Ayuda humanitaria: ataques a sanitarios y refugiados

Las estructuras sanitarias como objetivo militar y millones de desplazados saldaron el balance de un año negro de la asistencia médica de emergencia.

Isabel Gallardo Ponce | igallardo@diariomedico.com | 19/12/2016 13:33

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Mikele Telaro, coordinador de campo de MSF, explicando el procedimiento de rescate a los pasajeros de una balsa de goma en el Mediterráneo. (DM)

La organización Physicians for Human Rights denunció en junio que sólo en Siria se habían producido 365 ataques a 259 instalaciones sanitarias y 738 sanitarios habían sido asesinados entre abril de 2011 y abril de 2016. La violación de la Convención de Ginebra y el ataque indiscriminado a estructuras sanitarias llevó en mayo al Consejo de Seguridad de la ONU a aprobar por unanimidad una resolución exigiendo a los combatientes que respetaran las normas internacionales que protegen a los servicios sanitarios en las guerras (artículo 14 de la Convención de Ginebra) y recordando a los gobiernos su responsabilidad para hacer cumplir estas normas.

Según Cruz Roja, en Siria se registraron este año 120 ataques, mientras que en Yemen, desde el inicio del conflicto en 2015, se ha informado de más de 160 ataques a hospitales, clínicas y agentes sanitarios. Lo mismo ocurre en Irak, Afganistán, Libia y Sudán del Sur.

Esta falta de espacio humanitario llevó a Médicos Sin Fronteras (MSF) a publicar el informe Cambios en la práctica médica en Siria. Dilemas y adaptaciones en las estructuras médicas continuamente amenazadas por los ataques, para mostrar cómo mejorar la calidad y el acceso asistencial en un momento en el que las estructuras médicas se han convertido en un objetivo militar y en el que los recursos son mínimos y los profesionales escasos. Desde MSF se explicó a DM cómo se valen de la telemedicina para apoyar y valorar casos clínicos complicados. Esa complicacion no atiende sólo a la patología, sino a una priorización de las heridas de guerra, lo que ha olvidado y agravado las patologías crónicas, por no hablar de la falta de fármacos o del miedo atroz de la población a ser ingresada en un hospital. El peligro ha llevado a algunos sanitarios a crear estructuras subterráneas donde se instalan quirófanos, salas de ingreso y se realizan los actos médicos que están a su alcance, que no son muchos.

Refugiados
Igual -o peor- suerte corren aquellos que logran salir de sus países. Según Acnur, más de 65 millones de personas han huido de sus hogares debido a los conflictos, la persecución y la violencia. Un tercio de ellas son refugiadas y solicitantes de asilo, mientras que la mayoría se encuentra desplazada en sus propios países.
Se estima que 352.000 personas llegaron a Europa a través del Mediterráneo, en cuya ruta central, la más mortífera, han fallecido 4.244 personas. Los tres barcos de rescate de MSF recogieron desde abril y hasta el 29 de noviembre a 19.708 personas de embarcaciones hacinadas, cuyos pasajeros cada vez han sufrido más violencia en sus viajes hasta la patera.

Medicos del Mundo presentó en noviembre un informe en el que denunciaba que las personas más vulnerables -refugiados e inmigrantes irregulares- en Europa se encuentran en estado de exclusión en los sistemas públicos de salud.