Sanidad considera que la estrategia de coordinación sociosanitaria es el reto más importante para la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud
Madrid (14/10/2011) - Ana Montero
Así lo ha manifestado Leire Pajín, ministra de Sanidad Política Social e Igualdad, en la I Conferencia de Atención Primaria, en la que además se ha anunciado que están trabajando en un modelo de mejora de la gestión de la incapacidad temporal en el que se prevé simplificar la gestión de bajas médicas para 65 procesos clínicos
El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad ha celebrado, "según el compromiso adquirido hace meses con el Foro de Médicos de Atención Primaria", tal y como ha manifestado Pajín, la I Conferencia de Atención Primaria que ha sido calificada por la ministra como un "hito" en el proceso de mejora de Atención Primaria que a su vez ha definido como la "primera línea" del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Una conferencia, en la que han estado presentes cinco comunidades autónomas: Castilla y León, Andalucía, País Vasco, Canarias y Murcia, que nace con carácter anual, tal y como han apuntado todos los expertos, y "para servir de cauce y reflexión conjunta y compartida para evaluar posibilidades de mejora y poner en valor el papel de la AP", tal y como ha señalado la ministra.
Asimismo, Pajín ha calificado de "capital importancia" el papel que la AP desempeña en la promoción y prevención de la salud y en la lucha de la violencia de género, "puesto que la AP es la puerta a la que llaman las mujeres más vulnerables", apunta la ministra, del mismo modo que ha señalado que la función de los médicos y enfermeras de este nivel asistencial es "indispensable y fundamental" para asentar los niveles de calidad.
En este sentido, la ministra de Sanidad ha asegurado que la estrategia de coordinación sociosanitaria es uno de los retos más importantes para garantizar el futuro y la sostenibilidad del SNS, para lo que hay que tener en cuenta las experiencias realizadas en otras comunidades autónomas, y ha considerado "legítimo" el incremento de liderazgo en la toma de decisiones por parte de los médicos de AP puesto que, como ha señalado Pajín, son ellos los que lideran los procesos, asegurando que hay que incrementar su capacidad de dar respuesta, garantizando su acceso a las pruebas complementarias, y con una mayor coordinación entre niveles.
Además, ha considerado necesario una redistribución del gasto, estimando que en el medio plazo y de forma progresiva, "en torno a cuatro o seis años", como matiza, se alcanzará el 25 por ciento del presupuesto para la AP, "un objetivo acorde al peso específico de la AP", como apostilla Pajín; y también ha señalado que dentro de esa potenciación de la AP es necesaria una redefinición de las funciones para agilizar la carga burocrática de los médicos de familia.
En otro orden de cosas, Pajín también se ha referido a la necesidad de avanzar en nuevas líneas que orienten a la estrategia AP21 y ha afirmado que "la Atención Primaria es la columna vertebral del SNS y cualquier lesión sobre la misma condiciona, sin lugar a dudas, al resto", añadiendo que "cuidar la AP es invertir en el futuro".
Gestión de la incapacidad temporal
En este sentido, el Ministerio de Sanidad ha identificado un total de 65 procesos clínicos que podrían acogerse al nuevo modelo de gestión de la incapacidad temporal, que se está ultimando junto con el Ministerio de Trabajo, a fin de simplificar los trámites burocráticos que deben desempeñar los médicos de familia, recordando que cada día los centros de salud atienden a un millón de pacientes.
Además, según añade el presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), Josep Basora, se estima que "entre un 30 y 40 por ciento de estas consultas están dedicadas a trámites burocráticos".
Por ello, y atendiendo a una "reivindicación histórica" de la profesión médica, los ministerios de Sanidad y Trabajo iniciaron un proyecto para identificar qué procesos de corta y larga duración pueden abordarse "de manera singular".
Así pues, según ha explicado director general de Ordenación Profesional, Cohesión del Sistema Nacional de Salud, Francisco Valero, la normativa actual establece que cada siete días se debe renovar el parte de confirmación de la baja y, "aunque no es un trámite que lleve mucho tiempo, si se acumulan en las consultas perjudica al ciudadano y resta tiempo al profesional para que pueda dedicarse a patologías más agudas".
"El objetivo es que ni el médico tenga que soportar la presión asistencial que conlleva firmar partes de baja cada siete días, ni el paciente tenga que ir a pedirlos de manera innecesaria", concluye Valero.
