"Hay que acotar con criterios científicos las intervenciones indiscriminadas"

El presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, ha pedido esta mañana que el SNS financie la formación continuada del médico, que se reduzca la medicalización, que el SNS evalúe más y mejor las innovaciones, y poner coto a "intervenciones médicas y sanitarias indiscriminadas"

Carmen Cáceres. Sevilla | 10/07/2015 11:55

Aquilino Alonso y Juan José Rodríguez Sendín

Aquilino Alonso, consejero de Salud de Andalucía y Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC. (Carmen Cáceres)

VISTA:

El mayor problema que la OMC contempla en el SNS es el déficit de financiación, agravado por la situación que la crisis ha provocado, según ha dicho hoy su presidente, Juan José Rodríguez Sendín, en un desayuno informativo del Fórum Europa, Tribuna Andalucía, celebrado en Sevilla.

El presidente de la OMC, que ha ido presentado por Aquilino Alonso, consejero de Salud de la Junta de Andalucía, ha dicho: "Los indicadores de gasto sanitario en España siguen cayendo sin parar. En 2014 la inversión sanitaria ha ido decreciendo pasando del 6,9 por ciento dedicado a la sanidad pública en 2008 al 5,9 por ciento del 2014 y seguirá con esta tendencia, ya que, según el pacto de estabilidad del Gobierno español, se deberá reducir al 5,3 por ciento para el 2018, unos niveles que nos sitúan en los más bajos de los países de la OCDE y de Europa, desde los cuales nosotros creemos que es imposible seguir ofreciendo la calidad de los servicios sanitarios públicos en esas condiciones".

Este déficit de financiación se ha traducido, según ha añadido, "en una reducción de las inversiones en salud desde 2010 en torno a los 8.500 millones de euros, recortes que han provocado aumentos de listas de espera, amortización de plazas de profesionales, disminución de los salarios con grandes diferencias entre las comunidades autónomas, inestabilidad, contratos precarios y bajos salarios".

Medicalización
El presidente de la OMC ha hablado de "medicalización innecesaria que crea falsas expectativas, provoca despilfarro y constituye un riesgo para la salud de las personas", una idea que ya lanzó hace unos meses, en una jornada organizada por la iniciativa Pastillas las justas. En su opinión, es preciso evaluar y conocer "la relación coste-beneficio de las intervenciones sanitarias y especialmente cuando se realizan sobre personas sanas". Las innovaciones tecnológicas y farmacológicas, considera, "deben ser evaluados con rigor absoluto, máxima transparencia y sometiendo todos los resultados sin disimular ninguno a escrutinio público antes de su incorporación y financiación, y hacerlo por un organismo estatal. Y no lo estamos haciendo".

Rodríguez Sendín considera que hay actos médicos y sanitarios, tanto asistenciales como preventivos, que no están justificados según la evidencia científica

Tanto por el crecimiento de los costes sanitarios como por las dificultades de financiación de los sistemas de salud, así como por los riesgos indelebles a toda práctica médica, "es preciso y urgente limitar la medicalización de la vida y acotar con criterios científicos las intervenciones médicas y sanitarias indiscriminadas, tanto asistenciales como preventivas, para que los beneficios sean coste-efectivos y superen a sus posibles daños. Tampoco lo estamos haciendo", ha insistido.

La OMC pide, antes de hablar de racionalidad en el consumo de medicamentos, "definir y blindar el modelo del sistema nacional de salud, con criterios de universalidad, equidad, calidad y solidaridad, y una cartera de servicios bien definida, no interpretada".

Financiación
El presidente de la OMC ve también necesario promover criterios de eficiencia en la financiación pública de medicamentos: "No se debería financiar ninguna innovación a precio elevado respecto a la precedente salvo que puedan generar mejoras significativas en el estado de salud de la población". Incorporar "formas dinámicas de financiación para innovaciones dependiendo de la efectividad alcanzada, contratos adaptados al volumen total de ventas y contratos de riesgo compartido, financiación parcial según cada patología y eficacia demostrada,siempre evaluando", son algunas de sus sugerencias.

En su opinión, el sistema vigente de fijación de precios necesita más transparencia: "No se entiende la opacidad sobre las negociaciones entre la industria farmacéutica y el Ministerio de Sanidad". Por otro lado, ha reiterado un mensaje que lleva meses dejando caer: rediseñar el sistema de patentes y los criterios para su financiación y establecimiento: "Sus beneficios no pueden estar por encima del factor absoluto de la vida, ni pueden retrasar los verdaderos beneficios clínicos para los pacientes, ni poner en peligro la debilidad económica del sistema".

Enmienda a la ley de patentes
Por esta razón, la OMC ha propuesto (como ya contó este periódico) a los grupos políticos "una enmienda al actual proyecto de ley de patentes, que se está tramitando, que establezca la posibilidad de crear licencias obligatorias por motivos de interés público, siempre que la patente de un medicamento no esté disponible para la población a precios razonablemente asequibles".