Posted: 01 Jul 2015 08:02 AM PDT
La muerte, el sábado, de un nene de 6 años por difteria en España reavivó el debate. Aunque en Argentina no son muchos, algunos padres se oponen a vacunar a sus hijos.
La muerte de un nene de 6 años en España por difteria reavivó el debate sobre las vacunas, ya que se trataba de un niño que no había sido vacunado por decisión de sus padres. En España la vacunación no es obligatoria, los padres tienen derecho a una objeción de conciencia, lo que ha significado en los últimos años un incremento en la cantidad de niños que no han sido inmunizados. Pero el caso de España no es aislado. En los últimos meses apareció un brote de sarampión en Disney. Según la Organización Mundial de la Salud, las vacunas previenen cada año entre 2 y 3 millones de muertes por difteria, tétanos, tos convulsa y sarampión.
Aunque pocos, en Argentina también hay casos de padres que se niegan a vacunar a sus hijos. En general son casos aislados. En diálogo con Clarín, Cristina Osio, directora del servicio de Neonatología del Sanatorio Otamendi, contó que se encuentran con dos o tres casos al año, no más. En esa clínica porteña nacen unos 5.000 chicos al año, por lo que no es una cifra significativa. “Cuando nos encontramos con padres que se oponen a aplicar las vacunas les explicamos los riesgos e intentamos persuadirlos. Si mantienen su postura, ya tenemos un formulario impreso donde los padres se hacen cargo de todo lo que pueda suceder con ese bebé”, señala. En la Argentina al momento del alta, los recién nacidos deben tener aplicadas las vacunas BCG y la de Hepatitis B.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación advierten que si bien en Argentina “el porcentaje de padres que deciden no vacunar a sus hijos no es importante” el riesgo radica en que se “constituyen bolsones de bajas coberturas, ya que generalmente asisten al mismo colegio o viven en la misma zona, por lo que si hubiera un caso de una enfermedad prevenible por vacunas puede generarse un brote de la misma”.
Por eso, altas fuentes del Ministerio de Salud aseguraron que ya se encuentran trabajando “con corrientes de medicina complementaria”. Así, buscan encontrar “puntos en común en relación a las vacunas para así ofrecer protección ante enfermedades a todas las personas y a la comunidad”.
En países como España y Estados Unidos, donde se registraron los últimos casos más resonantes, no existe un problema de falta de recursos que le impidan al sistema de salud inmunizar a toda la población, como de hecho ocurre en grandes regiones de Africa, Asia y el Pacífico, si no que la baja en el nivel de cobertura de la población se debe al accionar de los movimientos antivacunas que en los últimos años han logrado gran recepción en varios países de Europa y en Estados Unidos.
En la Argentina el calendario de vacunación cuenta con 19 vacunas gratuitas y obligatorias (las de varicela, rotavirus y meningococo se incorporaron en el último año). “Con respecto a la vacunación estamos óptimos”, aseguró a Clarín el doctor Jorge San Juan, médico infectólogo del Hospital Muñiz. “Contamos con un excelente plan de vacunación”, agregó.
Pero no toda la comunidad médica opina igual. El doctor Angel Yahbes, médico homeópata y presidente de la Asociación Médica Homeopática Argentina está en contra de las vacunas y asegura: “Hasta ahora no se ha demostrado que ninguna vacuna sea efectiva” y considera que “la vacunación es un gran negocio, que no sólo no previene las enfermedades sino que las produce”.
Sin embargo, según datos de la cartera sanitaria, gracias a la vacunación masiva se ha logrado erradicar en el mundo la viruela en la década del 80, y particularmente en la Argentina se han eliminado la poliomielitis en 1984, el sarampión en 2000 y la rubéola en 2009. En el caso de la difteria, la cobertura de la vacuna quíntuple alcanza el 95% hasta la tercera dosis (a los 6 meses de vida). "El último caso de difteria en la Argentina se registró en el 2006. En los últimos años Bolivia registró un brote y las provincias que limitan con ese país no presentaron casos gracias a mantener una tasa alta de vacunación", destacan desde el Ministerio.
Un gran tema de debate entre los defensores de las vacunas y sus detractores es la llamada “inmunidad colectiva o de rebaño”. Se estima que el 95% de la población debe estar vacunada para evitar la propagación de una enfermedad.
Sobre esto Yahbes asegura que “la inmunización colectiva no funciona” y plantea: “¿Qué problema tengo yo si el otro no está vacunado? Si los no vacunados se enferman menos, ¿por qué van a contagiar a los vacunados?”.
El problema, según los especialistas del Ministerio de Salud, es que “si tenemos dentro de una población personas sin vacunar y se enferman, no sólo ponen en riesgo su salud, sino también la de quienes las rodean”.
Fuente: Clarín
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