ENTREVISTA: MARÍA LUISA REAL, CONSEJERA CÁNTABRA
"Los grandes ajustes ya se hicieron; es hora de recuperar derechos"
La consejera cántabra, María Luisa Real, se felicita porque el presupuesto para la atención primaria suba un cinco por ciento en 2016, y por el reciente acuerdo con los sindicato, que recupera la carrera profesional. Promete devolver más derechos laborales perdidos.
Santiago Rego. Santander | 09/11/2015 00:00
María Luisa Real, consejera de Sanidad de Cantabria, en la entrevista con DM. (Roberto Ruiz)
- Han tratado de confundirnos con el binomio eficiencia y sostenibilidad, por un lado, y el de recortes y pérdida de derechos por otro; lo segundo disminuye lo primero"
- El Pacto por la Sanidad de enero fue sólo una foto en el Parlamento regional; el acuerdo actual con los sindicatos recupera derechos, la carrera... es mucho mejor"
María Luisa Real (Santander, 1958), médico de familia del Servicio Cántabro de Salud (SCS), tiene claro que el ciudadano verá, durante los cuatro años de legislatura, una política sanitaria muy alejada de los planteamientos del PP. Un nuevo modelo de atención a la cronicidad está en lugar preferente en su mesa de trabajo. Y que los profesionales recuperen poco a poco los derechos perdidos, como ya anunció al poco de entrar en la Consejería. .
- Lo primero que hizo nada más llegar al cargo fue restablecer la atención sanitaria universal. ¿Era para marcar diferencias con el ministro Alonso y el PP?
-La asistencia sanitaria es un derecho fundamental recogido en la Constitución, pero el Gobierno del PP, mediante un real decreto, rompió todos los pactos y dio lugar a un retroceso intolerable, el mayor de los últimos 30 años, al expulsar a colectivos extranjeros y nacionales. Los profesionales y colectivos sanitarios siempre hemos estado en contra de esa decisión. Las diferencias, por tanto, con el ministro Alonso y el PP, efectivamente, son grandes. Es una cuestión de derechos humanos y de salud pública
- Desde hace años todos los gobiernos han presupuestado en sanidad por debajo del coste real. ¿Hay alguna posibilidad de reconducir esa desviación presupuestaria?
-Ocurría con el Insalud y ahora con los servicios regionales de salud. La propia característica variable de la actividad sanitaria impide hacer un presupuesto exacto, y no vas a dejar de hacer una prueba complementaria de imagen porque el presupuesto no te alcanza. Pero lo que si es importante es hacer un seguimiento y un análisis del coste sanitario. Pretendemos que en esta legislatura que el presupuesto se aproxime al gasto real.
- Con un aumento del 2,15 por ciento en el presupuesto de la sanidad cántabra para 2016, ¿ve factible poder cumplir con sus tres objetivos de legislatura: la lucha contra la desigualdad en salud, la cronicidad y la calidad?
-Gran parte de esos objetivos no requieren dinero, sino cambios organizativos e incrementar la formación de los profesionales. La coordinación entre primaria y especializada, y entre los dos niveles y lo sociosanitario van a ser ejes imprescindibles si queremos una sanidad cántabra de calidad.
-¿Cree que serán necesarios más ajustes sanitarios en Cantabria o por parte del Estado?
-Han tratado de confundirnos con el binomio eficiencia y sostenibilidad, por un lado, y el de recortes y pérdida de derechos por otro. Soy una firme defensora del servicio público de salud, pero eso no tiene nada que ver con los recortes en derechos, que disminuyen la eficiencia. Me hubiera gustado para 2016 un presupuesto mayor, pero en este escenario de crisis es un incremento importante. Los grandes ajustes, a mi juicio, ya están hechos.
-Los gobiernos siempre hablan de una apuesta por la cronicidad, pero lo cierto es que los agudos es lo que verdaderamente preocupa a los gestores para no acumular esperas. ¿Es esta una reflexión acertada o equivocada?
-La atención a la cronicidad es importante, porque mucha de la lista de espera está integrada por pacientes crónicos, y hay que evitar que los procesos empeoren y requieran atención hospitalaria. La coordinación entre primaria y los servicios hospitalarios pasa por una reordenación en los servicios asistenciales de todos los recursos. Más que una cuestión de dinero es de coordinar adecuadamente los niveles.
-En relación a las listas de espera quirúrgicas ha habido un descenso importante, pero ¿ha sido acertado eliminar las peonadas? ¿Qué planes tiene al respecto?
