Mujeres en ciencia: "Con poco dinero y plazas, sufre más el eslabón débil"

Ana Puy, directora de la Unidad de Mujer y Ciencia en la Secretaría de Estado de I+D+i, y Pilar Sancho, presidenta de la Comisión de Mujeres y Ciencia del CSIC, han valorado este jueves la brecha de género y el techo de cristal aún existente en la I+D+i española.

José A. Plaza | 15/06/2017 18:10

Ana Puy, directora de la Unidad de Mujer y Ciencia en la Secretaría de Estado de I+D+i, con Pilar Sancho, presidenta de la Comisión de Mujeres y Ciencia del CSIC, este jueves en la Biblioteca Histórica UCM, en Madrid, en la jornada anual de sociedades de la Cosce. (DM)

La Confederación Española de Sociedaes Científicas (Cosce) ha celebrado este jueves su Jornada de Sociedades, que como informó diariomedico.com este año dedica a la situación de las mujeres en la ciencia española. DM ha hablado con Ana Puy, directora de la Unidad de Mujer y Ciencia en la Secretaría de Estado de I+D+i, y con Pilar Sancho, presidenta de la Comisión de Mujeres y Ciencia del CSIC, que coinciden en que la brecha de género y el techo de cristal que complican el acceso de la mujer a cargos directivos apenas se han reducido en los últimos año.

"Las cuotas pueden servir, pero ojo con posibles efectos colaterales"

Puy ha dicho que cada año hay más mujeres científicas (más en unas áreas que en otras), y que España está por encima de la media de la UE, pero que "en los puestos de toma de decisiones hay un importante techo de cristal, bastante más grueso que en Europa".

En porcentaje de catedráticas en las universidades públicas, España "está en la media europea, incluso por encima, pero donde debemos avanzar bastante es en el acceso de la mujer a cargos en rectorados, centros de investigación, organismos públicos de investigación…" A su juicio, no se trata sólo de mejorar el equilibrio de género en personal, sino de gestionar "cómo la perspectiva de género se introduce en la forma de hacer ciencia, sesgando con estereotipos e interpretando datos con prejuicios".

La Secretaría de Estado de I+D+i tiene una hoja de ruta para desarrollar en España el espacio europeo de investigación, y una prioridad compartida es la igualdad y la transversalidad de género: "Podemos mejorar la convocatorias de ayudas a la investigación, con incentivos materiales", añade Puy, para quien "hay que mejorar la presencia de mujeres en las comisiones técnicas de investigación, y estudiar qué sucede en las áreas en las que las mujeres representan menos del 25 por ciento. Quizá haya que compensar; las cuotas pueden servir, pero ojo con posibles efectos colaterales".

"La brecha de género está como una foto fija desde hace cuatro o cinco años", resume Sancho, que echa la vista atrás a los años anteriores a la crisis: "Hubo una mejora en la proporción de mujeres que promocionaban a categorías superiores y que optaban a contratos Ramón y Cajal, con una tasa de éxito que casi se equiparó a la de los hombres". Pero las mejoras se han frenado.

En todo caso, el índice europeo de techo de cristal (que mide las dificultades que encuentran las mujeres respecto a los hombres para promocionar a altas categorías) en el CSIC "se cifra en 1,4, más bajo que las medias española y europea, que es de 1,8", explica: "Se ha mejorado, pero la tijera sigue abierta", concluye.

Los datos hablan por sí solos: "En el equivalente en el CSIC a catedrático, el profesor de investigación, la tasa de mujeres no llega al 25 por ciento, mientras que en formación representan un 55 por ciento del total del personal. A partir del doctorado empieza a caer la presencia de la mujer en la carrera científica".

Su conclusión, aunando los problemas derivados de la crisis y la brecha de género, es clara: "Hay dificultades para hombres y mujeres, pero cuando hay pocas plazas y baja el dinero para investigación, el eslabón más débil es el que más sufre".