y chicas de entre 3 y 21 años y con graves trastornos en el neurodesarrollo. “Observamos que los niños mejoraban de forma muy notable en atención y memoria”, afirma Silvia Esteban, miembro del Departamento de Orientación del centro.

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