-A cualquier paciente que espera la demora se le hace interminable. Vamos a cumplir con la actual Ley de Garantías de Demora: 180 días de plazo máximo para una cirugía, 60 para consultas y 30 para las pruebas diagnósticas. No soy partidaria de las peonadas, y de hecho muchas veces el profesional no reclama dinero, sino el reconocimiento del trabajo bien hecho. En cualquier caso, tenemos claro que hay patologías que no pueden esperar, y trataremos de hacerlo con nuestros medios.
-¿Cómo se va a impulsar la participación de los ciudadanos en el sistema sanitario?
-Queremos un paciente activo, y para eso ha de estar formado, con la ayuda de los profesionales, sobre hábitos saludables de vida, evitar factores de riesgo y seguir los tratamientos, entre otras cosas. Explicaremos mejor cómo acceder al Registro de Voluntades Previas, que es poco conocido, Y queremos también fomentar los servicios de atención al usuario, recogiendo sugerencias, comentarios y quejas, que servirán para mejorar la calidad, junto a encuestas periódicas.
-¿Cómo han salido los médicos de está crisis desde el punto de vista económico y laboral?
-El sistema sanitario, a pesar de los recortes, ha mantenido su calidad gracias a la dedicación de los profesionales, que han visto recortadas sus condiciones laborales y económicas. Hemos llegado, el pasado me de octubre, a acuerdos en la Mesa Sectorial, por los que se recuperan algunos derechos perdidos. Y seguiremos por esa vía, si la economía nos lo permite, de recuperar derechos laborales y económicos, porque se trabaja más y mejor con incentivos ¿Se debería, pues, tender a un modelo retributivo más homogéneo entre autonomías? Este es un asunto complejo, porque la sanidad está transferida, y en el que tenemos que reflexionar todos sobre las necesidades del sistema.
-El Plan de Recursos Humanos del Servicio Cántabro de Salud (SCS) tiene diez años, ¿habrá un nuevo documento?
-Ya hemos acordado con los sindicatos replantear el actual Plan de manera inmediata, entre otras cosas, por ejemplo, por la feminización de las profesiones sanitarias. Fue un documento importante en su momento, pero ha pasado una década y es necesario dejar claras las nuevas necesidades de la sanidad regional desde datos actualizados
-¿Considera que fue un logro importante el Pacto por la Sanidad de Cantabria del pasado mes de enero?
-Hay que ser claros, porque ese Pacto que tanto ha citado el PP no fue ni un pacto ni un acuerdo, pues no hubo firma por parte de los sindicatos, ni negociación en la Mesa Sectorial, ni aprobación siquiera por el Consejo de Gobierno... Lo que hubo fue una declaración de intenciones en un acto en el patio del Parlamento, en el que algunos sindicatos y el Ejecutivo firmaron una propuesta de acción sin un soporte económico. En suma, una foto en el Parlamento.
-¿El reciente acuerdo que ha logrado usted con los sindicatos, y que recupera, entre otras cosas, la carrera profesional, es más importante, a su juicio?
-Por supuesto, lo han firmado todos los sindicatos, tiene en el presupuesto de 2016 un soporte económico propio cercano a los 10 millones de euros, se ha negociado en la Mesa Sectorial y ha sido aprobado en el último Consejo de Gobierno semanal. Recupera derechos perdidos de los empleados del SCS , entre otros la carrera profesional, al levantar el grado II y permitir el encuadramiento en cualquiera de los grados a todos los profesionales. Es mucho mejor esto que una foto sin más.
-Ha señalado que es necesario incorporar la Ley de Contratos del Estado a las compras de medicamento, y reducir el elevado nivel de gasto mediante la compra directa, que supera los 100 millones de euros. Es decir, incorporar la farmacia a modelos de compra pública para reducir costes, ¿es así?
-Estamos obligados a cumplir la ley en la compra de productos farmacéuticos hospitalarios, otros de uso hospitalario y tecnología sanitaria. Y con la Ley de Contratos del Estado se va a lograr transparencia en la gestión, que las empresas compitan y comprar productos no solo el de menor precio, sino el que tenga una mayor calidad y preste un mejor servicio. La farmacia de receta queda fuera. En la compra de las vacunas se ha ahorrado con respecto a 2014 nada menos que un 20 por ciento.
-Siendo médico de familia del SCS usted conoce bien el paño. ¿Qué planes tiene para Primaria, que ya no recibe al usuario de un día para otro? ¿Hace falta alguna previsión de nuevos dispositivos o cambios en el funcionamiento?