Por el momento, Sanidad ya ha identificado 30 patologías de muy corta duración y 35 de duración más larga en los que se puede modificar el actual ordenamiento que regula los partes de baja.
"En algunas patologías, como un resfriado o una gripe, cuya recuperación suele durar una semana, se pretende que se pueda dar la baja y el alta de manera simultánea", explica Valero, mientras que en otros procesos traumatológicos u oncológicos, "cuya recuperación se sabe que va a ser de varias semanas o meses" se pretende "demorar los partes de baja a la duración lógica del proceso".
Como reconoce este representante del Ministerio de Sanidad, "no parece lógico que un paciente con una pierna rota, que tiene 40 días de escayola, tenga que estar cada siete días yendo a la consulta",
Así pues, una vez identificados, el siguiente paso es trabajar con el Instituto de la Seguridad Social y las comunidades autónomas para modificar las aplicaciones informáticas y posibilitar esta simplificación "en el plazo más breve posible", apuntando a 2012 para su posible puesta en marcha.
Urgente reorientación hacia la AP
Por otra parte, tal y como ha manifestado Josep Basora, presidente de semFYC, "es urgente reorientar el SNS hacia la AP como soporte y eje fundamental del sistema", a lo que ha añadido que la sostenibilidad del mismo requiere del "compromiso" de profesionales, gestores y ciudadanos para hacer un uso racional de los recursos que son limitados.
Recordando la declaración de 2008 de la OMS, "La AP es más necesaria que nunca", Basora ha asegurado que los sistemas nacionales de salud tienden a la fragmentación, el hospitalocentrismo y la mercantilicación, siendo necesario que la AP sea la unidad y proporcione referencia basándose en la continuidad, la accesibilidad y la integridad.
Por lo que se refiere al marco estratégico para la mejora de la AP (2007-2012): proyecto AP 21, el presidente de semFYC ha asegurado que se ha avanzado "de manera incipiente" en la accesibilidad a las pruebas diagnósticas y en la desburocratización, manifestando que "no estamos en la meta de lo que se puede conseguir".
Así pues, mostrándose "abiertos a ser interlocutores", Basora ha manifestado que en este proceso algunas comunidades autónomas se han desmarcado.
Además, Basora, como representante del Foro de Médicos de AP en la Conferencia, ha señalado que si la AP ha de ser el conductor del sistema de salud "hay que priorizar presupuestando en este sentido", a lo que ha añadido que hay mucha voluntad pero pocos hechos, ya que con el 14,3 por ciento dedicado en AP, entre 2005 y 2008, estamos lejos de lo que se hace en Europa, donde el gasto sanitario ambulatorio ronda el 37 por ciento. "Creemos que, aunque no de la noche a la mañana, el camino pasa por llegar al 25 por ciento", concluye el experto.
Por último, el presidente de semFYC ha aludido a la necesidad de ir a un sistema más integral y se ha referido a la falta de estratificación y eficiencia en la atención a crónicos, asegurando que es urgente inducir un cambio en el que es necesario confiar en el liderazgo de la AP.
Liderazgo del Consejo Interterritorial
En otro orden de cosas, Benjamín Abarca, presidente de SEMG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia), se ha referido a la necesidad de soluciones económicas, pero también medidas estructurales para garantizar la sostenibilidad del SNS en torno a tres ejes: ciudadanos, profesionales y administraciones, a los que se les exige "compromiso" y "corresponsabilidad" para alcanzar la eficiencia.
En este sentido, por lo que se refiere a gestores y profesionales, Abarca ha señalado una serie de medidas que pasan por reorientar el modelo de AP, redistribuyendo el presupuesto, otorgando más autonomía y capacidad resolutiva a los médicos de familia, distribuyendo funciones y carga de trabajo, "no siendo un fondo de saco", como apunta, disminuyendo la carga burocrática y promoviendo la investigación y la formación continua; diseñar un modelo de atención al paciente crónico basado en AP; prevención y promoción de la salud –alianza salud pública y AP-; evaluar las tecnologías sanitarias y el uso eficiente de recursos; cambiar el modelo de la gestión de la incapacidad temporal; desarrollar las TICs en salud; desmedicalizar la problemática social, integrando un espacio sociosanitario; renovar formas de organización y gestión, "dejar de hacer para poder hacer", apostilla Abarca; buscar transparencia y homogeneización en los sistemas de gestión; apostar por una política farmacéutica donde se garantice la libertad de prescripción y avanzar por el liderazgo "real" del Consejo Interterritorial, que coordine, cohesione y sea transparente, con el objetivo y petición de que sea ejecutivo.
