La interoperabilidad de la e-receta vasca tendrá que esperar a diciembre
Los problemas de descoordinación entre los sistemas de las CC.AA. impiden que los pacientes del País Vasco puedan coger fármacos en otros territorios españoles
N.G. | 13 - Junio - 2017 15:00 h.
La interoperabilidad de la receta electrónica del Servicio Vasco de Salud (SVS)-Osakidetza con el resto de las comunidades autónomas no estará lista, por lo menos, hasta finales de año. Aunque desde el Departamento de Salud del gobierno vasco, liderado por el peneuvista Jon Darpón, se continúa trabajando sin pausa para que esté en marcha lo antes posible, lo cierto es que -según lo reconocen desde la propia Administración- no han conseguido que sea una realidad para este verano. Fuentes sanitarias lo achacan a problemas derivados de la descoordinación entre los sistemas sanitarios de las 17 CC.AA. Esto hará que los pacientes vascos continúen sin poder usar este verano la e-receta para coger los fármacos en otros territorios españoles.
Por el momento, tal y como ha adelantado el responsable sanitario vasco, se está trabajando en todas las residencias y centros sociosanitarios para que estén integradas cuanto antes, no solo en la receta electrónica, sino también en la historia clínica de Osabide.
Desde el departamento de Salud se persigue la interoperabilidad de la receta electrónica para que los ciudadanos vascos que se desplacen a otras comunidades puedan adquirir los medicamentos prescritos por los facultativos de Osakidetza presentando su tarjeta sanitaria en cualquier establecimiento farmacéutico, al margen de la zona española donde hayan sido recetadas. De hecho, cuando esté operativo el sistema, el paciente tampoco deberá preocuparse en sus desplazamientos por las fechas de dispensación en las que tiene que retirar el fármaco, ni tampoco acudir a su especialista para que le realice los anticipos de los medicamentos.
En 2009, el gobierno de Mariano Rajoy dio el visto bueno a una iniciativa que pretendía que estuviera totalmente operativa en dos años, pero todavía no se ha conseguido. Y eso supone un grave perjuicio, por ejemplo, para aquellos enfermos crónicos que pasan temporadas fuera de su residencia habitual, ya que les puede dificultar seguir sus tratamientos.
Críticas de profesionales y asociaciones de pacientes
El retraso de la interoperabilidad de la receta electrónica en Osakidetza está siendo criticada, no solo por profesionales del sistema y sus usuarios, especialmente pacientes crónicos que deben de tomar mucha medicación diaria, sino también por asociaciones sanitarias que censuran la lentitud del Departamento de Salud en este tema y consideran que "de nuevo son la ciudadanía la principal damnificada. En determinados casos, la gente por miedo a que se le acabe sus fármacos, los acapara; en otras ocasiones, los desplazados de su comunidad tienen que retornar a ella para que su médico de cabecera les prescriba la medicación con el consiguiente trastorno, ya que suelen ser personas mayores", indican a EL MÉDICO INTERACTIVO fuentes de organizaciones de pacientes, al tiempo que censuran también la falta de una historia clínica digital unificada.
Apuesta por el actual modelo de farmacia comunitaria
Por otro lado, en el transcurso de una jornada científica de la Sociedad de Farmacia Familiar y Comunitaria, el responsable de la sanidad vasca, Jon Darpón, volvió a apostar por el actual modelo de farmacia comunitaria, "mejorando su integración con el resto de agentes que actúan en el sistema de salud y siguiendo innovando por medio de programas de atención farmacéutica que aporten valor y sean coste-efectivos".
Entre las iniciativas en marcha, Darpón destacó el del seguimiento farmacoterapéutico a pacientes crónicos y polimedicados. Para ello, según adelantó, se usan unos sistemas personalizados de dosificación (SPD) donde se disponen los comprimidos que el paciente debe tomar en cada momento del día, acompañados de la información necesaria para la correcta administración de la dosis. La dirección de Servicios Sociales de cada ayuntamiento selecciona a los usuarios participantes, que antes de su incorporación al programa tienen que dar su consentimiento.
El paciente es el que elige el establecimiento farmacéutico y se lleva a cabo una entrevista para elaborar una ficha con toda la información médica. El farmacéutico, con una periodicidad quincenal o semanal, le entregará la medicación en las dosificaciones personalizadas.
Optimizar la adherencia al tratamiento
Este tipo de programas contribuyen, según el director de Farmacia del Ejecutivo vasco, Iñaki Betolaza, a mejorar la seguridad y la eficacia en el tratamiento farmacológico en beneficio no solo de los propios pacientes, sino también de sus familiares. "Les ayudarán a optimizar la adherencia al tratamiento, ya que, según todos los datos, entre un 50 y 60 por ciento de los mayores con dolencias crónicas no cumplen bien su tratamiento".
En esta misma línea, Darpón calificó de “imprescindible” el papel que juega la Farmacia en el mantenimiento de la calidad y la eficiencia global del sistema de salud. En su opinión, la sostenibilidad y preservación de nuestra Sanidad universal, pública y de calidad, exige ahondar en la colaboración y la corresponsabilización entre el sistema sanitario y el resto de agentes, entre ellos las farmacias”.
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