El PAMI quiere comprar los remedios un 30% más baratos
Para la industria farmacéutica, las vacaciones este año duraron poco. Las cámaras que reúnen a los laboratorios nacionales y extranjeros ya comenzaron a negociar con el PAMI, la obra social de jubilados y pensionados, el convenio para la compra de medicamentos que debería empezar a regir en abril. Todo indica que la negociación no será fácil: el PAMI ya anticipó que piensa pagar este año un 11% menos que el año pasado, lo que en términos reales representaría un ajuste aún mayor, frente a la inflación prevista por los analistas privados para 2018 de más del 19%.
"Lo que está buscando el PAMI es comprar a precios más baratos. Esto puede ayudar también a que el afiliado que compra con descuento termine pagando menos", explicaron en la obra social que le da cobertura a unos 5 millones de jubilados y pensionados. "Pero de ninguna manera se está pensando en tocar las prestaciones ni los descuentos. Estamos hablando sólo de los precios de los medicamentos", aclararon.
El PAMI, responsable del 40% de los medicamentos que se venden en el país, planteó a la industria que preveía destinar este año $2400 millones mensuales a la compra de remedios, contra $2700 millones que pagó en 2017. Para reducir costos, anticipó, buscará precios de referencia específicamente para 23 productos oncológicos y de tratamientos especiales, y también para otros 50 ambulatorios. "La idea no es quitarlos del convenio -explicó a LA NACION un directivo de un laboratorio internacional, que pidió no ser identificado-, sino buscar precios de referencia tanto en el mercado interno como en el externo".
En el PAMI están convencidos de que muchos medicamentos se venden en la Argentina a precios superiores a los que se consiguen en países desarrollados. Afirman que detectaron que en algunas drogas hay una dispersión de precios en el mercado local que puede llegar al 30% según la marca o el laboratorio que las produce. De ahí la idea de contar con valores de referencia. En una misma droga, PAMI cubriría los remedios de aquellas marcas que estén en torno a ese precio, pero no incluiría en algunos casos las más caras.
"Hay medicamentos que PAMI dice que compra más caros que en Noruega, y son medicamentos viejos, no de innovación", ejemplificó una fuente al tanto de las conversaciones.
Para los medicamentos complejos, de innovación, este año además PAMI piensa adoptar una estrategia nueva. No negociará con toda la industria en su conjunto, sino con cada cámara farmacéutica de forma individual. Las principales cámaras son: Cilfa (laboratorios de capital nacional), Caeme (internacionales) y Cooperala (los laboratorios más chicos). También planea avanzar con licitaciones para la compra de medicamentos junto con el Ministerio de Salud, IOMA -la obra social de la provincia de Buenos Aires- y la Superintendencia de Salud. El año pasado ya hizo la prueba con medicamentos para la hemofilia y la idea este año es comprar en bloque algunos medicamentos oncológicos.
El miércoles pasado, según confirmó LA NACION, las cámaras farmacéuticas se reunieron para analizar la propuesta. Consultados al respecto, no obstante, ni en Cilfa ni en Caeme hicieron comentarios.
"Hay buena voluntad, hablaron de la importancia de tener una industria nacional fuerte, pero el tema de los precios sigue en veremos. Está verde todavía la negociación", resumió el responsable de un laboratorio nacional. "Las negociaciones aún están muy verdes -coincidió el directivo de otro laboratorio internacional-. No hay definiciones, excepto que el presupuesto del PAMI tiene que cerrar y alguien tendrá que achicarse", continuó la fuente, que recordó además que la obra social todavía tiene una deuda corriente con los laboratorios de al menos $1400 millones.
El año pasado, la industria farmacéutica amenazó en más de una ocasión con patear el tablero durante la negociación. No está claro qué sucederá ahora, dado que las conversaciones recién comenzaron. Pero todo indica que este año el responsable del PAMI, Sergio Cassinotti, piensa mostrarse más firme que nunca en su postura. Aquí también la orden de la Jefatura de Gabinete es mantener este año a raya su déficit presupuestario. En los últimos 9 meses de 2017, la obra social logró bajar del 15% al 2,4% el déficit de su presupuesto. La compra de medicamentos representa para el PAMI cerca del 30%.
Fuente: La Nación
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