Experiencia en Andalucía y Castilla y León
Asimismo, Áurea Bordons Ruiz, directora general de Calidad, Investigación y Gestión del Conocimiento de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, ha insistido en que estamos obligados a deshacer el paradigma de que la AP es la puerta de entrada al SNS, puesto que lo que ocurre es que es el pilar del sistema, y de que la AP es barata, ya que, como ha apuntado la experta, tiene coste pero se recupera porque es eficiente.
Tal y como ha explicado Bordons en Andalucía apuestan por una AP de calidad, cercana y accesible, orientada al ciudadano y con los profesionales motivados, donde se generan 85 millones de actos asistenciales (en 2010), incluidos los domiciliarios, siendo éste un espacio que hay que potenciar.
Además, ha manifestado que en Andalucía la AP es el único sector que aumenta su participación en el gasto sanitario público andaluz y ha aludido a la gestión clínica como modelo organizativo que pretende la capacidad autoorganizativa de los profesionales; la autogestión de sus actividades clínicas y de salud pública y los acuerdos de gestión para proporcionar calidad, seguridad y formación continuada.
También ha hecho hincapié en otras estrategias de la AP en Andalucía como el uso racional del medicamento, con la prescripción por principio activo y la prescripción electrónica; las referentes a docencia, formación e investigación, con el objetivo de que todas las unidades de gestión clínica tengan al menos una línea de investigación; estrategias en salud digital, como la cita web, la receta electrónica o los módulos de pruebas analíticas y diagnósticas por imagen.
Por último, Siro Lleras, de la consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, ha destacado que "la AP no está en crisis especialmente, lo está el sistema en su totalidad", y ha explicado algunos proyectos de integración asistencial llevados a cabo en su comunidad, pivotados en la historia clínica digital "inteligente", como apunta, en la que se implantan guías clínicas.
Como propuestas, Lleras ha señalado la necesidad de avanzar en la estratificación de la atención a pacientes crónicos y pluripatológicos y la posibilidad de que existan varios modelos de cambio. "La AP debe liderar el cambio, trabajando en equipo, sin olvidarse del resto del sistema", concluye el experto castellanoleonés, y manifiesta que la AP debe tener acceso a las pruebas diagnósticas en las mismas condiciones que lo hacen desde los hospitales.
Una conferencia, en la que han estado presentes cinco comunidades autónomas: Castilla y León, Andalucía, País Vasco, Canarias y Murcia, que nace con carácter anual, tal y como han apuntado todos los expertos, y "para servir de cauce y reflexión conjunta y compartida para evaluar posibilidades de mejora y poner en valor el papel de la AP", tal y como ha señalado la ministra.
Asimismo, Pajín ha calificado de "capital importancia" el papel que la AP desempeña en la promoción y prevención de la salud y en la lucha de la violencia de género, "puesto que la AP es la puerta a la que llaman las mujeres más vulnerables", apunta la ministra, del mismo modo que ha señalado que la función de los médicos y enfermeras de este nivel asistencial es "indispensable y fundamental" para asentar los niveles de calidad.
En este sentido, la ministra de Sanidad ha asegurado que la estrategia de coordinación sociosanitaria es uno de los retos más importantes para garantizar el futuro y la sostenibilidad del SNS, para lo que hay que tener en cuenta las experiencias realizadas en otras comunidades autónomas, y ha considerado "legítimo" el incremento de liderazgo en la toma de decisiones por parte de los médicos de AP puesto que, como ha señalado Pajín, son ellos los que lideran los procesos, asegurando que hay que incrementar su capacidad de dar respuesta, garantizando su acceso a las pruebas complementarias, y con una mayor coordinación entre niveles.
Además, ha considerado necesario una redistribución del gasto, estimando que en el medio plazo y de forma progresiva, "en torno a cuatro o seis años", como matiza, se alcanzará el 25 por ciento del presupuesto para la AP, "un objetivo acorde al peso específico de la AP", como apostilla Pajín; y también ha señalado que dentro de esa potenciación de la AP es necesaria una redefinición de las funciones para agilizar la carga burocrática de los médicos de familia.
