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Médicos y farmacéuticos editan la primera guía para la detección y el seguimiento del paciente hipertenso

Mónica de Haro

Se estima que unos 10 millones de españoles padecen esta patología por lo que los expertos consideran vital reducir el riesgo cardiovascular para que la prevalencia sea menor


Madrid (28-4-11).- La Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), el Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada (GIAF-UGR) y Laboratorios Lacer han presentado "La Guía de actuación para el farmacéutico comunitario en pacientes con hipertensión arterial (HTA) y riesgo cardiovascular (RCV)", el primer documento consensuado entre médicos y farmacéuticos que refleja criterios de actuación en HTA.

Se estima que unos 10 millones de españoles padecen esta patología y que un tercio de la población muere por esta causa, por eso los expertos consideran vital tratar a estos pacientes y reducir el riesgo cardiovascular para que la prevalencia sea menor.

“Es un proyecto enormemente interesante puesto que las farmacias son una extensión del centro sanitario, un mecanismo paralelo de actuación respecto a AP y la Medicina Laboral, explica el Dr. Luis Miguel Ruilope, jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y ex presidente de la SEH-LELHA, por lo que si en ellas se lleva a cabo una detección precoz de la HTA estaremos salvando tiempo y dinero al sistema sanitario”. Además, ha mostrado su satisfacción porque sociedades científicas como SEFAC y SEH-LELHA “hayan abierto camino con esta guía en un área donde aún no existía entendimiento entre profesionales”.

Para Alejandro de la Sierra, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Mutua Terrassa (Barcelona), miembro de la SEH-LELHA y coordinador de la Guía, sin duda la clave está en esa colaboración entre los diferentes profesionales sanitarios “para una óptima gestión del paciente con HTA. El sistema está concebido para atender enfermedades crónicas por eso supone un gran desafío la demanda creciente de casos de presión arterial elevada. Por eso debemos mejorar la forma en que se mide o detecta y establecer una visión integral del riesgo absoluto cardiovascular sin olvidar la prevención y la educación sanitaria”, añade de la Sierra.

Por su parte Emili Iroz, jefe de Productos Estratégicos de Laboratorios Lacer, señala que el origen y la base del proyecto ha sido el proyecto ‘Cardiorisc’, en marcha desde el 2006 y en el que participan más de 2000 médicos y 40000 pacientes. “Este proyecto estaba dirigido a médico y enfermeras por eso pensamos que había que ampliarlo a otros agentes sanitarios incorporando al farmacéutico en la gestión del paciente para mejorar su grado de control”, explica Iroz.

El documento está estructurado en dos partes, cribado y seguimiento. Sus contenidos se centrar en explicar cómo llevar a cabo un correcto plan de cribado para la detección desde la farmacia de pacientes sin diagnóstico conocido de HTA en el que se especifica qué sanenteshan de seleccionarse, qué técnicas hay que aplicar para la medición válida de la PA, qué otros factores de riesgo hay que valorar, cuáles son los umbrales de normalidad y qué criterios hacen que el paciente deba ser derivado al médico.

En este sentido, el Dr. Daniel Sabater, miembro del GIAF-UGR, del Grupo de Trabajo de HTA de SEFAC y coordinador de la Guía, destaca el componente formativo y educativo del documento que promueve los hábitos de vida saludables. Además, contribuye a una mayor implicación del farmacéutico no sólo en las actividades educativas sino también en el uso racional del medicamento y en la adherencia del paciente al tratamiento supervisando su seguimiento y las reacciones adversas para poder derevarlo al médico y que éste realice una evaluación completa.

Para una mejor interpretación de las directrices de actuación plasmadas en el documento, la guía incluye un práctico algoritmo gráfico con los pasos a dar en cada situación y se presenta la campaña ¡Cuídate, corazón! impulsada por Lacer, que según explica Iroz “se esfuerza por desarrollar programas asistenciales de alto valor añadido más allá de los productos farmacológicos”.


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