-Hay que dar a Primaria más capacidad resolutiva, y para el programa de cronicidad es un nivel clave. En el presupuesto de 2016 verá aumentado su dotación económica en un 5 por ciento, frente al 2,5 por ciento de los hospitales Valdecilla y Sierrallana. Todo es mejorable, pero lo que hacen son cambios organizativos para que cumpla bien su función iniciadora y continuadora en los tratamientos.
-La asistencia sanitaria es un derecho fundamental recogido en la Constitución, pero el Gobierno del PP, mediante un real decreto, rompió todos los pactos y dio lugar a un retroceso intolerable, el mayor de los últimos 30 años, al expulsar a colectivos extranjeros y nacionales. Los profesionales y colectivos sanitarios siempre hemos estado en contra de esa decisión. Las diferencias, por tanto, con el ministro Alonso y el PP, efectivamente, son grandes. Es una cuestión de derechos humanos y de salud pública
- Desde hace años todos los gobiernos han presupuestado en sanidad por debajo del coste real. ¿Hay alguna posibilidad de reconducir esa desviación presupuestaria?
-Ocurría con el Insalud y ahora con los servicios regionales de salud. La propia característica variable de la actividad sanitaria impide hacer un presupuesto exacto, y no vas a dejar de hacer una prueba complementaria de imagen porque el presupuesto no te alcanza. Pero lo que si es importante es hacer un seguimiento y un análisis del coste sanitario. Pretendemos que en esta legislatura que el presupuesto se aproxime al gasto real.
- Con un aumento del 2,15 por ciento en el presupuesto de la sanidad cántabra para 2016, ¿ve factible poder cumplir con sus tres objetivos de legislatura: la lucha contra la desigualdad en salud, la cronicidad y la calidad?
-Gran parte de esos objetivos no requieren dinero, sino cambios organizativos e incrementar la formación de los profesionales. La coordinación entre primaria y especializada, y entre los dos niveles y lo sociosanitario van a ser ejes imprescindibles si queremos una sanidad cántabra de calidad.
-¿Cree que serán necesarios más ajustes sanitarios en Cantabria o por parte del Estado?
-Han tratado de confundirnos con el binomio eficiencia y sostenibilidad, por un lado, y el de recortes y pérdida de derechos por otro. Soy una firme defensora del servicio público de salud, pero eso no tiene nada que ver con los recortes en derechos, que disminuyen la eficiencia. Me hubiera gustado para 2016 un presupuesto mayor, pero en este escenario de crisis es un incremento importante. Los grandes ajustes, a mi juicio, ya están hechos.
-Los gobiernos siempre hablan de una apuesta por la cronicidad, pero lo cierto es que los agudos es lo que verdaderamente preocupa a los gestores para no acumular esperas. ¿Es esta una reflexión acertada o equivocada?
-La atención a la cronicidad es importante, porque mucha de la lista de espera está integrada por pacientes crónicos, y hay que evitar que los procesos empeoren y requieran atención hospitalaria. La coordinación entre primaria y los servicios hospitalarios pasa por una reordenación en los servicios asistenciales de todos los recursos. Más que una cuestión de dinero es de coordinar adecuadamente los niveles.
-En relación a las listas de espera quirúrgicas ha habido un descenso importante, pero ¿ha sido acertado eliminar las peonadas? ¿Qué planes tiene al respecto?
-A cualquier paciente que espera la demora se le hace interminable. Vamos a cumplir con la actual Ley de Garantías de Demora: 180 días de plazo máximo para una cirugía, 60 para consultas y 30 para las pruebas diagnósticas. No soy partidaria de las peonadas, y de hecho muchas veces el profesional no reclama dinero, sino el reconocimiento del trabajo bien hecho. En cualquier caso, tenemos claro que hay patologías que no pueden esperar, y trataremos de hacerlo con nuestros medios.
-¿Cómo se va a impulsar la participación de los ciudadanos en el sistema sanitario?
-Queremos un paciente activo, y para eso ha de estar formado, con la ayuda de los profesionales, sobre hábitos saludables de vida, evitar factores de riesgo y seguir los tratamientos, entre otras cosas. Explicaremos mejor cómo acceder al Registro de Voluntades Previas, que es poco conocido, Y queremos también fomentar los servicios de atención al usuario, recogiendo sugerencias, comentarios y quejas, que servirán para mejorar la calidad, junto a encuestas periódicas.
-¿Cómo han salido los médicos de está crisis desde el punto de vista económico y laboral?