En otro orden de cosas, Pajín también se ha referido a la necesidad de avanzar en nuevas líneas que orienten a la estrategia AP21 y ha afirmado que "la Atención Primaria es la columna vertebral del SNS y cualquier lesión sobre la misma condiciona, sin lugar a dudas, al resto", añadiendo que "cuidar la AP es invertir en el futuro".
Gestión de la incapacidad temporal
En este sentido, el Ministerio de Sanidad ha identificado un total de 65 procesos clínicos que podrían acogerse al nuevo modelo de gestión de la incapacidad temporal, que se está ultimando junto con el Ministerio de Trabajo, a fin de simplificar los trámites burocráticos que deben desempeñar los médicos de familia, recordando que cada día los centros de salud atienden a un millón de pacientes.
Además, según añade el presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), Josep Basora, se estima que "entre un 30 y 40 por ciento de estas consultas están dedicadas a trámites burocráticos".
Por ello, y atendiendo a una "reivindicación histórica" de la profesión médica, los ministerios de Sanidad y Trabajo iniciaron un proyecto para identificar qué procesos de corta y larga duración pueden abordarse "de manera singular".
Así pues, según ha explicado director general de Ordenación Profesional, Cohesión del Sistema Nacional de Salud, Francisco Valero, la normativa actual establece que cada siete días se debe renovar el parte de confirmación de la baja y, "aunque no es un trámite que lleve mucho tiempo, si se acumulan en las consultas perjudica al ciudadano y resta tiempo al profesional para que pueda dedicarse a patologías más agudas".
"El objetivo es que ni el médico tenga que soportar la presión asistencial que conlleva firmar partes de baja cada siete días, ni el paciente tenga que ir a pedirlos de manera innecesaria", concluye Valero.
Por el momento, Sanidad ya ha identificado 30 patologías de muy corta duración y 35 de duración más larga en los que se puede modificar el actual ordenamiento que regula los partes de baja.
"En algunas patologías, como un resfriado o una gripe, cuya recuperación suele durar una semana, se pretende que se pueda dar la baja y el alta de manera simultánea", explica Valero, mientras que en otros procesos traumatológicos u oncológicos, "cuya recuperación se sabe que va a ser de varias semanas o meses" se pretende "demorar los partes de baja a la duración lógica del proceso".
Como reconoce este representante del Ministerio de Sanidad, "no parece lógico que un paciente con una pierna rota, que tiene 40 días de escayola, tenga que estar cada siete días yendo a la consulta",
Así pues, una vez identificados, el siguiente paso es trabajar con el Instituto de la Seguridad Social y las comunidades autónomas para modificar las aplicaciones informáticas y posibilitar esta simplificación "en el plazo más breve posible", apuntando a 2012 para su posible puesta en marcha.
Urgente reorientación hacia la AP
Por otra parte, tal y como ha manifestado Josep Basora, presidente de semFYC, "es urgente reorientar el SNS hacia la AP como soporte y eje fundamental del sistema", a lo que ha añadido que la sostenibilidad del mismo requiere del "compromiso" de profesionales, gestores y ciudadanos para hacer un uso racional de los recursos que son limitados.
Recordando la declaración de 2008 de la OMS, "La AP es más necesaria que nunca", Basora ha asegurado que los sistemas nacionales de salud tienden a la fragmentación, el hospitalocentrismo y la mercantilicación, siendo necesario que la AP sea la unidad y proporcione referencia basándose en la continuidad, la accesibilidad y la integridad.
Por lo que se refiere al marco estratégico para la mejora de la AP (2007-2012): proyecto AP 21, el presidente de semFYC ha asegurado que se ha avanzado "de manera incipiente" en la accesibilidad a las pruebas diagnósticas y en la desburocratización, manifestando que "no estamos en la meta de lo que se puede conseguir".
Así pues, mostrándose "abiertos a ser interlocutores", Basora ha manifestado que en este proceso algunas comunidades autónomas se han desmarcado.
Además, Basora, como representante del Foro de Médicos de AP en la Conferencia, ha señalado que si la AP ha de ser el conductor del sistema de salud "hay que priorizar presupuestando en este sentido", a lo que ha añadido que hay mucha voluntad pero pocos hechos, ya que con el 14,3 por ciento dedicado en AP, entre 2005 y 2008, estamos lejos de lo que se hace en Europa, donde el gasto sanitario ambulatorio ronda el 37 por ciento. "Creemos que, aunque no de la noche a la mañana, el camino pasa por llegar al 25 por ciento", concluye el experto.
