La Deontológica de la OMC avala el 'vientre de alquiler' altruista

Considera que desde un punto de vista ético es un acto de generosidad hacia la pareja. El informe, propuesto a los colegios, rechaza la maternidad subrogada lucrativa o mercenaria.

Diego Carrasco. Madrid | diego.carrasco@diariomedico.com | 16/01/2017 00:00

El debate ético-legal sobre la maternidad subrogada o vientre de alquiler ya ha alcanzado de lleno a las instituciones. Hasta ahora sólo había opiniones de expertos a favor y en contra de las modalidades sobre las que se podría legislar: una, con fines altruistas, y dos, mediando una contraprestación económica. Incluso desde fuentes gubernamentales como el ministro de Justicia, Rafael Catalá, se ha anunciado que la regulación de la maternidad subrogada "está en la agenda de los ministerios de Sanidad y Justicia".

En nuestro país la gestación subrogada es alegal. La Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida de 2006 establece que el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin contraprestación económica, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o tercero, es nulo de pleno derecho.

La Comisión Central de Deontología (CCD) de la Organización Médica Colegial (OMC) ha elaborado un borrador de informe, que ha propuesto a los 52 colegios, en el que sostiene que la maternidad subrogada con fines altruistas no es contraria a la ética ni a la deontología médica. En cambio, rechaza el vientre de alquiler lucrativo, comercial o mercenario.

Fuentes colegiales han confirmado a DM la existencia del mencionado informe, por lo que puestos en contacto con Joan Monés, secretario de la CCD de la OMC y profesor emérito de Medicina y Bioética de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha explicado algunos de los argumentos. Las razones esgrimidas a favor del fin altruista, entre otras, apuntan a que se trata de un acto de generosidad influido por el amor y sin recompensa económica alguna y que consigue el deseo generacional en parejas infértiles.

La propuesta recoge que, a pesar de ello, la opción altruista tendría que ser la última alternativa viable para la pareja, después del fracaso constatado de las técnicas de reproducción asistida, señala Monés.

El documento propuesto, que ha sido consensuado por la CCD, no ha estado exento de fuertes discusiones internas. Los motivos por los que la maternidad subrogada lucrativa o mercenaria se rechazan se basan en que atenta contra la dignidad de la mujer tanto de la madre subrogada como de la contratante. Además, se mercantiliza un acto tan importante como la maternidad, apunta Monés.

Consentimiento viciado
El secretario de la CCD de la OMC y profesor emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona también explica que el vientre de alquiler comercial es contrario a la deontología médica y a la Ley 41/2002, de Autonomía del Paciente, porque el consentimiento que presta la madre subrogada mercenaria estaría mediatizado por la prestación económica y, por tanto, no se podría considerar un consentimiento libre. De ahí que proponga que en una posible ley sobre maternidad subrogada tendría que tener un precepto similar al artículo 3.1 de la Ley sobre Técnicas de Reproducción Asistida, en el sentido de recoger un consentimiento de aceptación.

Incluso, añade Monés, algunos llegan a afirmar que es como tratar al recién nacido como un objeto de transacción económica.

Con todo, el borrador de propuesta de la CCD de la OMC, que no es vinculante, deberá ser votado y, en su caso, aprobado en la próxima reunión de la Asamblea de presidentes de colegios de España, que se celebrará a finales de enero. El debate colegial no será sencillo, por lo que la expectación será máxima.

Se mercantiliza el cuerpo de la mujer

El debate legislativo sobre la maternidad subrogada no tuvo un final feliz en la Asamblea de Madrid, que rechazó una proposición no de ley de gestación subrogada por dos votos. La iniciativa partió del grupo de Ciudadanos que defendía la necesidad de que se regulara esta práctica para acomodarla a la realidad de la sociedad. Parte del PP también apoyaba la proposición no de ley. Sin embargo, el PSOE votó en contra de la propuesta legislativa al considerar que "se mercantilizaba el cuerpo de la mujer". Podemos también mostró su rechazo a esa iniciativa.