martes, 7 de noviembre de 2017

El Supremo confirma la primera condena por intento de tráfico ilegal de órganos - DiarioMedico.com

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El Supremo confirma la primera condena por intento de tráfico ilegal de órganos

Una sentencia firme del Tribunal Supremo confirma la primera condena dictada por intento de tráfico ilegal de órganos. El Supremo recuerda que el propio sistema nacional de trasplantes "establece un sistema nacional altruista y solidario".
Redacción   |  06/11/2017 16:37
 
 

Trasplante de riñón
El trasplante de riñón ha aumentado considerablemente en los últimos años. (DM)
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado las penas de hasta seis años de prisión por un delito de tráfico ilegal de órganos principales humanos impuestas por la Audiencia Provincial de Barcelona a los tres miembros de una familia y a un amigo que ofrecieron 6.000 euros a un ciudadano marroquí en situación irregular en España, que vivía de la mendicidad, por el trasplante de uno de sus riñones a uno de los condenados, que estaba enfermo.
El Supremo no ve admisible una actuación por vía de hecho "dirigida a procurarse un órgano a espaldas del ordenamiento y de los principios que lo informan y que dan razón de ser al sistema público de trasplantes diseñado según los principios básicos de actuación de altruismo, gratuidad, solidaridad y objetividad en la asignación de los órganos para el trasplante".
  • El sistema nacional de trasplantes establece un sistema nacional altruista y solidario para la obtención y distribución de órganos
La Sala destaca que el delito de tráfico de órganos, que fue introducido en el año 2010, "no trata solo de proteger la salud o la integridad física de las personas, sino que el objeto de protección va más allá; destinado a proteger la integridad física, desde luego, pero también las condiciones de dignidad de las personas, evitando que las mismas por sus condicionamientos económicos puedan ser cosificadas, tratadas como un objeto detentador de órganos que, por su bilateralidad o por su no principalidad, pueden ser objeto de tráfico".
Añade que el propio sistema nacional de trasplantes establece un sistema nacional altruista y solidariopara la obtención y distribución de órganos para su trasplante a enfermos que lo necesiten.
Los hechos recogidos en la sentencia recurrida relatan que uno de los condenados padecía una enfermedad renal y que, después de someterse a sesiones de diálisis, se le preparó para un trasplante de riñón. Se le informó de la regulación existente y su expediente fue remitido al hospital de Bellvitge.

Usurpación de identidad

Al no disponer de tarjeta sanitaria, se hacía pasar por su hermano, también condenado, en cada visita al médico. Los condenados planearon aligerar el tiempo para el trasplante renal buscando a un donante compatible con el enfermo para que a cambio de una cantidad de dinero se presentara ante los médicos como un amigo de la familia y someterse al trasplante de riñón, contraviniendo los requisitos legales que exigen que el donante preste su consentimiento de forma expresa, libre, consciente y desinteresada.
El donante era un ciudadano marroquí, en situación irregular en España, con problemas para expresarse en español, que pedía limosna y vivía en una casa ocupada por personas sin techo en una localidad Tarragona. Aceptó someterse al trasplante de uno de sus riñones a cambio de 6.000 euros y acudió al hospital donde se comprobó que era compatible con el enfermo.
  • El donante se arrepintió y se negó a firmar en la notaría, razón por la que los condenados le agredieron, causándole lesiones
Los condenados lo acompañaron a la notaría para firmar una escritura pública en la que manifestaba que era amigo de uno delos implicados, y la autorización para el trasplante, que iba a realizar de forma gratuita y por amistad. Sin embargo, el donante se arrepintió y se negó a firmar en la notaría, razón por la que los condenados le agredieron, causándole lesiones.
El padre y jefe del clan familiar fue condenado por un delito de tráfico de órganos, pero también por coacciones, por lo que en su caso la pena es de seis años y seis meses de prisión. Su hijo recibe una condena a seis años de prisión por un delito de tráfico de órganos y otro delito de usurpación de estado civil.
El otro hijo, que necesitaba el trasplante, recibe una pena inferior por estos mismos delitos (cuatro años y medio de prisión) al aplicarse un subtipo atenuado del delito de tráfico de órganos por ser el receptor. Por último, el amigo que buscó el donante fue condenado a seis años de prisión por un delito de tráfico de órganos.
La Sala Penal rechaza la situación de necesidad alegada por el condenado enfermo en uno de los motivos de su recurso. Sobre este particular, afirma que fue el sistema de salud pública el que planteó el "remedio" a su enfermedad con el trasplante.
La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Andrés Martínez Arrieta, señala que aunque el condenado había sido informado de la existencia del sistema público de trasplante, decidió no seguirlo y buscó un órgano de una persona que por su necesidad económica accedía a la intervención a cambio de dinero.

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