Indemnizan la mala praxis en un parto, aunque no haya secuelas

Condena a la Comunidad de Madrid a pagar 20.357 euros por retrasar una microtoma de sangre fetal ante la presencia de meconio en el líquido amniótico. El niño, en el momento del juicio, no tenía secuelas.

Soledad Valle. Madrid | 15/02/2017 09:00

La Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha admitido parcialmente la demanda presentada por los padres de un menor que sufrió una asfixia perinatal leve.

La Comunidad de Madrid deberá indemnizar al niño con 20.357 euros en concepto de daño moral, porque desde su nacimiento hasta los 18 meses tuvo que acudir a rehabilitación. Los magistrados sostienen su resolución en los informes emitidos por el Consejo Consultivo y la Inspección Médica, que coinciden en tachar de "no adecuada" la atención que recibió la gestante cuando llegó al hospital con amenazas de parto.

"Si se hubiera realizado la microtoma, el parto se hubiera producido con anterioridad y sin la asfixia perinatal leve producida"

La madre acudió a un hospital madrileño con fuertes dolores de parto. Eran las 4:40 de la mañana y en la exploración se detectó la presencia del líquido amniótico teñido de meconio. En estos caso, como señala la parte recurrente, el protocolo indica realizar una microtoma de sangre fetal, para ver el estado del PH fetal y valorar así si existía sufrimiento.

La prueba no se realizó hasta las 6:11 de la mañana y arrojó un PH patológico, de 7,11. Entonces, se procedió a una cesárea de urgencia y el bebé nació a las 6:30 con un PH de 7,08 , hipotonía axial y succión débil. Ingresó en el servicio de Neonatología, donde fue dado de alta con el diagnóstico de asfixia perinatal leve.

Informes enfrentados
La defensa de la Administración argumenta que el niño, a los 23 meses, fue dado de alta sin ninguna secuela en el servicio de Neuropediatría del hospital. Aunque, en contraposición la familia aportó el informe de evaluación psicopedagógica de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, que "objetiva un retraso en el ámbito expresivo, en la comprensión global del vocabulario y dificultades en el área de comunicación lingüística".

Con estos dos informes en la mano, los magistrados resuelven a favor de la valoración realizada por el servicio de Neonatología del hospital donde le han hecho todo el seguimiento al menor, por dos motivos: es posterior al de Educación y está "realizado por los profesionales médicos que han seguido la recuperación y controlado el proceso de rehabilitación del menor desde su nacimiento".

Es decir, el tribunal admite que el menor, en el momento del juicio, no padece ninguna secuela derivada de la mala praxis médica. Sin embargo, la sentencia recoge la obligación de indemnizar la mala praxis, que se concretó en el retraso de más de hora y media en la realización de la microtoma de sangre fetal que hubiera evidenciado la existencia de un sufrimiento fetal y, por tanto, la necesidad de adelantar la cesárea.

El fallo es tajante al señalar que "si se hubiera realizado la microtoma, el parto se hubiera producido con anterioridad y sin la asfixia perinatal leve producida".

El tribunal concede una indemnización de 20.357 euros por daño moral y se niega a reducir esta cifra introduciendo el concepto de pérdida de oportunidad.