DATOS EN ESPAÑA
Adicciones: más consumidores de riesgo que tiempo y formación para atenderles
El cannabis y los llamados atracones de alcohol son los únicos consumos de drogas que crecen, pero los médicos reconocen que no hacen todo el cribaje y control que deberían.
Laura G. Ibañes. Madrid / lauragibanes@diariomedico.com | 12/06/2017 00:00
El consumo de alcohol en menores y la baja percepción de riesgo respecto al cannabis son las dos grandes preocupaciones que debe tener España en este momento en materia de drogas, "aunque sin bajar la guardia en el resto de sustancias", en tanto el país tiene todavía cifras muy por encima de otros en consumo, por ejemplo, de hipnosedantes.
Así lo ha explicado a DM Francisco Babín, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, con motivo de la publicación de los datos de la encuesta sobre drogas Edades y del Informe Europeo sobre Drogas hecho público el pasado martes, tal y como adelantó diariomedico.com.
Según Babín, "en España ha caído el consumo de todas las drogas a excepción del cannabis. El descenso es enorme en algunas sustancias como la cocaína respecto a hace diez años. En otras, como el alcohol, hay una estabilización, pero nos preocupa que haya aumentado el consumo intensivo" [los llamados atracones de alcohol]".
Alcohol
Concretamente, el 62,1 por ciento de la población declaró haber bebido alcohol en el último mes en la nueva encuesta publicada (Edades 2015), frente a un 64,4 por ciento que así lo decía en la de 2013 y un 6 4,6 por ciento que declaraba lo mismo diez años antes, en la encuesta de 2005.
También habría bajado la prevalencia de consumidores diarios de alcohol desde el 14,9 por ciento de españoles bebedores diarios en 2005 al 9,8 por ciento en 2013 y al 9,3 en 2015. Por el contrario, el consumo intensivo, el llamado binge dringking, estaría en niveles muy altos, con un 30 por ciento de jóvenes de 15 a 34 años que reconocen haberlo realizado en el último mes.
También habría bajado la prevalencia de consumidores diarios de alcohol desde el 14,9 por ciento de españoles bebedores diarios en 2005 al 9,8 por ciento en 2013 y al 9,3 en 2015. Por el contrario, el consumo intensivo, el llamado binge dringking, estaría en niveles muy altos, con un 30 por ciento de jóvenes de 15 a 34 años que reconocen haberlo realizado en el último mes.
- Crecen el consumo de cannabis y los ‘atracones’ de alcohol; se estabiliza el tabaco cae la cocaína
Tabaco y e-cigarrillo
Destacan también los datos de la estabilización en el consumo de tabaco tras las dos leyes antitabaco de 2005 y 2010. Concretamente, la prevalencia de fumadores diarios se ha situado en la última encuesta en el 30,8 por ciento de la población mayor de 15 años (la misma que en la encuesta anterior), pero dos puntos menos que hace diez años, cuando en 2005 alcanzó al 32,8 por ciento.
Respecto a los cigarrillos electrónicos, que quedan equiparados al resto de productos del tabaco y deberán llevar advertencias sanitarias semejantes según consta en la trasposición de la directiva europea aprobada por el Consejo de Ministros el pasado viernes, son ya productos utilizados por el 6,8 por ciento de la población española y el 81 por ciento de los que los utilizaron lo hicieron con nicotina, según la encuesta que incluye por primera vez estos datos.
Respecto al tabaco, la Sociedad Española de Epidemiología valora en positivo el efecto de las leyes antitabaco porque "aunque la prevalencia del consumo en nuestro país continúa siendo superior a la media europea, donde ocupamos el noveno puesto, han mejorado otros indicadores, como los relacionados con el impacto en salud. Han descendido los ingresos hospitalarios y la mortalidad por infarto de miocardio, las hospitalizaciones por enfermedades respiratorias crónicas y los nacimientos prematuros y las tasas de bajo peso al nacer se han reducido con la nueva legislación hasta un 3,5 por ciento".
Hipnosedantes
Las relativas buenas noticias han llegado también junto a los datos de consumo de hipnosedantes con y sin receta puesto que "por fin, después de una década de crecimiento, se rompe la tendencia y baja, aunque su consumo sigue más alto de lo que debería", explica Babín.
Concretamente, el 8,1 por ciento los tomó en el último mes (8,9 en la encuesta anterior) y el 6 por ciento los toma a diario (6,8 por ciento en la encuesta anterior). Aunque por primera vez bajan, las cifras de hipnosedantes son francamente altas si se tiene en cuenta que en 2007 (primer año que recoge este dato la encuesta) la prevalencia era la mitad, 3,1%.
- El consumo de hipnosedantes con receta se ha duplicado en diez años pero, por primera vez en una década, deja de crecer
Sobre esta cuestión Babín explica que no se puede hablar de causa-efecto, pero sí sugiere que la crisis económica podría haber motivado buena parte de este importante crecimiento que se ha producido en la última década en la prescripción (el consumo sin receta es bajo) y consumo de hipnosedantes y que parece frenarse ahora con los primeros síntomas de recuperación económica, en tanto "cuestiones como el disconfort que genera la crisis y la pérdida de empleo se manifiestan en una sintomatología" que puede llevar a la prescripción de estas sustancias.
