miércoles, 29 de septiembre de 2010

El sabotaje en el laboratorio, la cara envidiosa de la ciencia - DiarioMedico.com

Diariomedico.com
ESPAÑA
FRAUDE. UN POSDOCTORADO MANIPULA EL EXPERIMENTO DE UN COMPAÑERO DURANTE MESES
El sabotaje en el laboratorio, la cara envidiosa de la ciencia
El concepto de ciencia debería englobar el del trabajo en equipo. Esto se pone en entredicho cuando se producen episodios como el ocurrido en la Universidad de Michigan, donde fue necesaria una cámara oculta para descubrir si una investigación estaba siendo manipulada.
REDACCIÓN - Jueves, 30 de Septiembre de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


Hay ocasiones en que la realidad sigue superando a la ficción. En la Universidad de Michigan, en Ann Harbor, se necesitó la ayuda de una cámara de seguridad encubierta para averiguar el misterio planteado en el laboratorio: ¿quién saboteaba los experimentos y contaminaba los cultivos celulares de la estudiante de posgrado Heather Ames? La historia detectivesca se publica hoy en Nature. Durante varios meses, con meticulosidad y sistemáticamente, Vipul Bhrigu, postoctorado del Centro de Cáncer Integral de la Universidad de Michigan, saboteó el trabajo de Ames. Capturado con las manos en la masa, Bhrigu confesó a las autoridades de la universidad y fue declarado culpable de destrucción maliciosa de la propiedad privada, un delito menor que al parecer sólo está contemplado en relación con los coches. Bhrigu ha explicado que se vio obligado por presión interna y con el objetivo de retrasar el trabajo de Ames. Además, ha mostrado su remordimiento y ha afirmado que "fue una falta de juicio moral completa por mi parte". Sus acciones pueden ser sorprendentes aunque probablemente no únicas. Hay poca documentación sobre sabotajes en investigaciones, pero las opiniones de posdoctorados y expertos en conductas inapropiadas sugieren que este tipo de fechorías ocurren en la mayoría de los centros, aunque no se informe de ello a las autoridades universitarias ni policiales.Poco se puede hacer en Estados Unidos para impedir que los culpables de casos parecidos continúen investigando, ya que las autoridades federales encargadas de supervisar la financiación tienen poca capacidad para intervenir en los casos de sabotaje, pues tal supuesto no se adapta a la definición federal de mala conducta en investigación, ceñida al plagio y a la falsificación e invención de datos. En este caso en concreto, las autoridades universitarias trabajaron en colaboración con la policía debido a la persistencia de Ames y de su supervisora, Theo Ross.La huellaA finales de 2009, Ames notó por primera vez anomalías en su investigación sobre el receptor del factor de crecimiento epidérmico que estaba realizando en un western blot. Aunque siguió observando pequeños cambios, no fue hasta el 28 de febrero cuando se confirmaron sus sospechas. Después de varias reuniones de Ross con las autoridades del centro, se decidió llamar al departamento de seguridad pública, que interrogó en primera instancia a Ames y la sometió al detector de mentiras. Posteriormente se instalaron dos cámaras ocultas en el laboratorio, donde se descubrió a Bhrigu manipulando el experimento.El juzgado del condado de Washtenaw exige que Bhrigu pague 8.800 dólares en concepto de materiales, y 600 por los costes del juicio y las multas, y que realice 40 horas de servicio comunitario; se le condena además a seis meses de libertad condicional y a que se someta a una evaluación psiquiátrica.Ross ha añadido algún que otro gasto, como su salario completo, el de Ames y el del técnico que la ayudará a poner al día sus investigaciones. El total -cercano a los 72.000 dólares- debería haberse decidido en una vista este mes, pero ha tenido que posponerse a octubre, ya que Bhrigu regresó a su India natal, lo que parece una violación de su libertad condicional.Después de que se le declarara culpable en junio, Ross llamó al centro donde Bhrigu se formó, la Universidad de Toledo, en Ohio, donde le habían readmitido. Su nuevo puesto no duró mucho después de que Ross les informará de lo ocurrido. (Nature 2010; 467: 516-518)
El sabotaje en el laboratorio, la cara envidiosa de la ciencia - DiarioMedico.com

No hay comentarios: