jueves, 8 de junio de 2017

Añadir valor social a la evaluación económica requiere la reforma del sistema - DiarioMedico.com

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VII JORNADA DE ECONOMÍA DE LA SALUD

Añadir valor social a la evaluación económica requiere la reforma del sistema

Expertos reunidos en Murcia han participado en el encuentro dirigido a directivos de salud, que entre otras cosas han destacado que en España no se prima la verdadera innovación.
Pilar Laguna. Murcia   |  08/06/2017 13:17
 
 

José María Abellán, Juan Oliva y Fernando Sánchez.
José María Abellán, Juan Oliva y Fernando Sánchez. ()
Incorporar la evaluación económica a la toma de decisiones obliga a una mayor transparencia y rendición de cuentas por parte del SNS, reto que pasaría por una notable reforma del sistema. Así lo han expresado expertos que han intervenido en la VII Jornada de Economía de la Salud dirigida a directivos del Servicio Murciano de Salud (SMS), si bien reconocen que en España se hace una evaluación rigurosa en tecnologías sanitarias, pero no se incorpora el valor social ni se prima la verdadera innovación.
"La vara de medir un medicamento innovador es el coste efectividad, juzgando su valor por las ganancias de salud que genere, pero una de las limitaciones es que no hay una definición inequívoca de innovación", dice José María Abellán, investigador principal del Grupo de Economía de la Salud y Evaluación Económica de la Universidad de Murcia (UMU). En su opinión, el precio debe "señalizar" lo que el SNS está a pagar por la auténtica innovación y la falta de incentivos a la I+D+i debería abordarse desde la oferta.
Abellán asegura que en el caso de los productos innovadores "debe elevarse el umbral y calcular el precio según el valor para los pacientes futuros, previendo la competencia de genéricos y biosimilares, aunque los beneficios se obtienen a largo plazo y podría no darse la esperada caída de precios". También recuerda que hay costes y beneficios que no figuran en los presupuestos del SNS pero pueden ser relevantes cuando se adopta una perspectiva social, como los costes directos soportados por pacientes y sus familias (copagos, tiempos de espera, cuidadores...) y los costes indirectos de las bajas laborales.
"Habría que reemplazar el sistema de precio libre y de control de beneficios por un sistema basado en el valor que evoca la consideración individual del paciente y la perspectiva social", dice el profesor, incluyendo el valor monetario de los años de vida ajustados por calidad (AVAC) y apuntando que el cálculo de valor social para establecer un precio puede ayudarse de tres umbrales con más valor que el básico: patologías con gran carga de enfermedad, innovaciones terapéuticas y beneficios sociales.

Primar rareza o gravedad

Juan Oliva, profesor de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Castilla La Mancha, ha abordado la evaluación de fármacos para enfermedades raras (ER). "Lo razonable sería tener en cuenta no tanto la rareza de la enfermedad o el coste de la innovación como la gravedad de la ER y la capacidad de modificar el curso de la enfermedad".
Para salir del esquema actual Oliva propone ensayos clínicos alternativos a los tradicionales, usarlos registros de pacientes ER en tratamiento y un reparto del riesgo entre los gobiernos y quienes emprenden la innovación. Además, sugiere crear fondos especiales de ayuda directa a I+D+i en vez de para financiar fármacos, o ayudas en "premios" para apoyar la producción de un medicamento eficaz con la condición de que su precio se contenga. "Y también esquemas de financiación conjunta con participación pública para financiación de ensayos que lleguen a fase 3, con la condición de que la ayuda se refleje en el precio. Pero esto hay que hacerlo con colaboración internacional", matiza Oliva.
Mientras se logran esos cambios afirma que podrían trazarse otras rutas de acceso a la innovación mediante sistemas especiales de financiación. Entre ellos, la compra centralizada de fármacos desde la Unión Europea, o la compra de patentes para que los productos se vendan a precio de producción y distribución, incluso llegar a acuerdos de riesgo compartido preferentemente orientados a resultados de salud. "Si el medicamento no logra cambiar el curso de la enfermedad o incrementar la calidad de vida del enfermo será mejor trasladar los recursos económicos a servicios sociales, reforzar los cuidados paliativos e introducir mejoras asistenciales".
Igualmente, Oliva apuesta por adoptar un sistema de licencias adaptativas para que la evaluación en ER no se ciña sólo a los resultados de ensayos, sino que se ajuste a las informaciones obtenidas de pacientes en la vida real. "Es muy importante desarrollar marcos conceptuales y normativos para que la evaluación económica ayude a la toma de decisiones. Si no, serán las asociaciones de pacientes y los medios de comunicación quienes dicten las agendas de recursos en los próximos años", señala Oliva.

Largo camino

"La aplicación efectiva de la evaluación económica a la toma de decisiones no ha recibido en España el impulso necesario a niveles macro", sostiene Fernando Sánchez, profesor de Economía Aplicada en la UMU, al afirmar que aunque existen barreras administrativas y metodológicas para que se lleve a la práctica, estas barreras no son muy distintas a las que hay en otros países europeos que sí la aplican para tomar decisiones como una "cuarta garantía" del sistema.
No obstante Sánchez se muestra optimista "porque en España se hacen evaluaciones con gran rigor metodológico y la investigación académica aporta herramientas para mejorar las evaluaciones como guías metodológicas y estudios sobre el valor monetario del AVAC/umbral".

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