La AEP reivindica la especialidad de Medicina del Adolescente
Madrid (28/02/13) - Silvia C. Carpallo
Alargar la atención pediátrica hasta los 18 años, para poder hacer una atención mucho más integral del adolescente, es una de las prioridades de la AEP, que propone regularizar una especialidad de Medicina del Adolescente, con un tronco pediátrico de 3 años y otros dos de formación especializada
"El niño no es un adulto pequeño" explicaba Antonio Nieto, vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría (AEP), pero el adolescente tampoco es un niño grande, y por ello, su atención sociosanitaria también tiene sus propias peculiaridades. No es un tema nuevo, la reivindicación de una Medicina del Adolescente ya se recoge en el Libro Blanco de las Especialidades Pediátricas de la AEP, que se publicó en 2011, y es el caballo de batalla de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA). Son nuevos datos, como el hecho de que se calcule que más del 80 por ciento de los adolescentes de entre 14 y 18 años no acude al médico por desconfianza, miedo a la falta de confidencialidad y barreras burocráticas, los que han vuelto a poner sobre la mesa esta necesidad. "La AEP apoya de manera categórica el reconocimiento de la Medicina del Adolescente", declaraba Nieto, entiendo con ello la necesidad de alargar la atención pediátrica hasta por lo menos los 18 años, tal y como se estipula en gran parte de países europeos o en Estados Unidos.
Tal y como explicaba Inés Hidalgo, presidenta de la SEMA, "la privacidad, la confidencialidad, la empatía y ser más consejero que juez, resulta fundamental", a la hora de atender a este grupo de pacientes, que son unos de los grandes olvidados del sistema. La experta aclaraba que si bien "la adolescencia es el periodo más sano de la vida desde un punto de vista orgánico", es también uno de los más problemáticos debido a todas las complicaciones que pueden darse durante el proceso de maduración social y emocional. Entre otras citaba el consumo de tabaco, de alcohol, de drogas, relaciones sexuales de riesgo, problemas mentales, problemas de relación con el entorno, etc., todo lo cual debe afrontarse "desde una atención multidisciplinar coordinada".
Concretaba más esas características especiales del adolescente José Casas, pediatra de la Unidad de Adolescentes del Hospital Universitario La Paz, adelantado que incluso el periodo que abarca la adolescencia ha cambiado. Aparece de forma más temprana, sobre todo en el caso de las chicas, donde la aparición de la menarquía se adelanta un mes por cada década, estando situada actualmente en España en los 12,5 años de media. Sin embargo, el abandono de la adolescencia es más tardío, porque se tarda más en incorporarse socialmente al mundo adulto.
Formación especializada
La propuesta desde la AEP es la misma que se recoge para el resto de especialidades pediátricas en su Libro Blanco. Es decir, que se realicen los tres primeros años troncales para Pediatría, y que los dos siguientes sean para la formación concreta de la especialización pediátrica, en este caso, en Medicina del Adolescente. Dentro de esta especialidad habría que formarse en conocimientos sobre, por ejemplo, trastornos de déficit de atención o hiperactividad, problemas del sueño, trastornos alimentarios, cansancio crónico, y sobre todo en empatizar con las problemáticas psicosociales más comunes a su entorno.
Mientras tanto, para avanzar en la formación de estos temas, desde SEMA se proponen una serie de cursos bianuales, y precisamente los próximos 1 y 2 de marzo tendrá lugar el III Curso de la SEMA sobre la Salud Integral en la Adolescencia.
Tal y como explicaba Inés Hidalgo, presidenta de la SEMA, "la privacidad, la confidencialidad, la empatía y ser más consejero que juez, resulta fundamental", a la hora de atender a este grupo de pacientes, que son unos de los grandes olvidados del sistema. La experta aclaraba que si bien "la adolescencia es el periodo más sano de la vida desde un punto de vista orgánico", es también uno de los más problemáticos debido a todas las complicaciones que pueden darse durante el proceso de maduración social y emocional. Entre otras citaba el consumo de tabaco, de alcohol, de drogas, relaciones sexuales de riesgo, problemas mentales, problemas de relación con el entorno, etc., todo lo cual debe afrontarse "desde una atención multidisciplinar coordinada".
Concretaba más esas características especiales del adolescente José Casas, pediatra de la Unidad de Adolescentes del Hospital Universitario La Paz, adelantado que incluso el periodo que abarca la adolescencia ha cambiado. Aparece de forma más temprana, sobre todo en el caso de las chicas, donde la aparición de la menarquía se adelanta un mes por cada década, estando situada actualmente en España en los 12,5 años de media. Sin embargo, el abandono de la adolescencia es más tardío, porque se tarda más en incorporarse socialmente al mundo adulto.
Formación especializada
La propuesta desde la AEP es la misma que se recoge para el resto de especialidades pediátricas en su Libro Blanco. Es decir, que se realicen los tres primeros años troncales para Pediatría, y que los dos siguientes sean para la formación concreta de la especialización pediátrica, en este caso, en Medicina del Adolescente. Dentro de esta especialidad habría que formarse en conocimientos sobre, por ejemplo, trastornos de déficit de atención o hiperactividad, problemas del sueño, trastornos alimentarios, cansancio crónico, y sobre todo en empatizar con las problemáticas psicosociales más comunes a su entorno.
Mientras tanto, para avanzar en la formación de estos temas, desde SEMA se proponen una serie de cursos bianuales, y precisamente los próximos 1 y 2 de marzo tendrá lugar el III Curso de la SEMA sobre la Salud Integral en la Adolescencia.
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