miércoles, 23 de enero de 2013

Las facturas médicas elevadas llevan a algunos estadounidenses a tomar medidas extremas: MedlinePlus

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Las facturas médicas elevadas llevan a algunos estadounidenses a tomar medidas extremas

En un estudio, los antecedentes de deudas con las tarjetas de crédito y de prescindir de comida y calefacción fueron comunes, incluso entre los que contaban con seguro
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_133241.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 04/18/2013)
Traducido del inglés: viernes, 18 de enero, 2013 HealthDay Logo
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VIERNES, 18 de enero (HealthDay News) -- Los estadounidenses asegurados con afecciones médicas graves afirman que el estrés financiero de pagar los costos de desembolso les obliga a hacer malabares con el presupuesto familiar, a retrasar o prescindir de la atención, e incluso a endeudarse con las tarjetas de crédito y a tener que esconderse de los cobradores, revela un estudio reciente.
El informe, que aparece en la edición de enero y febrero de la revista Annals of Family Medicine, provee una instantánea de las "alteraciones vitales" que las personas experimentan como resultado de sus gastos médicos, y las a veces extremas medidas que toman para intentar no ahogarse en las deudas.
A un participante del estudio le recetaron un fármaco para aliviar las náuseas y vómitos que le provocaba la quimioterapia para el cáncer. El seguro cubría 900 de los 1,200 dólares que costaba, pero él no podía permitirse ni siquiera el copago, así que prescindió del medicamento. "Me dije que prefería las náuseas", contó a los investigadores.
Otra participante pagaba todas sus facturas, pero tenía que relegar su presupuesto para comida "a lo que quedara".
"Tristemente, nuestra experiencia con miles de pacientes en la última década ha mostrado que muchos tienen que tomar unas decisiones desgarradoras y elegir seguir las indicaciones del médico o comprar comida para ellos y sus familias", comentó Sarah Di Troia, directora de operaciones de Health Leads, una organización con sede en Boston que trabaja con clínicas y hospitales para conectar a los pacientes con los recursos básicos.
David Lipschutz, abogado de políticas del Center for Medicare Advocacy (Centro de Defensoría de Medicare) en Washington, D.C., dijo que este estudio es importante, oportuno y que "refuerza gran parte de la literatura disponible" que examina los efectos de los gastos de desembolso.
Medicare tiene unos requerimientos considerables de compartición de costos, y muchas personas que tienen Medicare "simplemente no generan los ingresos para poder pagarlos", añadió Lipschutz.
Hay que considerar que la mitad de los beneficiarios de Medicare del país viven con menos de 22,000 dólares al año, y el 45 por ciento sufren de tres o más afecciones crónicas, según los datos compilados por la Henry J. Kaiser Family Foundation.
Los beneficiarios de Medicare gastaron en promedio más de 3,100 dólares de su propio dinero en gastos de salud en 2007, los datos completos más recientes, según el Instituto de Salud Pública de la AARP. Cuatro millones de beneficiarios, o el 10 por ciento de la población de Medicare, pagaron mucho más. Sus gastos de desembolso superaron los 7,800 dólares.
Dado que los costos de atención de salud crecen más rápido que los ingresos, el autor líder del estudio, el Dr. David Grande, profesor asistente de medicina de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, deseaba saber cómo se las arreglaban las familias financieramente.
"Mi sensación es que nos concentramos tanto en si las personas tienen cobertura o no, lo que es extremadamente importante, que nos olvidamos de la importancia que tiene que la cobertura sea adecuada", planteó.
Para el estudio, los investigadores entrevistaron a 33 adultos crónicamente enfermos que contaban con seguro y que solicitaron ayuda financiera en una fundación sin fines de lucro para ayudar a pagar los costos de sus tratamientos. Les preguntaron sobre las dificultades financieras relacionadas con la enfermedad y su impacto sobre los gastos de vivienda, alimentación, servicios básicos, ahorros, préstamos y de salud. Las entrevistas se grabaron, transcribieron y codificaron para el análisis.
La mayoría de los participantes del estudio tenían Medicare, mientras que los demás tenían cobertura de la empresa o cobertura grupal temporal bajo COBRA. Uno contaba con Medicaid.
Alrededor del 85 por ciento de los pacientes tenían ingresos anuales de 40,000 dólares o menos, y más de un tercio de éstos vivían con 20,000 dólares o menos.
Las brechas en la cobertura, sobre todo la brecha en la cobertura de medicamentos recetados de Medicare, y los diseños de beneficios que hacen que los gastos sean impredecibles de un mes al siguiente, estaban entre las principales alteraciones que los participantes citaron.
Para pagar las facturas médicas, algunas personas describieron tener que hacer compromisos en la vivienda y el transporte. En un caso, se entregaron voluntariamente unos coches más nuevos, y se reemplazaron con una "chatarra".
Grande halló que el uso de los pacientes de las tarjetas de crédito para cubrir los gastos médicos era particularmente problemático.
"Me preocupé mucho cuando escuché a los pacientes describir sus tarjetas de crédito como el último recurso para cubrir los gastos médicos", señaló. "El potencial de un ciclo destructivo de deudas con intereses altos y más problemas financieros es terrorífico".
Varias personas del estudio estaban involucradas en temas legales como resultado de una deuda médica impaga.
Los expertos afirman que la Ley de Atención Asequible, la abarcadora ley de reforma en salud de la administración de Obama, resultará de ayuda. La ley cierra la brecha de cobertura de Medicare para 2020, y provee ciertos servicios preventivos sin costos de desembolso.
Pero a largo plazo, muchas de las propuestas que se están considerando para reformar Medicare "simplemente harían que los beneficiarios tengan que asumir costos", anotó Lipschutz.
El estudio también halló que las personas "conversaban con el médico sobre los costos con poca frecuencia", y decidían solas qué tratamientos resultaban demasiado costosos como para llevarlos a cabo.
Los médicos carecen del tiempo y de la capacitación para hablar con los pacientes sobre estos temas, explicó Di Troia, de Health Leads. "Algunos médicos nos han explicado que practican esencialmente una política de 'ni preguntar nada ni decir nada' respecto a los recursos básicos", señaló.
Grande y colegas mencionan a Health Leads como un modelo para conectar a los consultorios médicos con los servicios de respaldo que los pacientes necesitan.
"No deseamos que la gente prescinda de, ni retrase, la atención", señaló el Dr. Jeffrey Cain, médico de familia con sede en Denver y presidente de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians). Tener una conversación durante la consulta es importante, pero la discusión podría ser liderada por un miembro del equipo de atención del paciente, como una enfermera o un trabajador social, explicó.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Sarah Di Troia, chief operating officer, Health Leads, Boston; David Lipschutz, policy attorney, Center for Medicare Advocacy, Washington, D.C.; David Grande, assistant professor of medicine, Perelman School of Medicine, University of Pennsylvania, Philadelphia; Jeffrey Cain, M.D., family physician, Denver, and president, American Academy of Family Physicians, Leawood, Kan.; Henry J. Kaiser Family Foundation, Menlo Park, Calif.; AARP Public Policy Institute, Washington, D.C.; January/February 2013 Annals of Family Medicine
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