Por último, el presidente de semFYC ha aludido a la necesidad de ir a un sistema más integral y se ha referido a la falta de estratificación y eficiencia en la atención a crónicos, asegurando que es urgente inducir un cambio en el que es necesario confiar en el liderazgo de la AP.
Liderazgo del Consejo Interterritorial
En otro orden de cosas, Benjamín Abarca, presidente de SEMG (Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia), se ha referido a la necesidad de soluciones económicas, pero también medidas estructurales para garantizar la sostenibilidad del SNS en torno a tres ejes: ciudadanos, profesionales y administraciones, a los que se les exige "compromiso" y "corresponsabilidad" para alcanzar la eficiencia.
En este sentido, por lo que se refiere a gestores y profesionales, Abarca ha señalado una serie de medidas que pasan por reorientar el modelo de AP, redistribuyendo el presupuesto, otorgando más autonomía y capacidad resolutiva a los médicos de familia, distribuyendo funciones y carga de trabajo, "no siendo un fondo de saco", como apunta, disminuyendo la carga burocrática y promoviendo la investigación y la formación continua; diseñar un modelo de atención al paciente crónico basado en AP; prevención y promoción de la salud –alianza salud pública y AP-; evaluar las tecnologías sanitarias y el uso eficiente de recursos; cambiar el modelo de la gestión de la incapacidad temporal; desarrollar las TICs en salud; desmedicalizar la problemática social, integrando un espacio sociosanitario; renovar formas de organización y gestión, "dejar de hacer para poder hacer", apostilla Abarca; buscar transparencia y homogeneización en los sistemas de gestión; apostar por una política farmacéutica donde se garantice la libertad de prescripción y avanzar por el liderazgo "real" del Consejo Interterritorial, que coordine, cohesione y sea transparente, con el objetivo y petición de que sea ejecutivo.
Experiencia en Andalucía y Castilla y León
Asimismo, Áurea Bordons Ruiz, directora general de Calidad, Investigación y Gestión del Conocimiento de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, ha insistido en que estamos obligados a deshacer el paradigma de que la AP es la puerta de entrada al SNS, puesto que lo que ocurre es que es el pilar del sistema, y de que la AP es barata, ya que, como ha apuntado la experta, tiene coste pero se recupera porque es eficiente.
Tal y como ha explicado Bordons en Andalucía apuestan por una AP de calidad, cercana y accesible, orientada al ciudadano y con los profesionales motivados, donde se generan 85 millones de actos asistenciales (en 2010), incluidos los domiciliarios, siendo éste un espacio que hay que potenciar.
Además, ha manifestado que en Andalucía la AP es el único sector que aumenta su participación en el gasto sanitario público andaluz y ha aludido a la gestión clínica como modelo organizativo que pretende la capacidad autoorganizativa de los profesionales; la autogestión de sus actividades clínicas y de salud pública y los acuerdos de gestión para proporcionar calidad, seguridad y formación continuada.
También ha hecho hincapié en otras estrategias de la AP en Andalucía como el uso racional del medicamento, con la prescripción por principio activo y la prescripción electrónica; las referentes a docencia, formación e investigación, con el objetivo de que todas las unidades de gestión clínica tengan al menos una línea de investigación; estrategias en salud digital, como la cita web, la receta electrónica o los módulos de pruebas analíticas y diagnósticas por imagen.
Por último, Siro Lleras, de la consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, ha destacado que "la AP no está en crisis especialmente, lo está el sistema en su totalidad", y ha explicado algunos proyectos de integración asistencial llevados a cabo en su comunidad, pivotados en la historia clínica digital "inteligente", como apunta, en la que se implantan guías clínicas.
Como propuestas, Lleras ha señalado la necesidad de avanzar en la estratificación de la atención a pacientes crónicos y pluripatológicos y la posibilidad de que existan varios modelos de cambio. "La AP debe liderar el cambio, trabajando en equipo, sin olvidarse del resto del sistema", concluye el experto castellanoleonés, y manifiesta que la AP debe tener acceso a las pruebas diagnósticas en las mismas condiciones que lo hacen desde los hospitales.
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