sábado, 26 de enero de 2013

Nunca escribas de lo que no entiendas | Código Salud | elmundo.es

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BLOG | Periodismo especializado

Nunca escribas de lo que no entiendas

  • Esta semana varios medios han informado sobre una vacuna contra el Alzheimer
  • El producto sólo ha sido probado hasta ahora en animales
Hace muy pocos días, varios medios de comunicación en España (entre ellos televisiones de audiencia masiva) hablaron sobre una vacuna contra el Alzheimer -asimismo española- que, en principio, era prometedora. La investigación de la que se extrapolaba la noticia se había llevado a cabo en 12 ratones -en la mitad se probó la vacuna, en la otra mitad un placebo- y podía considerarse, una vez estudiado el artículo de la revista científica en la que publicaba, como un elegante experimento preclínico aunque tan preliminar que hasta los autores recomendaban seguir estudiando el producto en muchos más animales antes de plantearse cualquier otro paso a seguir.

Un anuncio de esas características, relacionado con una enfermedad devastadora y, además, prevalente, no debería encontrar demasiados decibelios en los altavoces de un medio de comunicación. Por varios motivos.
El primero, y fundamental, porque cualquier noticia aparentemente positiva sobre una patología tan desastrosa como es el Alzheimer genera expectativas (que pueden ser infundadas) en miles de ciudadanos que tienen en su entorno una demencia severa.

Los medios de comunicación tienen -y de ello presumen con frecuencia- un papel trascendental en cualquier sociedad. Informan, educan, ayudan a crear opinión, son casi siempre la fuente de buena parte de la cultura de la ciudadanía, la científica incluida. Tienen el deber ético, ineludible, de cuidar la información que canalizan.

Por eso es necesario que los que hacen de correa de transmisión entre las fuentes sobre una noticia sobre salud y avances médicos comprendan bien lo que van a escribir. La materia muchas veces lleva emparejada una respetable complejidad. Como en las subdivisiones de cualquier profesión, el periodismo necesita especialistas bien formados.

Sin esta premisa es difícil a veces matizar lo que cuentan los investigadores, en ocasiones con más bombo y platillo del que es necesario. De lo contrario, el axioma del libro de estilo de unos de los diarios españoles más solventes: "nunca escribas de aquello que no entiendas", se conculca cuando se trata de hablar de asuntos complicados. Los genes, las moléculas o los transgénicos lo son.

No hay atisbo a corto o medio plazo de que en España se vaya a generar una vacuna efectiva contra el Alzheimer. Dada la sensibilidad de esta patología (sólo superada por el cáncer) se debe ser muy cauto cuando se disemina un estudio que hable sobre ella. Parece que fueron los propios autores del trabajo los que convocaron una rueda de prensa para anunciar su experimento. Pero como hemos dicho antes, ellos mismos reclamaban -negro sobre blanco- muchos más estudios en el laboratorio antes de pensar en cualquier otra cosa.

Hace varios años que la Royal Society (premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2011) publicó las reglas de oro de una buena comunicación en biomedicina. Es una lista de chequeo doble, sencilla, como las que se usan en las cabinas de los aviones comerciales. Si hay fallos en la casilla de los comunicadores (los científicos), se pueden corregir aplicando las recomendaciones que ofrece la parte que se refiere al altavoz (los periodistas).

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