FACILITA LAS REFORMAS Y LA REDUCCIÓN DE COSTES
Pacientes formados y médicos implicados para trabajar juntos contra la crisis
Cuando una compañía aérea cancela un vuelo, los pasajeros afectados suelen encararse con el personal de tierra, aun sabiendo que no son culpables del problema, porque son los únicos interlocutores que tienen a mano.
Rosalía Sierra | 31/10/2011 00:00
Albert Jovell, Josep Brugada y Juan José Rodríguez Sendín. (Lenda)
Esta tarea no retribuida se dificulta bastante "cuando encima no sabemos la verdad. No nos pueden pedir compromiso si desconocemos qué está pasando y hacia dónde vamos".
Un buen ejemplo
Médicos informados son médicos implicados, tal y como demuestra el caso del Hospital Clínico de Barcelona, donde "todos los profesionales deciden sobre contrataciones, nombramientos y ascensos.
Tenemos un modelo de participación y meritocrático, y con la colaboración de todos hemos logrado hacer frente a los recortes económicos sin gritos ni movilizaciones", afirma Josep Brugada, director médico del centro barcelonés. Ante este ejemplo, Rodríguez Sendín opina que, "si vemos que un modelo como éste funciona, ¿por qué no replicarlo en más centros? Obviamente no es fácil, pero para llegar lejos siempre hay que dar un primer paso".
Y es que posiblemente la mayor traba para la evolución del sistema sanitario sea su inmovilismo; por ello, el presidente de la OMC piensa que en el Sistema Nacional de Salud "no llevamos 20 años de reformas, como algunos piensan, sino que llevamos dos décadas detectando problemas que no se solucionan". Y todo ello, a juicio de Brugada, porque "la Administración no es todo lo valiente que debería. Si algo no funciona hay que cambiarlo, y si eso no sirve, suprimirlo".
Esa valentía que reclama serviría también, según Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes, para implicar definitivamente a los usuarios en "el gobierno de las instituciones sanitarias". En su opinión, más derechos suponen más deberes, y viceversa. Sin embargo, "poco puede hacer un paciente que no esté adecuadamente formado". Por ello, propone introducir en el sistema público lo que ha denominado "pedagogía de los deberes".
Gestión de urgencias
A este respecto, Brugada considera que "la ciudadanía aprende rápido", y pone como ejemplo el Servicio de Urgencias de su hospital. Desde que se estableció un triaje estricto realizado por personal de enfermería separando claramente a los pacientes de nivel 4 ó 5, "a los que informamos de que pueden elegir entre esperar varias horas a ser atendido o dirigirse a otros recursos".
Gracias a este sistema, en que "los profesionales se han implicado con formación, sin imponerles ni prohibirles nada", el Clínico ha reducido sus urgencias a razón de entre un 5 y un 8 por ciento anual.
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