lunes, 25 de febrero de 2013

La inversión especializada, como aguja en un pajar - DiarioMedico.com

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Eduardo Bravo, consejero delegado de Tigenix

La inversión especializada, como aguja en un pajar

Obtener capital privado no es nada fácil; hay que aceptarlo, pero todo mejora si se intuye cómo, dónde y cuándo buscarlo. España crece desde muy abajo.
José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es   | 25/02/2013 00:00

Eduardo Bravo
Abrir puertas en el mercado biotecnológico no es un acto sencillo. Eduardo Bravo, consejero delegado de Tigenix, en la sede de la compañía. (Mauricio Skrycky)
 
Las perspectivas de inversión en el sector biomédico no son halagüeñas. Es un hecho que confirma Eduardo Bravo, consejero delegado de Tigenix, empresa líder en Europa en terapia celular, que ha participado este mes en la BIO CEO Investor Conference, celebrada en Nueva York, y ha contado a DM sus impresiones.

Los inversores especializados "se han reducido de forma muy significativa. El número de fondos es más pequeño, los existentes tienen cada vez menos capacidad y el único sector con posibilidades ahora es el estadounidense". El dinero falta, los inversores huyen, las empresas estornudan y el sector no sale de un catarro crónico: "No es sólo la crisis, hay muchas razones. Los retornos de los fondos especializados en los últimos diez años han sido cada vez menores".
  • "En el sector biomédico español es casi más acuciante la falta de talento para la gestión que la carencia de dinero"
Se partía de tan abajo...
España se defiende como gato panza arriba y, con los números en la mano, todo consiste en ver el vaso medio lleno o medio vacío. Bravo no reparte optimismo: "España partía de una base tan pequeña que el crecimiento siempre parece espectacular. Pero el sector sigue teniendo un tamaño muy pequeño, le siguen faltando elementos de desarrollo, y se cuentan con los dedos de la mano las compañías exitosas en el sector farma-biotec".

El CEO de Tigenix habla de cifras duras de asumir ("7 de cada 10 nuevas biotecnológicas van a cerrar") y pide centrar el tiro: "Hay que tener rapidez para cerrarlas antes, en el momento oportuno, y concentrar esfuerzos y dinero en las pocas que tienen la capacidad de llegar a ser grandes". Las hay, como el clásico ejemplo de Zeltia, pero Bravo no olvida a otras, como Grifols: "Es un placer ir tras su bandera". La (precaria) situación española se acentúa casi más en Europa, "porque en España casi nunca ha habido muchos fondos y ahora hay alguno, mientras que en Europa sí los ha habido y ahora escasean".

Los capitales especializados en biotecnología formaban antes un gran listado al que ir a visitar en búsqueda de financiación, pero ahora esta lista es cada vez más pequeña. Bravo ve muy llamativo "el deterioro en el mercado inglés y alemán. Hoy la mayoría de las cuentas están en Suiza y en los países nórdicos, aunque también hay dos zonas que han crecido mucho: Francia y Países Bajos". No faltan espejos en los que mirarse.


La hora de las pequeñas
Estados Unidos es el punto de mira de Tigenix. ¿Por qué? Sencillo: "Hay que ir donde está el dinero, y en biotecnología está allí. Más en terapia celular, un subsector de especial riesgo". ¿Se conoce a España por aquellos lares? La respuesta es rotunda: "No. Hay cientos de empresas estadounidenses tratando de captar fondos, y para obtenerlos desde España hace falta ir, contar la historia, repetirla mil veces y demostrar que se puede hacer lo que se cuenta. No sucede mucho".

Pese a un discurso de un realismo difícil de digerir, Bravo observa rendijas de luz: "En 2012 hubo una gran revalorización de empresas biotecnológicas de tamaño grande, y los inversores se han dado cuenta de que muchas no tendrán este año las mismas opciones de lograr buenos resultados. Sin embargo, han visto que hay compañías más pequeñas en las que sí existe esa posibilidad de éxito; y entienden que Europa ofrece estas empresas".


¿Me enseñas gestión?
No queda otra que hacerse visible, pero mostrando otra cara y puliendo defectos: "Es casi más acuciante la falta de talento gestor que la carencia de dinero". Bravo, como otros muchos, aún confía en un viejo dicho: "Las buenas ideas, si tienen detrás un buen equipo, acaban encontrando el dinero". En España, lo de siempre: se enciende la bombilla, pero rara vez se consigue iluminar bien la habitación.

Cada vez es más difícil para una empresa encontrar dinero para crecer

  • Muy poco a poco
    El sector es aún muy joven y las empresas tardan al menos una década en desarrollarse. España ya asoma la cabeza, sale al exterior, pero falta mucho para ganar peso.
  • El equipo, vital
    Hay que entender que nadie invierte en el sector biotecnológico en sí, sino en una compañía concreta con un equipo directivo específico.
  • Éxitos...y fracasos
    Europa no entiende bien el fracaso; Alemania e Inglaterra los han sufrido, y sonoros, por lo que el dinero se ha ido a otros ámbitos alejados de la biotecnología.
  • Nuevos actores
    Los mercados emergentes, como Rusia y Corea, tienen mucho que decir. Empiezan a tener empresas e inversores interesados.
  • De la parte al todo
    La biotecnología es global, igual que el ámbito farmacéutico;
    pero siempre se empieza por un mercado concreto.

En busca de reembolsos difíciles de lograr

Tigenix ve a corto plazo su vaso medio lleno. Una reciente ronda de financiación de 7 millones de euros permitirá alcanzar con comodidad, según Eduardo Bravo, la presentación a finales de abril de los resultados del ensayo en fase II de su molécula para artritis reumatoide. Además, busca licenciatarios en Estados Unidos y en el sureste asiático para su fármaco en fístulas perianales en Crohn (se acerca la fase III), y confía en que su producto estrella, Chondrocelect (para la regeneración del cartílago de la rodilla), siga dando alegrías: "Esperamos anunciar reembolsos en esta primera mitad de año; nos está costando conseguirlos en los grandes países europeos".

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