La constitución del “Observatorio de la prescripción” sigue avanzando, según se ha anunciado en una jornada organizada por la OMC
Silvia C.Carpallo
En ella, médicos de diversos ámbitos reconocen la existencia de un conflicto de intereses en la prescripción, debido a la presión de la Administración sanitaria y a la influencia de la industria farmacéutica
Madrid (18/20-6-11)-. ¿Existe un conflicto de intereses en la prescripción médica? Esa es la cuestión que se ha abordado y se ha respondido positivamente en la jornada, organizada por la Organización Médica Colegial (OMC) “Médicos y Medicamentos, ¿conflicto de intereses?”. Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, recordaba, a modo de presentación, que el médico tiene dos obligaciones, que son “darle a cada paciente lo que necesite, el tiempo que lo necesite y al mejor precio”, y contribuir al Sistema Nacional de Salud, y por ello matizaba que uno de los problemas que existe actualmente en la Sanidad española es que existe un uso abusivo de los medicamentos, y esto “no sólo tiene gastos, sino que también puede hacer daño, un medicamento mal utilizado es un medicamento peligroso”. En este problema insistía Pedro Conthe, de la Sociedad Española de Medicina Interna, ya que “España va a ser el país más envejecido del mundo”, y por ello el enfermo del s.XXI va a ser crónico, complejo y pluritológico lo que va a acrecentar esta polifarmacia. “Hoy la media de fármacos por paciente crónico es de 8,5, lo que supondría unas 12 tomas diarias”, explicaba Conthe. Esto lleva a la necesidad de racionalizar la prescripción y de una mayor coordinación entre los profesionales, puesto que “algunos fármacos interactúan entre sí y hace falta un director del paciente crónico”.
Para el doctor Rodríguez Sendín, "en ocasiones, nos topamos con contradicciones entre lo que se registra y lo que se financia, los comportamientos de las Administraciones y la falta de coordinación que a veces sufrimos, este tipo de situaciones generan dudas serias relativas a la financiación y a la libertad de prescripción del médico que se coarta en algunas CC.AA., unas veces justificadas y otras no tanto".
Por todo ello, se está avanzando en el proyecto de la creación de un “Observatorio de la prescripción”, cuyas actividades, según presentaba Pedro Hidalgo, presidente el Colegio de Médicos de Badajoz, pasan por recoger datos sobre la prescripción médica, construir un sistema de indicadores de calidad, controlar las partidas presupuestarias, o el seguimiento de la autorización de nuevas moléculas terapéuticas entre otras.
Para avanzar dentro de este debate, diversos expertos, explicaban porque los médicos se encuentran con un conflicto de intereses, sobre todo respecto a la influencia que tiene en ellos la industria farmacéutica, que actualmente es la principal encargada de la formación continuada de los profesionales de la Medicina, es el financiador de gran parte de las sociedades científicas, y quien proporciona una información, en ocasiones sesgada, sobre las nuevas moléculas. Además, el papel de los visitadores médicos, y la influencia de estos en las decisiones a la hora de recetar juega un papel bastante determinante en nuestra sociedad.
Para el representante de la Administración sanitaria, en este caso, el doctor Alfonso Jiménez Palacios, director general de Farmacia, la única manera de abordar este tipo de conflictos es que apunten en la misma dirección los principales agentes implicados que son fundamentalmente: los médicos, la industria y las Administraciones. "Si los diversos agentes somos capaces de alinearnos con los intereses de los pacientes vamos a ser capaces de abordar adecuadamente los conflictos de intereses en el mundo del medicamento".
Se mostraba especialmente crítico José Ramón Laporte, catedrático de Farmacología en la Universidad Autónoma de Barcelona, sobre todo respecto al tema de las visitas médicas, ya que según sus palabras, “los médicos dicen que a ellos no les influyen, pero admiten que sí les influye a sus compañeros”. Otra de las cuestiones que sacaba a relucir era lo referente a la investigación, puesto que “la investigación clínica que se realiza en todo el mundo está sobre todo promovida por la industria farmacéutica, sobre lo que les interesa más ellos y no a la salud”.
Respecto a la participación de la industria en la organización de simposimus, congresos y otras actividades de formación para médicos, Laporte resumía que “influye en la prescripción de los médicos y esta influencia es comercial y no sanitaria”. Se mostraba de acuerdo con esta idea Vicente Baos, de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, que señalaba que “la formación continuada de la industria farmacéutica no cubre necesidades reales”.
La influencia de la Administración Sanitaria
Daba la visión de la otra cara de la moneda, José Ramón Luis-Yagüe, de Farmaindustria, que recordaba que el sector de la industria farmacéutica es un sector hiperregulado, y que la influencia en la prescripción también venía por parte de la propia Administración sanitaria, “a veces con la prohibición de que se receten medicamentos financiados, en ocasiones con una modificación informática masiva, y otras con un incentivo económico, de según lo que prescribas ganas”.
Por último, Jesús Larruga, farmacéutico de Atención Primaria, recordaba la influencia de la industria farmaceútica no sólo en los médicos y farmacéuticos, sino en la propia Administración, “el conflicto de intereses sobrepasa la realidad de los médicos, son las administraciones las que reciben esa financiación”, y eso por tanto también tiene su repercusión.
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viernes, 17 de junio de 2011
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