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ESPAÑA
LOS DESASTRES, DOBLE RIESGO PORQUE HAY QUE REFORZAR LA ASISTENCIA
La seguridad no clínica también influye en la calidad asistencial
Ante un desastre natural, los hospitales viven momentos de actividad punta ante los que hay que estar preparados, considerando además que el propio centro ha debido previamente resistir la catástrofe acaecida. Por eso, la seguridad debe impregnar a las organizaciones.


Rosalía Sierra - Jueves, 28 de Abril de 2011 - Actualizado a las 00:00h.

José Carlos de Souza Abrahão, presidente de la Federación Mundial de Hospitales.


"La seguridad de un hospital es algo mucho más complejo que la suma de las seguridades patrimonial, del paciente y del profesional. Por eso es necesario un compromiso global que genere un cambio en los hábitos". José Carlos de Souza Abrahão, presidente de la Federación Mundial de Hospitales y de la Confederación Nacional de Hospitales de Brasil, considera que sólo conjugando todos los tipos de seguridad existentes se podrá hablar de una prestación asistencial de calidad, según ha manifestado en el III Seminario de Seguridad Hospitalaria, organizado por el Hospital Universitario Infanta Leonor, de Madrid, y que se ha incluido dentro del programa científico del 16 Congreso Nacional de Hospitales, donde hoy se presenta asimismo el primer manual específico sobre buenas prácticas en seguridad hospitalaria, elaborado a raíz de los seminarios anteriores (ver DM del 21-IV-2009).

Para ser un hospital seguro no basta con tener un buen plan contra incendios: "Los desastres ambientales aumentan cada día y en todas partes, y los centros sanitarios no sólo deben estar preparados para resistirlos, sino también para, simultáneamente, prestar la asistencia necesaria en caso de catástrofe".

Si los hospitales asumieran mayor compromiso con el medio ambiente ahorrarían tanto energía como presupuesto

A juicio de De Souza Abrahão, el siglo XXI, además del cambio climático, ha traído consigo "un nuevo perfil de patologías, como el incremento de las enfermedades respiratorias causadas por el aumento de la contaminación ambiental".

Control económico
Otra característica de los últimos años es la crisis económica, que no ha hecho sino reforzar "la necesidad de un estricto control económico en los sistemas sanitarios".

Según el experto, los nuevos fármacos, tecnologías y productos sanitarios "resultan cada vez más caros y su aportación no siempre compensa, por lo que se producen grandes desperdicios de dinero que pasan a engrosar una cuenta que no pagan ni las instituciones ni la Administración, sino toda la sociedad".

Además, el ahorro de presupuesto puede ayudar también a cuidar el medio ambiente. De Souza Abrahão se pregunta a este respecto "cuántos hospitales están realmente preocupados por el desperdicio de agua y energía". Y se responde: "Muy pocos todavía. Falta conciencia medioambiental en el sector sanitario, donde se consume el doble de energía que en otros sectores productivos con similares requerimientos energéticos".

Los principios fundamentales de la preocupación por el medio ambiente suponen "controlar el aire, regular el uso del agua, ajustar el consumo de energía e implicarse en el tratamiento de residuos". En este sentido, considera que "la recogida y tratamiento selectivo de deshechos, el consumo consciente de recursos naturales y el reciclaje ya no deben ser opciones que hacen quedar bien, sino obligaciones para un hospital que conoce y asume su compromiso con la sociedad".
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