España puede presumir, por el contrario, de estar muy por debajo de la UE en consumo de sustancias psicoactivas y de haber disminuido enormemente el consumo de drogas inyectadas.
Cannabis
Sin embargo, en pie quedan dos retos pendientes de abordar: el creciente consumo intensivo de alcohol en menores y el incremento del de cannabis. La cuestión del alcohol, tal y como anunció la ministra, está ya en manos de la Comisión Mixta Congreso-Senado para el problema de las drogas, que elaborará propuestas para la futura ley, pero en materia de cannabis el reto será "concienciar a la población sobre los riesgos que entraña", porque, según detalla Babín, el consumo de cannabis está creciendo a la par que el discurso para legalizar su consumo, que ha generado que baje la percepción del riesgo sobre esta droga.
Concretamente, el 31,5 por ciento de los mayores de 15 años ha probado alguna vez en la vida el cannabis, el 7,3 por ciento declara haberlo hecho en el último mes (frente al 6,6 por ciento en la encuesta anterior) y el 2,1 por ciento lo hace a diario (frente al 1,9 por ciento en la encuesta anterior). La media de consumo son 2,5 porros al día y el consumo problemático llega a afectar al 4 por ciento de jóvenes de 15 a 24 años.
Los problemas añadidos que genera el consumo de cannabis, pese a que se ha reducido la percepción de riesgo, parecen evidentes: los consumidores problemáticos de de esta droga multipican las visitas a urgencias (10 por ciento ha acudido a este servicios frente al 0,7 por ciento en el caso del resto de la población ), los accidentes de tráfico (6,6 por ciento frente a 0,6 por ciento) y los problemas psicológicos (13,5 por ciento frente a 1,2 por ciento), entre otras cuestiones.
Con estas cifras sobre la mesa, las sociedades médicas se preguntan cómo mejorar la detección de consumidores de riesgo de alcohol y cannabis -en tabaco coinciden en que el esfuerzo está bien dirigido- y cómo mejorar su propia prescripción de hipnosedantes.
- Primaria pide más tiempo para preguntar de forma sistemática en las consultas sobre el consumo de drogas y formación para abordarlo
Gerardo Flórez, secretario general de Socidrogalcohol, opina al respecto que en materia de alcohol "se necesitaría la implantación real de leyes que impidan el consumo en menores, que existen, pero que no se cumplen", puesto que "las leyes deben ir dotadas de recursos económicos".
Pero también haría falta "replantearse dónde atender a esos jóvenes una vez detectado su problema con el alcohol o drogas porque probablemente el canal habitual compartido con adultos que hay ahora no es el más adecuado". Florez apoya también la idea de "un cribado sistemático con una simple pregunta sobre los hábitos en alcohol aunque choca, de nuevo, con la falta de recursos, porque AP no siempre tiene tiempo".
Qué hacer desde AP
José Zarco, coordinador del Grupo de Intervención en Drogas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) reconoce que "falta tiempo en las consultas y a veces formación, pero es importante incluir una pregunta de estas características y registrar la historia de consumos de alcohol, porque con una pregunta se hace ya un despistaje, pero también se anima al paciente a la reflexión sobre su propio consumo".
Lorenzo Armenteros, miembro del Grupo de Trabajo de Adicciones, Drogas y Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), reconoce también que "disponemos de herramientas sencillas para el cribado y para la entrevista breve, donde no es necesario dedicar demasiado tiempo y que permiten la detección de adicciones, pero se hace necesario introducir en la entrevista clínica estas herramientas. No tenemos la cultura de la detección de adicciones. Desde AP se podrían detectar el 80% de casos, pero sería necesaria una estrategia común y coordinada entre todos los estamentos implicados y que el médico de Familia pueda gestionar su tiempo".
Mercedes Martínez Abad, de la Sociedad Española de Médicos de atención Primaria (Semergen), coincide en que los instrumentos ya existen y el cuestionario sobre consumo de drogas y alcohol ya está implantado dentro de nuestros programas de prevención del adolescente y del adulto desde hace años, lo que no quiere decir que en todos los casos se implemente adecuadamente". En su opinión, la buena o mala implantación "depende de numerosos factores, aunque destacaría dos: la escasa disponibilidad de tiempo y, sobretodo, el disponer de conocimientos mínimos para el abordaje del problema si la respuesta es positiva en relación al consumo".
Además de ese cribado y consejo sistemático Suárez explica que "falta concienciar sobre el riesgo de uso crónico de los hipnosedantes y formar al médico en alternativas a estos fármacos. No desde una perspectiva inquistorial sobre su prescripción, pero sí concienciando sobre el uso continuado que puede acabar generando esa primera prescripción".
Martínez Abad añade que "el consumo de hipnosedantes, fundamentalmente ansiolíticos e hipnóticos se ha disparado en los últimos años, principalmente entre las mujeres", lo que atribuye en parte "a la sociedad medicalizada que hemos creado que busca soluciones fáciles y rápidas a los problemas de la vida cotidiana (no duelos, no sufrimiento...)" y sobre lo que haría falta reflexionar.
Entre las razones para el crecimiento del uso de hipnosedantes, Armenteros, de SEMG, añade que "en las poblaciones mas jóvenes su consumo puede estar relacionado con la necesidad de reducir la sobreestimulación que produce el abuso de otro tipo de drogas. De una u otra forma es un problema muy importante".
No hay comentarios:
Publicar un comentario