miércoles, 13 de abril de 2011

El sentido de la trazabilidad en nuestros días: dotando de un DNI al medicamento - DiarioMedico.com

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ESPAÑA
AHORA SE EMPLEA PARA CONTROLAR FALSIFICACIONES
El sentido de la trazabilidad en nuestros días: dotando de un DNI al medicamento
Los medicamentos son unos productos lo suficientemente sensibles como para no tenerlos controlados de forma constante. Esa es la misión de la trazabilidad, aunque para que ésta sea mejor hay que definir mejor su campo de actuación y encontrar un sistema que supere las limitaciones de los actuales: el óptico de Datamatrix y la radiofrecuencia.


David Rodríguez Carenas - Miércoles, 13 de Abril de 2011 - Actualizado a las 00:00h.

César Martínez, consejero de la empresa de distribución farmacéutica Alliance Healthcare España.


El concepto de la trazabilidad en Sanidad ha cambiado según pasaban los años. Si en el pasado se empleaba para retirar los lotes de medicamentos defectuosos y poco después para ayudar a los desabastecimientos -funciones ambas para las que no era muy necesaria, según César Martínez, consejero de la empresa de distribución farmacéutica Alliance Healthcare España-, ahora ya ha encontrado un terreno propicio: el control de las falsificaciones. "Se dota de un DNI al medicamento", ha explicado Martínez a Diario Médico durante el congreso de logística IDtrack 2011, celebrado en Madrid.

Martínez le encuentra más utilidades: "Con la prescripción manual el farmacéutico recortaba el precinto y lo pegaba en la receta, pero es que con la electrónica continuaba haciéndolo. En cambio, si se consigue un código individual de identificación desaparece la posibilidad de fraude al escanear".

"El análisis del precio de los fármacos ha marcado una tendencia a la baja, y la trazabilidad cuesta dinero: etiquetado, chips de lectura..."

Si la trazabilidad se va definiendo, lo que sigue sin estar claro es qué sistema es mejor para llevarla a cabo: una prueba piloto del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, adjudicada a la empresa Sadiel, probó los códigos en almacenes, farmacias y laboratorios. El resultado fue que ni el sistema óptico de Datamatrix ni la radiofrecuencia (RFID) garantizan su buen uso. "Los ópticos tienen una lectura muy lenta y no se pueden emplear en almacén, mientras que la RFID no lee el interior de las cajas grandes que contienen muchos medicamentos, sobre todo si están ordenadas. En cambio, no se han registrado interferencias con los líquidos".

Entonces, ¿hacia dónde hay que tender? "Se podrían combinar sistemas o diseñar las cajas de otra forma, para el caso de la RFID". Las recomendaciones de Martínez son usar la RFID para trazabilidad completa y el sistema óptico para la parcial: "De momento, a la industria farmacéutica le sirve con esto, no sólo porque es la forma más barata de trazabilidad, sino porque de momento es suficiente con que el medicamento falso no llegue al paciente, aunque no se sepa qué camino ha seguido y, por tanto, no se pueda actuar sobre el fallo".

Medidas europeas

El consejero de Alliance Healthcare España defiende que en nuestro país no han existido tales fallos, pero "la Unión Europea está muy interesada en este tema. En el pasado febrero el Parlamento Europeo aprobó -aún no se ha publicado- el nuevo Código Europeo del Medicamento -equiparable a nuestra Ley de Garantías-. Sin embargo, no se soluciona nada, porque cualquier medicamento puede estar o no estar controlado. Debería ser obligatorio tener un marcador, pero habría que tener claro el sistema de codificación".

Según Martínez, "la Comisión Europea debe llevar a cabo actos delegados en los que se defina, por ejemplo, el sistema de trazabilidad y los medicamentos que deben someterse a control. El problema es que, como no hay plazo para ello, seguimos igual. Y en España debemos esperar a lo que salga de las instituciones europeas". Por tanto, la normativa europea no es específica, sobre todo en tiempos.

Por último, Martínez ha apuntado una nueva disfunción en lo que se refiere a la trazabilidad de los medicamentos: "El análisis del precio de los fármacos ha marcado una tendencia a la baja. El porcentaje de los que cuestan menos de tres euros es muy alto. Y la trazabilidad cuesta dinero -etiquetado, chips de lectura...-. Con esos precios, y más aún con la llegada de la monodosis, es complicado cumplir lo que se pide en la Ley de Garantías".

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