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Un sistema de salud mental ¿virtual?
Un cuidado prioritario para los problemas psiquiátricos podría tener la clave en una sanidad basada en vídeoconsultas y aplicaciones de smartphone. Asimismo, el objetivo de reducir los costes sanitarios comienza a dar sus frutos con nuevos modelos de atención virtual, el seguimiento de pacientes que viven lejos del hospital, nuevas formas de pago y los avances tecnológicos que proporcionan potentes herramientas para cambiar radicalmente el modelo y hacer una sanidad mucho más eficiente. Analizamos el caso de Estados Unidos.
Uno de cada cinco adultos en Estados Unidos sufre de problemas mentales cada año. Estas condiciones cuestan a las empresas nacionales más de 440.000 millones de dólares cada año. Y sin embargo, el cuidado relacionado con las conductas de comportamiento sigue siendo relegado al final de la lista de prioridades, un verdadero asunto que se posterga año tras año. Al parecer, esto podría empezar a cambiar en 2016, cuando la industria –tanto los contratadores como los responsables de seguros– reconozcan la salud mental como algo importante para el bienestar y la productividad de sus empleados y de sus clientes. Queda todavía mucho camino por recorrer, pero el cambio se avispa y parece inminente.
Según se desprende de los datos de este estudio de PwC, una tendencia reciente pone de relieve que los contratadores en Estados Unidos priorizan paulatinamente este sector de la salud. En octubre de 2015, en el mercado de bolsa de Nueva York, uno de los directores de la Cima de la Salud Mental fue invitado a debatir estrategias para apoyar la concienciación de la salud mental, su aceptación, su prevención y su recuperación, indicando que todos ellos no deberían encontrar obstáculos en el centro de trabajo.
Es por ello que compañías como Prudential Financial se encuentran actualmente entablando un diálogo con sus empleados sobre el estigma, la concienciación, y otros tabúes relacionados con la salud mental. “Estamos trabajando para construir una cultura en la que no sea un problema mencionar que te encuentras luchando contra la depresión, para que esto sea lo mismo que decir que sufres de diabetes”, explica Ken Dolan-del Vecchio, vicepresidente de la Organización de Salud y Bienestar de Prudential Financial. “Ningún reto que tenga que ver con los seres humanos debería ser silenciado. Para citar a Fred Rogers, si podemos mencionarlo, podemos gestionarlo”, matiza Dolan-del Vecchio.
Además de construir esta cultura del bienestar, tanto los contratadores de mutuas como los aseguradores manifiestan que tienen obstáculos para el acceso al cuidado de la salud mental. Más de la mitad de los contados de Estados Unidos –todos rurales– no tienen ningún tipo de personal médico que pueda hacerse cargo de ello. Al mismo tiempo, cada vez son más los ciudadanos que reclaman servicios de salud mental, muchos de ellos con un tipo de seguro ACA(Acta para un Cuidado Asequible).
Esta demanda también aumentará cuando las leyes de paridad federal y estatal se vean reforzadas. Esta ley requiere que los aseguradores cubran los servicios de salud mental de la misma manera que se cubren otros tratamientos médicos. Los ejecutivos del cuidado de la salud esperan ver un refuerzo mayor de las leyes en el futuro. Así, en los primeros nueve meses de 2015, por ejemplo, el fiscal general de Nueva York llegó a dos acuerdos con dos compañías de seguros tras varias violaciones de paridad. Con una demanda creciente en un sistema de por sí ahogado, la industria se encuentra en un estado maduro para llevar a cabo estrategias de precio efectivo para poder asistir en este plano de la salud. (…)
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