El objetivo de concretar cómo la crisis daña la salud, más cerca

El Ciberesp, que prepara un atlas regional, ha actualizado los determinantes sociales de la salud y concretará qué factores afectan más.

José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es | 12/06/2017 00:00

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Antonio Daponte (Ciberesp) (DM)

El Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) acaba de dar el primer paso de un proyecto que pretende dar respuesta a una de las preguntas más repetidas y esquivas de los últimos años: ¿cómo, cuánto y dónde influyeron los peores años de la crisis económica en la salud de los españoles?

Lo primero es el análisis. Un equipo multicéntrico de 28 investigadores, todos ellos pertenecientes al Ciberesp, publican una investigación sobre indicadores contextuales y evaluación de determinantes sociales de la salud. El trabajo, que aparece en el último número de Gaceta Sanitaria (órgano de expresión de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria -Sespas-), deja entrever la punta del iceberg que los investigadores pretender sacar a la luz, según explica a DM Antonio Daponte Codina, uno de los firmantes principales, que además de en el Ciberesp desarrolla su trabajo en la Escuela Andaluza de Salud Pública.

Indicadores por autonomías

El estudio es la primera piedra de un proyecto del Programa de Determinantes Sociales en Salud del Ciberesp, que tiene entre sus líneas de trabajo investigar la crisis y sus efectos en la salud poblacional. Daponte explica que, tras esta publicación, en las próximas semanas esperan publicar un atlas con resultados por autonomías, para posteriormente realizar modelos entre los diferentes indicadores y poner sobre la mesa, de la manera más fiable posible cómo ha afectado la crisis a la salud de los españoles.

Por el momento, el estudio ya publicado ha permitido poner sobre la mesa un amplio directorio de indicadores que, tras un proceso de selección partiendo de más de 200, se ha quedado en algo más de un centenar. El resultado, "una base de datos que facilitará la evaluación del impacto de la crisis económica sobre la salud y las desigualdades en salud".

"La realidad es que hay desigualdad entre autonomías; trabajamos para tener una base de datos objetiva"

Variabilidad

Andrés Cabrera León, también firmante y de la Escuela Andaluza de la Salud Pública, coincide con Daponte al confirmar con los primeros datos lo que ya se sospechaba: "Hay divergencias y mucha variabilidad entre comunidades autónomas, tanto en los propios indicadores como en el análisis de factores determinantes". El objetivo es responder cómo y por qué han respondido de forma dispar las autonomías a la crisis.

Uno de los retos es superar una cierta subjetividad inherente a estos análisis previos: "Entre nosotros mismos observamos diferentes lecturas. El objetivo es reducir la lectura subjetiva de datos y objetivarla, estableciendo un mapa abierto para que la comunidad investigadora lo tenga a su disposición.

A juicio de Daponte, hay indicadores que, hasta el momento, se han estudiado más y mejor que otros. Algunos, como las tasas de paro o las políticas de apoyo a la dependencia, son más comunes y arrojan diferencias entre autonomías que ya han podido comprobarse. Otros indicadores, como el gasto sanitario per cápita y las variaciones anuales en personal, se han analizado, pero aún no hay un cuadro claro que muestre hasta qué punto han influido.

Difícil encontrar datos

Los autores del trabajo publicado en Gaceta Sanitaria citan "grandes dificultades en cuanto a la accesibilidad de la información" sobre indicadores de determinantes sociales de la salud, una de las razones que podría explicar por qué este campo de estudio es aún bastante mejorable.

¿Cómo mejorar?

Además, el trabajo cita diversas recomendaciones para mejorar el uso y evaluación de indicadores sobre determinantes sociales de la salud, la mayoría utilizados por los investigadores en este estudio. Entre ellos, "ampliar para entorno residencial y factores psicosociales; incluir población infantil y mayor de 65 años; crear ámbitos de estudio para minorías étnicas, especialmente para la población gitana; analizar políticas macroeconómicas; incorporar desagregaciones según sexo y, especialmente, según grupos de edad; ampliar los tamaños de muestra; concretar según servicios de salud, y trabajar específicamente referencias de poblaciones migrantes".

¿Hay o no hay deterioro de la sanidad?

La publicación del estudio sobre determinantes sociales de la salud en la revista de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) llega sólo unos meses después de que la entidad presentara su informe de 2016.

Entonces, su presidenta, Beatriz González López-Valcarcel, dejó una reflexión moderadamente optimista sobre la influencia de la crisis en la salud y en el sistema sanitario. A su juicio, y según el informe, el SNS habría resistido un serio envite y, por el momento, no se observa apenas deterioro en la salud poblacional.

El proyecto en el que está embarcado el Ciberesp busca poner datos encima de la mesa que afiancen esta opinión (o que la pongan en duda). En todo caso, tanto el informe Sespas 2016 como el trabajo ahora publicado por el Ciberesp coinciden en que los abordajes en salud pública necesitan homogeneidad, y en que el sistema asistencial ha sufrido por la restricción del gasto en los últimos años, dejando al profesional en situación comprometida.

Entre otras cosas, el informe Sespas 2016 pedía redefinir la cobertura sanitaria con criterios de residencia; sustituir en lo posible copagos obligatorios por copagos evitables; difundir información objetiva a los profesionales para orientar su práctica; transparencia en la toma de decisiones; articular la cooperación en red en la evaluación en salud; más equidad en el acceso a las prestaciones sanitarias; informes periódicos de salud; monitorizar desigualdades, y orientar la primaria a la promoción de la salud.