-El sistema sanitario, a pesar de los recortes, ha mantenido su calidad gracias a la dedicación de los profesionales, que han visto recortadas sus condiciones laborales y económicas. Hemos llegado, el pasado me de octubre, a acuerdos en la Mesa Sectorial, por los que se recuperan algunos derechos perdidos. Y seguiremos por esa vía, si la economía nos lo permite, de recuperar derechos laborales y económicos, porque se trabaja más y mejor con incentivos ¿Se debería, pues, tender a un modelo retributivo más homogéneo entre autonomías? Este es un asunto complejo, porque la sanidad está transferida, y en el que tenemos que reflexionar todos sobre las necesidades del sistema.
-El Plan de Recursos Humanos del Servicio Cántabro de Salud (SCS) tiene diez años, ¿habrá un nuevo documento?
-Ya hemos acordado con los sindicatos replantear el actual Plan de manera inmediata, entre otras cosas, por ejemplo, por la feminización de las profesiones sanitarias. Fue un documento importante en su momento, pero ha pasado una década y es necesario dejar claras las nuevas necesidades de la sanidad regional desde datos actualizados
-¿Considera que fue un logro importante el Pacto por la Sanidad de Cantabria del pasado mes de enero?
-Hay que ser claros, porque ese Pacto que tanto ha citado el PP no fue ni un pacto ni un acuerdo, pues no hubo firma por parte de los sindicatos, ni negociación en la Mesa Sectorial, ni aprobación siquiera por el Consejo de Gobierno... Lo que hubo fue una declaración de intenciones en un acto en el patio del Parlamento, en el que algunos sindicatos y el Ejecutivo firmaron una propuesta de acción sin un soporte económico. En suma, una foto en el Parlamento.
-¿El reciente acuerdo que ha logrado usted con los sindicatos, y que recupera, entre otras cosas, la carrera profesional, es más importante, a su juicio?
-Por supuesto, lo han firmado todos los sindicatos, tiene en el presupuesto de 2016 un soporte económico propio cercano a los 10 millones de euros, se ha negociado en la Mesa Sectorial y ha sido aprobado en el último Consejo de Gobierno semanal. Recupera derechos perdidos de los empleados del SCS , entre otros la carrera profesional, al levantar el grado II y permitir el encuadramiento en cualquiera de los grados a todos los profesionales. Es mucho mejor esto que una foto sin más.
-Ha señalado que es necesario incorporar la Ley de Contratos del Estado a las compras de medicamento, y reducir el elevado nivel de gasto mediante la compra directa, que supera los 100 millones de euros. Es decir, incorporar la farmacia a modelos de compra pública para reducir costes, ¿es así?
-Estamos obligados a cumplir la ley en la compra de productos farmacéuticos hospitalarios, otros de uso hospitalario y tecnología sanitaria. Y con la Ley de Contratos del Estado se va a lograr transparencia en la gestión, que las empresas compitan y comprar productos no solo el de menor precio, sino el que tenga una mayor calidad y preste un mejor servicio. La farmacia de receta queda fuera. En la compra de las vacunas se ha ahorrado con respecto a 2014 nada menos que un 20 por ciento.
-Siendo médico de familia del SCS usted conoce bien el paño. ¿Qué planes tiene para Primaria, que ya no recibe al usuario de un día para otro? ¿Hace falta alguna previsión de nuevos dispositivos o cambios en el funcionamiento?
-Hay que dar a Primaria más capacidad resolutiva, y para el programa de cronicidad es un nivel clave. En el presupuesto de 2016 verá aumentado su dotación económica en un 5 por ciento, frente al 2,5 por ciento de los hospitales Valdecilla y Sierrallana. Todo es mejorable, pero lo que hacen son cambios organizativos para que cumpla bien su función iniciadora y continuadora en los tratamientos.
Pacientes, primaria y crónicos
La consejera cántabra busca "pacientes más activos y formados con la ayuda de los profesionales". Entre sus objetivos, explicar mejor cómo acceder al Registro de Voluntades Previas, fomentar los servicios de atención al usuario y hacer más encuestas periódicas. En cuanto a la atención primaria, quiere darle más capacidad resolutiva, "algo clave para el programa de cronicidad". En 2016 verá aumentado su dotación económica en un 5 por ciento, frente al 2,5 por ciento. Volviendo a la cronicidad, recuerda que "mucha de la lista de espera está integrada por pacientes crónicos", y promete mejor coordinación entre primaria y los servicios hospitalarios, reordenando servicios asistenciales y recursos: "Más que de dinero es cuestión de coordinar".
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