Italia estudia imponer un impuesto a refrescos y bebidas alcohólicas con azúcar
La medida pretende financiar la sanidad con un gravamen que estaría vigente tres años
El Gobierno italiano está estudiando la posibilidad de introducir un nuevo impuesto que grave las bebidas alcohólicas que llevan azúcar y también los refrescos edulcorados, según consta en el decreto ley que el titular de Sanidad, Renato Balduzzi, podría presentar al Consejo de Ministros del próximo 31 de agosto. Según informa el rotativo italiano La Repubblica y recoge Europa Press, en dicho texto normativo se incluye la propuesta de introducir una tasa sobre las bebidas alcohólicas y no alcohólicas con azúcares añadidos y edulcorantes.
Concretamente, la intención del ministro sería que este "impuesto extraordinario" estaría en vigor tres años y correría a cargo de los productores de refrescos, a razón de 7,16 euros por cada 100 litros comercalizados, y de los productores de bebidas espirituosas, con un cargo de 50 euros por cada 100 litros.
Este tributo iría destinado a financiar la "adecuación de los niveles esenciales de asistencia" sanitaria, si bien el texto "aún podría ser modificado", según el periódico, que señala que esta medida es "objeto de gran polémica" en Italia. Países de la UE como Dinamarca, Finlandia o Hungría ya cuentan con legislación en este sentido, lo mismo que Francia, que lo planteó hace un año dentro de un plan de austeridad parar recaudar 120 millones de euros.
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) registró el pasado mes de marzo en el Congreso una proposición no de ley en la que instaba al Ejecutivo a aplicar impuestos a los refrescos y alimentos con un alto contenido en grasas, azúcares y sal para conseguir una alimentación más saludable.
Concretamente, la intención del ministro sería que este "impuesto extraordinario" estaría en vigor tres años y correría a cargo de los productores de refrescos, a razón de 7,16 euros por cada 100 litros comercalizados, y de los productores de bebidas espirituosas, con un cargo de 50 euros por cada 100 litros.
Este tributo iría destinado a financiar la "adecuación de los niveles esenciales de asistencia" sanitaria, si bien el texto "aún podría ser modificado", según el periódico, que señala que esta medida es "objeto de gran polémica" en Italia. Países de la UE como Dinamarca, Finlandia o Hungría ya cuentan con legislación en este sentido, lo mismo que Francia, que lo planteó hace un año dentro de un plan de austeridad parar recaudar 120 millones de euros.
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) registró el pasado mes de marzo en el Congreso una proposición no de ley en la que instaba al Ejecutivo a aplicar impuestos a los refrescos y alimentos con un alto contenido en grasas, azúcares y sal para conseguir una alimentación más saludable.
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