El 40 por ciento de los pacientes abandona los antidepresivos el primer mes
Madrid (20/11/2015) - Silvia C. Carpallo
Expertos insisten en la necesidad de hacer un abordaje personalizado de la depresión, y elegir "un antidepresivo a medida", que permita evitar los efectos secundarios que puedan repercutir más directamente en el paciente, además de mejorar la información que se ofrece al mismo
Se da el paradigma de que aunque en los últimos años se ha triplicado el uso de los antidepresivos, sobre todo por la medicalización de la vida cotidiana, el 50 por ciento de las personas que sí que tienen un cuadro depresivo nunca llegan a tratarse adecuadamente. Todo ello teniendo en cuenta que se trata de una enfermedad con importantes prevalencias, afectado del 8 al 12 por ciento de las mujeres, y del 4 al 8 por ciento de los hombres.
En opinión de Guillermo Lahera, profesor de Psiquiatría y Psicología médica en la Universidad de Alcalá de Henares, esto ocurre porque la depresión aún se enfrenta a una serie de estigmas. En primer lugar la idea de que la depresión se asocia con debilidad, y que exista cierta resistencia a los tratamientos psicológicos, pero también a los tratamientos farmacológicos sobre los que siguen existiendo mitos, "como que los antidepresivos enganchan cuando en realidad no generan dependencia". La otra gran barrera es la falta de adherencia. En este sentido el experto explicaba que "el 15 por ciento de los pacientes a los que se les receta antidepresivos ni si quiera empieza el tratamiento y no informa a su médico de que no lo ha hecho", punto en el que es fundamental la relación entre el profesional y el paciente, para que exista una buena información, sobre todo, respecto de los efectos secundarios. Y es que, de aquellos que si comienzan la medicación "el 40 por ciento lo abandona en el primer mes, por efectos transitorios que son conocidos pero que a lo mejor no se han explicado, y el 60 por ciento deja el tratamiento antes de los 6 meses, que es el tiempo mínimo recomendado".
A este respecto, Lahera explicaba que "no hay un antidepresivo para todo el mundo, hay que tener versatilidad, y elegir un antidepresivo a medida", contando con que actualmente hay más opciones terapéutica que evitan efectos secundarios como la disfunción sexual, el aumento de peso o el aspecto cognitivo, apostando por tanto por mejorar la relación entre el paciente y el profesional, para que este conozca el contexto del mismo y le recete aquella medicación que se adapte mejor a su estilo de vida.
La depresión tiene cura
Otro de los aspectos en el que incidía Luis Caballero, vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría, era en aclarar que "el tratamiento con antidepresivos consigue una remisión hasta en el 67 por ciento de los casos, sin embargo, la respuesta a la primera línea de tratamiento es del 33 por ciento", es decir que muchas veces se trata de un trabajo de largo recorrido que combina no sólo fármacos, sino sobre todo el tratamiento con psicoterapia. En este sentido también explicaba que hay que diferenciar aquellos trastornos depresivos recurrentes, en los que la enfermedad se convierte en una patología crónica. Poniendo cifras exponía que tras un primer episodio mejoran el 50 por ciento de los pacientes, si se produce un segundo, existe un 70 por ciento de padecer un tercero, y en ese caso, ya es habitual que aparezcan diversos episodios a lo largo de la vida, de forma que el tratamiento pasaría a ser ininterrumpido.
En estos casos más complejos, Caballero volvía a poner de manifiesto los buenos resultados de la Terapia electroconvulsiva (TEC), que pese a su mala prensa, resulta muy efectiva para casos complejos.
Por último, Lahera concluía insistiendo en que la depresión no se trata solo de un problema médico, sino de un problema social, poniendo cifras como que a nivel económico supone un tercio de todos los recursos para las enfermedades del sistema nervioso central.
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